La potencia no lo es todo

En la segunda mitad del año 2012 el excelente estado de forma de Dani Pedrosa, la confianza en su pilotaje y su moto, y el no soportar la presión que sí tenía su rival, Lorenzo —debía defender el liderato del Mundial—, impulsaron al piloto de Sabadell, que completó un final de temporada extraordinario para Honda. El salto de calidad se dio cuando la casa japonesa trajo ya a Laguna Seca, la décima cita de la temporada, su prototipo para el 2013, con el que empezaron a competir desde aquel mismo momento. La moto de la fábrica del ala dorada, que había dado problemas de estabilidad a sus pilotos en las primeras carreras del curso, terminó sumando a su extraordinaria potencia cierta docilidad cuando tipos brillantes como Stoner o Pedrosa trincaban los frenos para intentar pararla a la entrada de las curvas.

El español, tan menudo y de músculo pequeño que siempre le costó horrores controlar esa máquina antes de tumbar para tomar un viraje, empezó a perfeccionar su frenada, se volvió agresivo. Una agresividad que utilizó tanto para defenderse, como para el ataque, como demostraría en Brno con un cara a cara con el campeón del mundo. Su moto empezaba a permitírselo. Y sigue haciéndolo. Cada vez más. Porque la Honda con la que corre este 2013 es todavía un poco mejor que aquella con la que ganó seis de las últimas ocho carreras el año pasado. Esta temporada acumula tres victorias en cinco carreras. La Honda, siempre envidiada no solo por la potencia de su motor sino por su rendimiento en la salida de las curvas, donde explota su magnífica aceleración, es también ahora mejor en las curvas. Ese, el que era el punto fuerte de la Yamaha, donde la fábrica de Iwata sabía que minimizaba las diferencias con su contrincante, ya no es el punto débil de una máquina que se ha moldeado con muchos años y paciencia, pero que está cada día más cerca de la perfección.

La Honda de Pedrosa es todavía un poco mejor que aquella con la que ganó seis de las últimas ocho carreras el año pasado

Si alguien lo advirtió pronto fue Jorge Lorenzo, que cuando empezó a asumir que la potencia de su Yamaha era suficiente pues él podía arañar décimas en cada curva, especialmente en las rápidas, se percató de que le costaba seguir a las Honda también en los virajes. "Han mejorado mucho en la entrada a las curvas", concede. "Ya a final del 2012 redujimos la diferencia que había con Yamaha. Ahora estamos todavía más cerca", reconoce Mike Leitner, jefe de mecánicos de Pedrosa, quien incluso advierte que no se ha sacrificado nada: "Siempre pierdes algo, pero parece que simplemente hemos mejorado en frenada, porque no solo Dani va mejor, sino que Marc también lo consigue".

"Seguimos teniendo un paso por curva algo inferior que la Yamaha, pero con la electrónica hemos podido mejorar mucho", concede Pedrosa. E incluso Márquez advierte la mejoría con respecto a la primera RC213V que probó: "Empecé los tests con el chasis que usaba Stoner y con el nuevo ha mejorado bastante la confianza con el tren delantero". Esa mejora se traduce en décimas: "Ahora pueden frenar más tarde y más fuerte. Antes Dani no podía parar la moto en los mismos metros que lo hacía la Yamaha y eso era un punto débil para él sobre todo en el cuerpo a cuerpo", concluye Leitner.