Mourinho dinamita su último bastión

El efecto de la calculada campaña de provocación de José Mourinho contra el Madrid tiene asombrados a los empleados de Gestifute, la empresa de representación que lleva los negocios del técnico desde Portugal. Según cuentan fuentes próximas a esta sociedad, la repentina crispación que Mourinho ha generado en torno a su figura ha predispuesto a los dirigentes del Madrid a darle la carta de libertad antes de sentarse a negociar el finiquito, tal y como él pretende, para ahorrarse de este modo la obligación de indemnizar al club en caso de fichar por el Chelsea. Cuando el Bernabéu le salude probablemente con otra pitada hoy contra el Málaga (Canal+ Liga y Gol TV, 21.30), el objetivo del entrenador estará más cerca de cumplirse.

Dicen en el Madrid que el presidente, Florentino Pérez, se muestra atónito ante las últimas detonaciones. Algunos directivos han recomendado a Pérez que cobre a Mourinho “hasta el último euro” de los 20 millones con que se obligó a indemnizar al club en caso de rescisión unilateral del contrato. Recuerdan que el Madrid pagó por él 18 al Inter y reclaman lo mismo del Chelsea. Pero el presidente no se pronuncia.

El lunes, en una de sus raras comparecencias públicas, Pérez exigió a todos los estamentos del club que se mantengan unidos ante el reto de conquistar la Copa del Rey en la final del próximo día 17, contra el Atlético. La respuesta de Mourinho fue un desaire. Ni siquiera titubeó a la hora de amortizar a Pepe, hasta hace poco el gran bastión mourinhista de la plantilla, y acabó por denunciar veladamente a Casillas de conspirar para situar al frente del equipo a un entrenador manipulable.

“No es fácil para Pepe que lo atropelle un niño como Varane. Es frustración”

“Del mismo modo”, dijo Mourinho, “que Casillas puede llegar aquí y puede decir: ‘a mí me gusta más un entrenador como Del Bosque, un entrenador como Pellegrini, un entrenador más manejable como no sé quién…’ ¡Es legítimo que lo diga! Yo como entrenador tengo legitimidad para decir: ¡me gusta más Diego López! Y conmigo, mientras yo sea entrenador del Madrid, va a jugar Diego López. ¡No tiene historia!”.

La conferencia del mánager fue seguida por la plantilla en directo en Valdebebas, a través de Real Madrid TV, con la expectación angustiosa con que se asiste a la apertura de un conflicto de consecuencias impredecibles. Los jugadores observan una creciente violencia contenida en los entrenamientos y muchos aseguran que Mourinho miente. No es Casillas, dicen, quien pretende un entrenador “manejable”. Es Mourinho, apuntan, quien acumula resentimiento desde 2011 porque no ha podido controlar a Ramos ni a Casillas, los capitanes, para que lo amparen sin fisuras en todo tipo de cruzadas ajenas a los intereses del club y el equipo.

“Mientras yo sea entrenador, va a jugar Diego López. Me gusta más que Casillas”

Pepe, hasta hace poco el primer lugarteniente de Mourinho, se ha convertido en la última víctima del jefe por intentar defender a Casillas de las descalificaciones. Pepe dijo el sábado que Casillas se merecía “más respeto” y ayer Mourinho no solo le borró de la convocatoria sino que le desacreditó con una exhibición que rozó el placer sádico: “No es fácil para un hombre de 31 años [Pepe cumplió 30 en febrero\], con un estatuto y un pasado, ser atropellado por un niño de 19 como Varane. El problema de Pepe tiene un nombre. Se llama Varane. Estamos hablando de frustración”.

Mourinho

Mourinho habló más a la prensa en media hora que a sus jugadores en los últimos cuatro días. Comentan en Valdebebas que permanece taciturno, casi siempre en su despacho. Sus preocupaciones son de otra índole. Las exteriorizó brevemente cuando dio a entender que merecería una indemnización del Madrid por romper su contrato (hasta 2016), pero que, por su generosidad, no la reclamará: “No quiero un euro más allá del día en que voy a trabajar”.

Quiera o no, la realidad jurídica es la inversa: es Mourinho quien estaría obligado a indemnizar al Madrid si firma el contrato que le ofrece el Chelsea. Para que el Madrid le exima de este deber no deja de provocar a los socios. Comenzó el viernes por proclamar que el Barça era el mejor equipo de los últimos 20 años. Los pitos del Bernabéu le anunciarán que su plan funciona.