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“Un gol es como si te clavaran una flecha”

El guardameta, que ya anunció que jugará una temporada más en el Barça antes de emigrar, defenderá hoy a la selección ante Nigeria

Valdés, durante un entrenamiento con la selección española.
Valdés, durante un entrenamiento con la selección española.FELIPE TRUEBA (EFE)

Víctor Valdés (Hospitalet, 1982) lleva tres tatuajes en el cuerpo: uno, el más antiguo, es un guerrero, porque simboliza el espíritu de lucha que le mueve; el segundo honra al horóscopo y al destino, en el que cree, y en el tercero se lee el nombre de su primer hijo, Dylan; busca dónde hacerse otros dos, uno por Kai, su segundo hijo, y otro que honrará a su hija, que nacerá en septiembre. Hoy juega contra Nigeria bajo los palos de la selección española. Mirando al mar, se sincera.

Pregunta. ¿De dónde le viene su afición al mar?

Respuesta. Desde que viví en Tenerife cuando era niño, Canarias es un rincón de mi corazón. En Fuerteventura encuentro mi espacio. Mi pasión es el windsurf. Un par de horas en el mar, solo, leyendo el viento en las olas me permiten aislarme de todo, crea una burbuja de desconexión. Vale por una semana de vacaciones.

P. La soledad del mar, ¿en qué se parece a la de la portería?

R. En la portería no hay soledad. Un portero tiene que ser muy estable en lo emocional para rendir al máximo. Es un trabajo muy específico, pero es muy participativo.

“Mi personaje ayuda a polemizar, es evidente, y eso empieza a cansar, la verdad”

P. Decía Ochotorena que deben aprender a ser amigos del error.

R. En nuestro caso, es determinante. Debes aprenderlo y asumirlo. En el Barcelona se habla mucho de jugar con los pies, pero tienes 25 uno contra uno y ahí es donde está la verdad. Pero eso es lo que no se entiende, o no interesa vender. Tienes 25 o 30 uno contra uno al año y si no los paras encajas 25 goles.

P. ¿El gol es duro de asumir?

R. El gol es duro hasta en los entrenamientos. Un gol deja la sensación de que no has hecho bien tu trabajo, te deja en evidencia y si tienes un espíritu competitivo alto es como si te clavaran una flecha.

P. A estas alturas, ¿sigue pensando en algo que mejorar?

R. Sí, siempre. Hay una faceta que he trabajado mucho con Ochotorena, la de tener los dos pies bien apoyados en el suelo ante cualquier acción porque te garantiza un 90% de mejorar en la reacción, tardas una milésima de segundo menos y eso muchas veces te permite llegar al remate.

P. ¿Cuál es el error y la parada que más recuerda?

R. El fallo, un balón que le di a Villa en Mestalla y el Guaje la metió por encima. Ese fue un día triste. La mejor parada se la hice a Henry en París. Los partidos dependen mucho de la primera acción y eso me hizo venirme arriba. Pensaba que era mi último partido en el Barcelona. Solo contaba con el apoyo de Rijkaard y de Ten. Ganamos y se habló un poco mejor de mí, pero fue un año duro.

R. ¿Más que los seis meses que ha vivido desde que anunció que no renovaría contrato?

Las cuentas

→ La histórica goleada de España ante Tahití (10-0 en Maracaná) ha dejado prácticamente vista para sentencia su clasificación para las semifinales:

-Un punto ante Nigeria (21.00 horas, Telecinco) le bastaría para asegurarse el primer puesto del grupo B.

-En el caso de derrota de España y triunfo de Uruguay ante Tahití se produciría un triple empate a seis puntos que se resolvería por diferencia de goles.

P. Esta desde fuera puede parecer dura, pero no lo ha sido tanto Me pareció lo más justo por mi parte dejar bien claro que no quería renovar y no especular porque yo, al Barcelona, no le puedo engañar y la decisión estaba tomada, así que era justo decírselo. Mediáticamente ya sabemos lo que es el Barça y ahí está tu capacidad de aislarte y yo eso lo he tenido desde muy joven. Es una decisión natural. Voy a cumplir doce años, y un año en la portería del Barça vale por dos. El desgaste psicológico es enorme y quien no lo quiera entender que piense que por norma te llegan una vez en cada partido y suele ser un uno contra uno y tienes una responsabilidad con tus compañeros, con el entrenador, con la afición y contra ti mismo. Esa tensión la tienes que vivir para saber lo que es y psicológicamente agota. Yo la he vivido durante doce años y hubo un día, sobre noviembre, diciembre, que dije basta. Se me planteó la encrucijada de renovar un año antes de que termine y debí decidir si estoy preparado. Y honestamente, creo que no, que ha sido fantástico, pero que ha llegado la hora de buscar otras cosas, que son doce años, que necesito ir a otro sitio.

