La FIFA hace volar a las ‘águilas verdes’

La selección de Nigeria, campeona de Áfica y rival de España el 23 de junio, debería haber partido este jueves desde Namibia hacia Brasil para disputar la Copa Confederaciones. Las Águilas Verdes, sobrenombre con el que se conoce a los internacionales nigerianos, se negaron sin embargo a desplazarse hasta que su Federación no abonara las primas acordadas por los dos últimos partidos valederos para la clasificación del Mundial 2014. La intervención posterior de la FIFA evitó que el torneo se viera ante un grave problema, ya que el sábado 15 de junio arranca el torneo.

“Hablamos con el técnico y nos dijeron que van a disputar la Copa Confederaciones, que sus problemas fueron resueltos y que llegarán a Brasil el sábado", dijo el secretario general de la FIFA, Jérôme Valcke, en una rueda de prensa en Río de Janeiro. Según Valcke, una vez resuelta la divergencia interna, la FIFA realizó gestiones para buscar un nuevo vuelo para los jugadores africanos, actuales campeones de su continente, y consiguió garantizar el viaje para el sábado.

Algunos medios nigerianos explicaron que los jugadores habían llegado a un acuerdo por el cual percibirían 10.000 dólares por derrotar a Kenia (1-0) en Nairobi y 5.000 por empatar en Namibia (1-1). La Federación nigeriana, aduciendo recortes por las dificultades financieras por las que atraviesa, solo estaba dispuesta a pagar la mitad. Los directivos nigerianos partieron por la mañana, pero los jugadores y el seleccionador Stephen Keshi decidieron permanecer en el hotel . Nigeria debuta el lunes ante Tahití y es obligación estar en la sede de la competición con 48 horas de antelación al primer partido a disputar por cada uno de los participantes. La gestión de la FIFA con el vuelo fue vital para que Nigeria pueda competir.

No es la primera vez que Nigeria protagoniza un acto que pone en peligro su participación en un gran torneo. En 2010, el presidente de la nación decidió prohibir la participación internacional de la selección al considerar como un fracaso su participación en el Mundial de Suráfrica 2010, aunque la FIFA le hizo rectificar poco tiempo después bajo amenaza de expulsión. A la Copa de África de 1996, también disputada en Sudáfrica, no acudió por imperativo gubernamental pese a estar clasificada. El gobierno sudafricano condenó públicamente la ejecución del escritor y activista nigeriano Ken Saro-Wiwo y la respuesta fue no enviar a la selección al torneo, por lo que fue descalificada para la edición de 1998.