“El dolor me quita el sueño”

Dani Pedrosa (Castellar del Vallés, Barcelona; 1985) está feliz. Bromea con el asistente de prensa y mira cómplice, de reojo, a su colega y amigo Raúl Jara, junto a quien se estrenó en el Campeonato de España cuando eran unos críos. Se conocieron poco antes: una fría mañana de invierno en el circuito del Jarama. Era 1999. Desde el año pasado Jara le acompaña a cada carrera. Y Pedrosa ríe más. Hoy saldrá 5º en la parrilla de Moto GP en Silverstone (14.00, Telecinco), por detrás Márquez (1º), Lorenzo (2º), Crutchlow (3º) y Bradl (4º).

Pregunta. ¿Cuántas bicis tiene?

Respuesta. Espere, que cuento. ¿Actualmente? Tengo cuatro.

P. ¿Se ha perdido alguna etapa de la Vuelta?

R. Sí. No he podido verlas todas, la verdad. Me perdí una etapa bastante chunga...—La del 30% de inclinación, ¿no?, interviene Raúl Jara—. ¡¿30%?! ¿Cómo que 30%? ¿Estamos locos? ¿Y vale subir con la bici a cuestas, no?

P. Al final se decidió a hacerse una cuenta de Twitter.

R. No lo he hecho tanto por mí, pero entendí que había muchos fans que querían. Fue por ellos.

P. Crutchlow me dijo que la gente cree que usted es aburrido, pero que es un tipo fantástico. ¿Cómo cree que le ven los demás?

R. Me ven como salgo en la tele, como cuentan los medios, pero soy diferente. Tengo que conocer a la persona para poder sentirme tranquilo y ser yo. Si no, me quedo mucho más cohibido.

P. ¿Cómo se divierte?

R. Parte de mi día a día es entrenarme, prepararme físicamente o recuperarme de una lesión, algo que muchos otros no hacen, pero yo sí. Y solo el entrenamiento ya es una forma de diversión. Los entrenos con la bici me gustan mucho; y con la moto, también, porque es mi pasión. Aparte de eso me divierte ir al cine o una buena cena. Disfruto mucho la época de verano, ya sea en el agua haciendo windsurf, surf... o haciendo el tonto con los amigos. De más crío hacía más locuras.

P. ¿Qué significa locuras?

R. Tenía que estar en movimiento, hacer cosas, soltar adrenalina, saltar de aquí o tirarme de allí; montar algún lío para que hubiera competición de algo... Ahora disfruto más de otros placeres, de cosas de adultos.

La Honda corre mucho en las rectas. Pero en las curvas siempre derrapa”

P. Se pasa las horas haciendo estiramientos con su cuello. ¿Está seguro de que llega a viejo con esas cervicales?

R. No creo... El entrenamiento físico, ir en moto a esta velocidad, la carga que llevo con todas las lesiones que tengo siempre en esta zona... Por la noche ya jamás duermo como antes, desde que me hice daño hace cuatro o cinco años no duermo igual: me duele el cuerpo al acostarme, no puedo ponerme en la posición que quiero y no duermo tan profundamente como antes. Por eso me paso el día intentando soltar los músculos. Es una manía fea. Mi fisio siempre me dice que esté quieto; no es bueno, irritas más la zona.

P. ¿Qué sintió cuando se cayó en Alemania?

R. Supe que me había roto. Fue un: “¡otra vez, no!”. Pero esta vez estaba tan mareado que solo sabía que tenía dolor y que si ese dolor no pasaba en cinco minutos, aquello era mala señal.

P. ¿Se llega a acostumbrar uno a dejar un circuito en helicóptero?

R. Justo cuando me estaban metiendo en el helicóptero pensé “otra vez”. Me estaba acordando de Australia [cuando se rompió los dos tobillos, en 2003]: te meten por ahí y casi no te cabe la cabeza, no hay espacio para nada, ni para que te acompañe nadie, vas solo con el médico. El otro día no conocía a nadie, todos hablaban alemán, no sabía qué estaban haciendo y yo estaba ahí, solo, con mi dolor. Son sensaciones extrañas, que a la vez se quedan en una parte de tu interior, e incluso les coges cariño. Aquel olor me trajo muchos recuerdos. Pensé: “¿qué hago aquí? Si parece que vuelva a tener 17 años”. Fue como un déjà vu.

P. En los últimos años hemos visto al mejor Pedrosa, ¿en qué puede mejorar todavía?

R. No lo sé. Si me hubiera preguntado hace cuatro años tampoco hubiera sabido qué responder y, de hecho, he mejorado muchas cosas. Supongo que cada año vas probando y asimilando nuevas técnicas o adaptándote a la situación, porque cambian un poco las motos o los neumáticos. Siempre hay algo que encontrar.

P. ¿Esta es la mejor Honda de los últimos años?

R. La del año pasado a final de curso me gustaba más. Era un poco más ligera, pesaba menos [tres kilos menos, por el cambio actual del reglamento] y era más fácil de controlar.

P. Honda ha adelantado a la Yamaha incluso en frenada. ¿Todavía hay algo que mejorar?

R. Sí. Uff. Evidentemente. La Honda es una moto que corre mucho en las rectas, pero poner toda esa potencia en las curvas es difícil: la moto siempre derrapa mucho. Hay circuitos en los que podemos compensar bien ese hándicap y otros en los que sufrimos más con el agarre, que es muy importante. Pero también, con el cambio seamless, la moto es más estable y cuando cambias de marcha en medio de la curva se mueve un poco menos; así que, en general, ayuda a ahorrar energía y permite pilotar un poco más agresivo.

La moto del año pasado a final de curso me gustaba más. Era un poco más ligera”

P. Lleva ocho años en Honda, pero vino Stoner y ganó el título; ahora Márquez se le ha adelantado. ¿Eso le genera dudas?

R. No. Cuando vino Stoner también me pasó lo mismo que ahora. Iba yo delante, me caí y me perdí no sé cuántas carreras. Este año también iba por delante en la clasificación con veintipico puntos de ventaja, me caí y ahora voy por detrás. Siempre es lo mismo... no es que en el tú a tú tenga menos puntos que el otro.

P. ¿Podrá irse tranquilo a casa si al final no logra el título de MotoGP?

R. No me he planteado esa opción. No he llegado ni a analizarlo. No se me pasa por la cabeza irme sin ganar el título.

P. ¿Qué le quita el sueño a Dani Pedrosa?

R. El dolor. Aunque ya sé que no se refiere a eso. Me quita el sueño un vuelo muy temprano por la mañana. Me pone de los nervios pensar en quedarme dormido, dejarme las llaves... Soy descuidado con las cosas, puedo salir de mi casa y viajar sin cartera. Nunca me he olvidado el pasaporte, ¡pero sí el dinero!