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Sin Wiggo ya, el Giro llega a la nieve

Cuarta victoria de Cavendish en cuatro ‘sprints’ la víspera de los grandes Alpes

Carlos Arribas
Empapado y retrasado, Wiggo, en el centro, llega a su última meta, el jueves en Treviso.
Empapado y retrasado, Wiggo, en el centro, llega a su última meta, el jueves en Treviso.fabio ferrari (AP)

Enfermo de miedo y desesperanza, y los antibióticos que toma para la infección respiratoria nada pueden hacer allí, sir Bradley Wiggins gritó su particular que paren el Giro, que me bajo, y abandonó. El hombre de la RAI lo celebró. “Así no tenemos que frenar a una cámara a cola de pelotón en el descenso del puerto”, dijo. Vincenzo Nibali de rosa lo celebró. “Uno menos a quien vigilar”, dijo. De Ryder Hesjedal, el ganador del 12, que tampoco salió ayer, no habló el Tiburón de Messina. Tampoco nadie le preguntó. Hundido en la clasificación, el canadiense ya era una anécdota.

Sin el estorbo ya del caballero inglés, tan triste y empapado, el Giro llega hoy a los Alpes, donde la nieve, donde Nibali, si las carreteras de Sestrière, Jafferau, Mont Cenis y Galibier, a 2.000 metros y más, están abiertas, se las verá con el viejo Evans, el colombiano nuevo Urán, los secundarios Scarponi, Majka, Gesink, Intxausti, Kiserlovski. Los organizadores ya tienen previstas alternativas que consisten en capar las etapas si las nevadas que se anuncian se producen y se cierran las carreteras. Tampoco sería una mutilación decisiva como aquellas que permitían en sus tiempos ganar el Giro a Moser o Saronni: el siguiente, cuarto y último fin de semana, esperan los Dolomitas, una cronoescalada, Gavia, Stelvio y las Tres Cimas de Lavaredo.

CLASIFICACIÓN GENERAL

1. Vincenzo Nibali (Italy / Astana) 52:38:09"
2. Cadel Evans (Australia / BMC Racing) +41"
3. Rigoberto Uran (Colombia / Team Sky) +2:04"
4. Robert Gesink (Netherlands / Blanco) +2:12"
5. Michele Scarponi (Italy / Lampre) +2:13"
6. Mauro Santambrogio (Italy / Vini Fantini) +2:55"
7. Przemyslaw Niemiec (Poland / Lampre) +3:35"
8. Benat Intxausti (Spain / Movistar) +4:05"
9. Domenico Pozzovivo (Italy / AG2R) +4:17"
10. Rafal Majka (Poland / Saxo - Tinkoff) +4:21"

Antes, ayer, en Cherasco, donde los viñedos geométricos de Nebiolo en las colinas domadas de Barolo y su castillo de nobles recuerdan que el viejo orden siempre encuentra resquicios para imponerse, Cavendish, el otro inglés, logró su cuarta victoria en el cuarto sprint del 13.

Wiggo, ganador de Tour, heraldo en amarillo de un nuevo ciclismo, tuvo el valor de intentar ser más grande. Inconformista se enfrentó al riesgo del desafío. Por pura admiración quiso ser Indurain y estaba tan convencido de que lo podría ser que no supo ni medir la dificultad objetiva que es el Giro ni dejar para otro momento el otro desafío que lo obsesiona: callar a su compañero Froome, el que siempre lo humilla. Antes de comenzar el Giro, cuando Nápoles y la canícula, hace un mundo, Wiggo, en sus palabras, no solo daba por ganado el rosa, también anunciaba el amarillo. “Estoy como nunca”, dijo. “Ya dije que mi objetivo es el Giro, pero sigo pensando en ganar el Tour también”. Pero desde 1998, desde el Pantani del Tour Festina, ningún campeón ha logrado ganar el Giro y el Tour el mismo año. Y todos los que lo han intentado, no Armstrong, que no se hizo ilusiones, sí Contador, han sucumbido quedándose a medias. O a menos, a cero, como posiblemente Wiggo quien quizás haya perdido el Tour 13 en el diluvio italiano.

Duro, valiente en los descensos, siempre con moral, Lastras puede ser el antiWiggo

“Sé que hay un montón de corredores tan enfermos como yo que siguen en el Giro, pero un ganador de Tour no puede seguir como uno más, perdido”, dijo Wiggo tras anunciar su abandono. “Además, lo fundamental ahora es recuperarme ahora plenamente para el Tour, y eso no lo podía hacer siguiendo aquí”.

En su despedida Wiggo solo hablaba de su infección respiratoria. Con ella justificaba su hundimiento del jueves, de Montello hacia Treviso, perdido en su llano, pero su mal Giro comenzó ya el tercer día, en la otra punta, un descenso lluvioso en calabria, se agudizó con su caída de puro miedo en el descenso de San Silvestre, llegando a pescara bajo otro diluvio, y se hizo insuperable en la primera etapa de montaña, en el Altiplano de Montasio, donde ganó Urán. Por eso sus compatriotas en la prensa no hablan de enfermedad física, sino de pura falta de coraje y valentía, y le recomienda para preparar el Tour no un especialista pulmonar sino una vista al psiquiatra Steve Peters, el mecánico mental del equipo.

Esas carencias —miedo en los descensos, falta de coraje, desmoralización— no son precisamente las características que definen a Pablo Lastras, todo lo contrario, en fuga generosa desde Busetto, desde la sombra pesada y ominosa de Giuseppe Verdi, bicentenario ya, hasta los viñedos que en la guerra escondían partisanos, sangre y miseria. Tan duro como él, 200 kilómetros en cabeza, fue el Cav, que solo estuvo 100 metros delante, los últimos de un larguísimo sprint de 350 metros, nada menos, una obra maestra de la decisión iniciada en solitario desde el octavo y resuelta con un golpe de riñones imperial y cuatro dedos al aire, cuatro victorias.

El ascenso a Sestriere, suspendido

El ascenso a la estación de Sestriere (Turín, norte del país), a 2.035 metros de altitud, que era el primer Gran Premio de la etapa de hoy, ha quedado suspendida por la organización de Giro de Italia de ciclismo ante las negativas condiciones climatológicas que se registran en la zona.

Sestriere, estación invernal que acogió el esquí alpino en los Juegos Olímpicos Invernales de Turín 2006, era la primera de las grandes citas montañosas de la actual edición del Giro, en una decimocuarta etapa que transcurre entre Cervere y Bardonecchia, con 168 kilómetros según la ruta prevista.

El paso por la cima, en concreto, estaba situado inicialmente marcado a unos 43 kilómetros de una llegada también en ascenso al Jafferau (Bardonecchia, 1.908 metros de altitud), por lo que se esperaba que en sus duras rampas se iniciará ya la gran batalla por la etapa y la general.

Sin embargo, las pésimas condiciones climatológicas que se registran en la zona, con lluvia, mala visibilidad y nieve, no garantiza la seguridad de los corredores, especialmente en el ascenso, por lo que la organización del Giro ha decidido suspender el paso por Sestriere.

La organización, que ha alargado la etapa de hoy en unos 14 kilómetros, no obstante, ha decidido mantener el final de etapa en la cima del Jafferau, con rampas superiores al 14 por ciento. De momento, se mantiene la interrogante sobre si mañana se podrá ascender el mítico Galibier (2.642 metros), donde está previsto termine la decimoquinta etapa, y que también se ve afectado por  el mal tiempo.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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