‘Operación Triunfo’ en la Vuelta

Si se atiende a la estadística, es lo normal. La probabilidad de que se estrenen los debutantes es mayor a la de que reptan los ganadores. La razón es solo una: hay más intactos que usados. Pocos de los 219 que corredores que partieron en esta Vuelta en Vilanova de Arousa saben lo que es ganar una etapa de alguna de las tres grandes vueltas, por lo tanto, numéricamente son los favoritos. Si se atiende a lo deportivo, el trazado de la primera semana de la carrera estaba pensado para velocistas y percherones, pero de ambos hay pocos y la suerte de cada carrera es una lotería con una bola de cristal al fondo. Quizás por lo uno y por lo otro, seis de los siete ganadores de etapa debutan en el podio de una carrera de tres semanas ante la sorpresa propia y ajena.

Morkov, tras atrapar a Tony Martin en el último suspiro y llevarse la etapa, reconocía en la meta que “nunca en veré en otra y no creo que me dé una segunda oportunidad. Llegó de una manera extraña y ahora toca pensar en otras cosas. No creo que vuelva a tener otra oportunidad igual”. Morkov no es un sprinter ni venía para esos trabajos del éxito, sino para trabajos más forzados. Y la etapa de Cáceres le llovió de un cielo azul más claro que su maillot. Y además era la segunda etapa tras la victoria en el Alto Da Groba de su compañero Roche. Curiosa circunstancia la del equipo del ausente Contador. “Sin un escalador y sin un sprinter hemos ganado una etapa de montaña y una llegada al sprint”, decía su director Tristan Hoffman, explicando las paradojas del ciclismo.

Horner, el abuelete de la Vuelta (41 años), el hippy, el japoamericano, también se estrenó a los 41 años y se puso líder demostrando que la edad está a mitad de camino entre el alma y el cuerpo. Matthews y Morkov siguieron la estela en circunstancias accidentadas, antes de que Stybar rematara la faena el viernes ganándole al campeón del mundo para también poner una línea en su palmarés más elegante.

Todos debutantes menos Dani Moreno que ya sabía por donde se va al podio desde que ganó en 2011 en Sierra Nevada con otra de sus remontadas explosivas. La Operación Triunfo de la Vuelta pueden empezar a concluir a partir de hoy: acabado el entretenimiento, canta el gallo. Cuesta creer que los debutantes lleguen hasta el final, aunque siempre hay intrépidos en el corral. Y son mayoría.