Nadie como Márquez
El líder del Mundial gana su quinta carrera, en Brno, tras una trepidante lucha con Pedrosa, segundo y Lorenzo, tercero
Decía que aunque llevara tres victorias consecutivas, no le sería fácil en Brno, un circuito que no se le daba bien, un trazado más largo y de curvas enlazadas, con otro carácter, en definitiva. Y recordaba que la salida era todavía una asignatura pendiente. Era su manera de sacudirse la presión. “Yo me la quito rápido”, respondió días antes, señalado por sus rivales como el favorito al título. Es un novato y como tal se vende. Aunque no haya habido en la historia de MotoGP un novato igual. Nunca en 65 años de grandes premios un debutante ganó cinco carreras —y todavía quedan siete—; nunca sumó cuatro victorias consecutivas ningún piloto el año de su estreno, y el último en lograrlo fue Rossi en 2008. No hay nadie como Márquez, de tan solo 20 años.
CLASIFICACIÓN DE LA CARRERA
1. MARC MÁRQUEZ (ESP/Honda) 43''47.432
2. DANI PEDROSA (ESP/Honda) + 0.313.
3. JORGE LORENZO (ESP/Yamaha) + 2.277.
4. Valentino Rossi (ITA/Yamaha) + 10.101.
5. ÁLVARO BAUTISTA (ESP/Honda) + 10.178.
6. Stefan Bradl (ALE/Honda) + 19.807.
7. Andrea Dovizioso (ITA/Ducati) + 35.015.
8. Nicky Hayden (EEUU/Ducati) + 35.354.
9. Andrea Iannone (ITA/Ducati) + 51.149.
10. ALEIX ESPARGARÓ (ESP/ART) + 56.392.
Con él no solo cuenta el qué, no es cuestión de cifras, es el cómo y el dónde, es a quién. Marc Márquez es tremendo. Por el desparpajo con el que afronta cada prueba y la irreverencia con la que entra en cada curva. Por la rapidez con la que aprende, la madurez que exhibe, la atención con la que escucha, la gracia con la que imita gestas de otros. Márquez es mundial por la alegría que desprende cuando corre, cuando gana. Pero también cuando solamente se pasea.
Tiene una meta en el horizonte: ser campeón del mundo como debutante, algo que solo hizo Kenny Roberts en 1978. En Brno, ese circuito que no le terminaba de gustar, ese que era territorio de las Yamaha, él, con su Honda, dio un paso al frente. Otro. Y la distancia con sus rivales sigue creciendo. Son 26 puntos los que le separan de su compañero de equipo, Dani Pedrosa, 44 los que le distancian del campeón del mundo, Jorge Lorenzo. Solo se ha quedado una vez fuera del podio, y fue cuando se cayó en Mugello en un fin de semana desastroso. Desde entonces —la quinta prueba del curso—, apenas comete ya errores.
CLASIFICACIÓN DEL MUNDIAL
1. MARC MÁRQUEZ (ESP/Honda) 213.
2. DANI PEDROSA (ESP/Honda) 187.
3. JORGE LORENZO (ESP/Yamaha) 169.
4. Valentino Rossi (ITA/Yamaha) 143.
5. Cal Crutchlow (GBR/Yamaha) 127.
6. Stefan Bradl (ALE/Honda) 103.
7. Andrea Dovizioso (ITA/Ducati) 96.
8. ÁLVARO BAUTISTA (ESP/Honda) 92.
9. Nicky Hayden (EEUU/Ducati) 80.
10. ALEIX ESPARGARÓ (ESP/ART) 62.
Márquez ha perfeccionado su pilotaje. Sus líneas son más finas que cuando se estrenó en Catar, sus frenadas están controladas, no como antes, cuando atemorizaba en sus persecuciones a Pedrosa. Sus adelantamientos son limpios: nada de toques, como hizo en Jerez con Lorenzo. En Brno, incluso, logró hacer una salida más que aceptable. Sabe cómo y cuándo atacar, sabe liderar y perseguir. Sabe pilotar agresivo cuando el trazado y las circunstancias lo exigen, como en Indianápolis; pero también sabe ser delicado y esperar su momento, como demostró en tierras checas.
Márquez hizo que la brillante salida de Lorenzo desde la quinta posición de la parrilla fuera inútil. Tiró el de Yamaha en los primeros giros. Sacó a las Honda un segundo de ventaja en una vuelta; pero cuatro después el chaval de Cervera empezó a mejorar su ritmo, logró un tiempo por vuelta hasta dos décimas mejor que el de Lorenzo y comenzó a cazarle. Llevaba a Pedrosa enganchado a su colín. Se intercambiaron los papeles esta vez, aunque el de Castellar nunca pareció tener opciones de ganar resguardado a rueda de su colega. Sí las tenía, atendiendo a las teorías y su excelente estado de forma, el mallorquín. Brno era un escenario propicio para frenar el avance del líder y Honda, un terreno favorable a su Yamaha. Pero no hay teorías que valgan con Márquez. Ni parece equiparable el rendimiento de la M1 con el de esa RC213V que la supera incluso en la frenada.
Lorenzo aguantó al persistente debutante hasta que quedaban apenas siete giros. Entonces Márquez mostró sus cartas con un interior bestial en un viraje a la izquierda, la tercera curva, y aquel aceptó el envite resistiendo por el exterior y devolviéndosela a la siguiente, a la derecha. Pero el de Cervera insistió con otra apurada de frenada en la curva 11, el inicio de la chicane que da entrada a la recta de meta. Se dieron una tregua. Y a falta de cuatro vueltas Lorenzo tiró de experiencia en la última curva. Trazada la recta, Márquez diría su última palabra: en aquellas primeras curvas donde ya lo había intentado la primera vez. Se puso primero. Y directo al triunfo. Lorenzo, agotado por el esfuerzo, decepcionado por el rendimiento de su moto, aún tuvo que soportar una última estocada, la de la otra Honda, la de Pedrosa, que a dos giros del final sacó pecho y enseñó los dientes: aprovechó la apurada de frenada de la contrarrecta que termina en la décima curva y se coló segundo. Márquez por aquel entonces, a medio segundo, ya era inalcanzable.
El pesimismo de Lorenzo
Solo Lorenzo tiene la culpa de que las diferencias entre Honda y Yamaha parezcan mínimas, casi imperceptibles. Pero existen. Y en inferioridad de condiciones es imposible luchar contra tipos como Márquez. La temporada es buen ejemplo de ello. Con once carreras disputadas y a falta de siete el campeón del mundo está a 44 puntos del líder. Y el rendimiento de su M1 no parece inspirar buenos augurios en la casa de los diapasones. Lorenzo, tras perder en un circuito que creyó le serviría para recortar puntos en lugar de cederlos, asume la derrota: “El campeonato no está matemáticamente perdido, pero tenemos muy pocas opciones. Y eso es una realidad”. Nadie sabe cuándo la fábrica de Iwata dará el visto bueno para que sus pilotos utilicen ese cambio seamless, pero el mallorquín no dice una palabra más alta que otra. “Creo en ellos. Tengo toda la confianza en los ingenieros de Yamaha”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.