P. ¿A dónde?

R. No lo sé, tengo un año para pensarlo. No seguiré en España, pero me da igual dónde; cuando llegue el momento decidiré, tengo tiempo y me da igual Italia, Alemania, Rusia o China, o incluso cruzar el charco, irme muy lejos, me da igual. Quien me conoce sabe que odio hablar de dinero. Nunca, jamás en mi vida, he decidido nada por dinero. En mi caso, el Barça es sentimiento. Cada vez que me pongo esa camiseta es un acto sentimental. Valoraré otras cosas.

“Del Bosque me llevó al Mundial cuando lo fácil era no hacerlo. ¡Le debo la vida!”

P. ¿Le ha sorprendido la respuesta de la afición?

R. En el Barça he vivido momentos muy duros, pitadas grandes en el 2006 y este era un momento de incógnita. Dentro del Barça los medios son importantes y se enfocaron a venderle a la gente que había hecho una cosa mala por avisar que no iba a renovar. Para mí fue un acto de honestidad y agradecimiento. Y la gente me entendió, y solo puedo tener palabras de agradecimiento por el trato espectacular que me ha dado, por sus muestras de apoyo. La ovación cuando toque el balón fue espectacular. Y a partir de ahí dentro y fuera del campo solo he recibido muestras de apoyo.

P. Se le acusó de negarse a jugar con la camiseta de oficial…

R. Solo pude salir con una que no estaba estampada. Pero nadie pregunta la verdad, la culpa siempre es del portero, o sea, es mía. Ya sé que el personaje, mi personaje, ayuda a polemizar, porque hablo y no salgo a defenderme, no llamo a los periodistas. Es como lo del brazalete en Bilbao, como el día que dijeron que había organizado una comida de despedida… Era una comida del equipo y yo acababa de cumplir 500 partidos y les invité. Punto. No tenía que despedirme de nadie. Es fácil coger la cara de Valdés y vender polémica.

“Estoy trabajando para tener los pies bien apoyados en el suelo. Mejoras la reacción”

P. ¿Por qué no jugó contra el Málaga?

R. Porque lo pactamos dos semanas antes. Tito me dijo que quería hacer rotaciones, y qué me parecía, y como me preguntó, le dije que me parecía perfecto, que lo entendía, pero que quería jugar el derby porque es un partido especial para mí porque soy muy culé y yo quiero jugar ese partido. A partir de ahí, quedamos. Jugó Pinto y jugó un partidazo. ¿Tampoco me hablo con Pinto? Me merece un respeto enorme, el que otros no le tienen. Se ha ganado estar donde está y le ha dado al Barcelona muchísimo, muchísimo. No es fácil estar en su piel, ir a jugar a partidos muy jodidos, hay que ir a Córdoba; y jugar la Liga cuando vienes de ocho semanas sin hacerlo… Eso es muy difícil.

P. ¿Se va porque no le gusta cómo funciona el club?

R. Si encima de lo que tengo en la portería he de estar pendiente de cómo se hacen las cosas, en las oficinas, imagínate. No, para nada. El personaje ayuda a polemizar, es evidente, y eso empieza a cansar, la verdad.

R. Con esa imagen llegó a la selección. Ahora resulta que la gente habla muy bien de usted…

R. Le estaré siempre agradecido a Del Bosque. No me esperaba ir a Sudáfrica, la verdad, porque no me habían llamado nunca. Al míster le debo la vida, porque haber podido estar aquí estos años es maravilloso y fue él quien confió en mí en un momento en que lo fácil era no haberlo hecho. Y cuando Valdés se integra dentro de un grupo, da la vida por ese grupo y va a muerte por el bien del equipo.

“Nunca, jamás, decidí nada por dinero. Juego en el Barça por un acto sentimental”

P. ¿Le dolió no jugar contra Uruguay?

R ¡Pero cómo me va a doler! Desde el primer día vine a ayudar en lo que se me necesitara y he sido muy feliz jugando y sin jugar, te lo digo de verdad, porque para mí es un privilegio estar en este grupo, es un lujo formar parte de este equipo. Iker es el capitán y se venía hablando, había un debate que terminó cuando el míster dijo que jugaba Iker. Perfecto, lo dije el día antes: cuando te dicen juegas, lo das todo y tratas de hacerlo lo mejor posible, como hice en París, y cuando no, te implicas de otra manera. Y eso hice. Fue todo muy normal, porque es normal que juegue Iker. Y cuando no puede hacerlo, juega otro. Punto.

P. ¿Qué hay de un mensaje que le envió Casillas después de París? ¿Por qué Del Bosque pone a los tres porteros de ejemplo?

R. No lo sé, pregúntale a él. No somos ni mejores ni peores que nadie, pero nos respetamos mucho, eso seguro. Y es cierto que Iker tuvo un detalle muy cariñoso la noche de París que guardo para mí. Durante este año nos hemos enviado muchos... creo que tenemos una buena relación. También se dijo que con Pepe me llevaba mal y resulta que nos hemos criado juntos, y que aunque perdimos el contacto, al volver a encontrarte descubres que sigues teniendo muchas cosas en común porque has vivido muchas experiencias semejantes y que hay una sintonía…

P. ¿Volvería a ser portero de volver a nacer?

R. Sí la portería me lo ha dado todo.

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