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Correcalles sin pausa en Vallecas

Osasuna y Rayo empatan un partido vibrante que certifica la permanencia del conjunto vallecano

GORKA PÉREZ
Timor y Javi Fuego pugnan por el balón
Timor y Javi Fuego pugnan por el balónAlberto Martin (EFE)

Le faltó tiempo al reloj. Sucedieron goles, faltas, cambios continuos de dominio en breves lapsos de tiempo de un partido que se jugó como si el marco temporal hubiera sido reducido por decreto arbitral. Acabó como empezó, con un empate y cuatro goles de por medio, junto a pulmones y piernas desfondados.

Tres tantos rellenaron los primeros 13 minutos. Primero fue Delibasic para el Rayo tras una buena jugada de Lass por la banda derecha, después Raoul Loé y Arribas para Osasuna a la salida de sendos saques de esquina. Todos marcaron de cabeza, una suerte conocida para los navarros, sobre ella se ha sostenido históricamente y a ella recurre cuando los pies empiezan a bailarle, una posibilidad para los locales más proclives al traslado a ras de hierba.

Rayo, 2 - Osasuna, 2

Rayo Vallecano: Rubén; Arbilla (Tito, m. 80), Gálvez (Adrián, m. 45), Figueras, Casado; Javi Fuego, Trashorras; Chori Domínguez, Lass (José Carlos, m. 19), Piti y Delibasic. No utilizados: Cobeño, Amat, Tamudo y Vázquez.

Osasuna: Andrés Fernández; Damiá (Lolo, m. 64), Flaño, Arribas, Nano; Cejudo, Silva, Raoul Loé, Timor (Puñal, m. 72); De las Cuevas (Masoud, m. 58) y Nino. No utilizados: Riesgo, Roberto Torres, Joseba Llorente y Kike Sola.

Goles: 1-0. M. 6. Delibasic. 1-1. M. 8. Raoul Loé. 1-2. M. 13. Arribas. 2-2. M. 56. Piti.

Árbitro: Ayza Gámez. Amonestó a Timor, Lolo y Delibasic.

Unos 6.500 espectadores en el estadio de Vallecas.

Así, sin dejar pasar más segundos de los necesarios corrió una disputa sin pausa, un correcalles eléctrico. No resultó atascado por la sensación continua de que las líneas tenían un destino, por más que por el camino, se enrevesasen algo más de lo deseado. Combinaba al primer toque el Rayo, se intercambiaba el balón Osasuna sin masticar demasiado la jugada, administrando esfuerzos en taponar más que en crear.

Logró igualar el marcador el Rayo, sin embargo, en una escapada del Chori Domínguez que culminaría a placer Piti, un mástil sobre el que se agarra a menudo su equipo. Menos activo que en otras ocasiones el capitán del Rayo sigue siendo una apuesta segura de cara a gol. Con su última diana igualó los 15 tantos de Michu, máximo goleador del equipo la temporada pasada, y sigue siendo el medio que más ha anotado a lo largo del campeonato.

No se evaporó la intensidad de dos equipos impetuosos con el paso del tiempo, si bien las prisas bajaron de revoluciones. Fue algo más sutil el Rayo, que primó el diálogo con el balón por encima de la batalla, terreno fértil para Osasuna que tuvo en las botas de Masoud la posibilidad de llevarse la victoria. Pero el iraní no acertó en el mano a mano ante Rubén.

Siguieron las disputas hasta los últimos compases, algo más frecuentes por parte de los locales, pero sin capacidad de definición tras tanto desgaste. Solo cuando paró el reloj cesaron las carreras, y el reparto de puntos se produjo en la única pausa de la noche.

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Sobre la firma

GORKA PÉREZ
Es redactor de la sección de Economía y está especializado en temas laborales. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Antes trabajó en Cadena Ser. Es licenciado en Periodismo por la Universidad del País Vasco y Máster en Información Económica de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

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