“Duele mucho ver así la Liga”
Joan Cañellas (Santa María de Palautordera, 1986) no ha podido prestar todo el tiempo que le hubiese gustado a los exámenes parciales de Farmacia que tenía estos días. El motivo no es otro que la recta final de Liga y, sobre todo, el encuentro en la ida de cuartos de la Champions (Tdp, 19.00) ante el Barcelona, el único rival con el que no se quería cruzar.
Pregunta. ¿Por qué decidió estudiar Farmacia?
Respuesta. Por dos cosas sencillas: porque mi madre tiene una farmacia y porque me gusta. Me interesa la ciencia y el temario de la carrera reúne todo lo que me gusta y se me daba bien. No pensé en alargar la carrera tanto, pero cuesta compatibilizarlo. Cuando la acabe, si todo va bien, me gustaría hacer Biotecnología.
P. Para muchos es un remedio en el campo, puede ocupar distintas posiciones en ataque y defensa. ¿Dónde se siente más cómodo?
R. Atacando, de central. Me gusta leer los partidos, atacar las defensas rivales, ver cuáles son sus puntos débiles, sus puntos fuertes, llevar a la pista ese juego mental de los entrenadores. Llevo mucho tiempo jugando ahí, pero es cierto que con la selección, o cuando hay lesiones, soy el primero al que mueven, a un lado u otro. En defensa me da igual dónde jugar. Sí noto el desgaste físico cuando lo hago en el centro, porque es donde más contacto hay. Luego, a la hora de atacar lo notas.
P. Usted es alguien que no suele callarse, bastante crítico dentro y fuera de la pista. ¿Se siente alguien peleón?
R. No, me gusta decir lo que pienso. Me cuesta no decirlo o que no se me note. Habrá cosas que sientan mal a otra gente, otras que sirvan para mejorar, pero creo que lo mejor es decirlo. Cuando las cosas van bien a todos nos gusta escuchar, pero este año, por ejemplo, que ha habido momentos en que no hemos jugado bien y hemos rozado el ridículo, hay que decirlo. Y fuera del ámbito del deporte, siempre hay que ser así, crítico.
En la cabeza, ya no en la mía, en la de todos, entra la posibilidad de tener que salir.
P. El Atlético heredó un equipo campeón como el Ciudad Real. ¿Queda algo de entonces?
R. Cada vez quedan menos cosas. El núcleo duro quizás se ha ido, el único que queda es Jota [Hombrados]. Hay otros jugadores que también, pero su carácter no es tan determinante, su voz no es tan contundente como la de Jota. El año pasado aún estaban Didier [Dinart] o Alberto [Entrerríos], que eran dos gladiadores.
P. ¿Cuál es la esencia de este Atlético?
R. Este año, que es el primero que estamos en Madrid, es la de luchar, sobrevivir, apretar los dientes y disfrutar de los buenos momentos. Antes ganábamos tantos títulos que igual no le dabas tanta importancia. Este año, la tontería, entre comillas, de pasar de octavos a cuartos de la Champions nos dio una alegría que hacía tiempo no experimentábamos. El año pasado alcanzamos la final, pero no significó lo mismo.
P. Después de un año a caballo y una temporada casi entera en Madrid, ¿esperaba una mayor respuesta de la afición?
R. No creo que el apoyo de la gente sea más o menos de lo que esperábamos. En los partidos importantes siempre ha estado ahí. A todos nos gustaría jugar todos los días ante 8.000 personas. Yo he jugado en Barcelona y sé lo que cuesta movilizar a la gente de las grandes ciudades. Un miércoles, en horario laboral, es muy complicado que la gente vaya al partido. Vienen 1.500 o 2.000, pero claro, el pabellón tiene aforo para 14.000. Si el club sigue trabajando muchos años aquí mejorará en este aspecto. Necesita estabilidad, tranquilidad. Ojalá que en los próximos años, que serán muy difíciles por el tema económico, el club acabe de posicionarse, que entre el dinero que se espera…
P. Si ese dinero no llega, ¿se plantea su salida?
R. El futuro va a ser complicado independientemente de si entra o no un patrocinador. La Liga da pena en muchos sentidos. El futuro… ojalá entre dinero y se pueda hacer frente al Barça, porque económicamente estamos bastante por debajo de ellos. Lo peor que veo no es el Atlético, es la Liga. Duele mucho verla así. Cuando ves otra, donde se cobra más, los shows que montan y , sobre todo, lo valorado que está el balonmano, claro que te lo puedes plantear.
P. Su futuro, entonces, ¿depende más del de la liga Asobal?
R. Es un poco todo. Como deportista te gusta estar jugando contra los mejores, en los mejores partidos, en ambientes fuertes, que te sientas valorado… La Liga está sufriendo mucho. No sé hasta qué punto puede bajar más, porque está rozando límites de amateur, con clubes históricos al borde de la desaparición. Es muy duro ir a jugar a pistas en las que no hay gente, enfrentarte a equipos donde a los jugadores, muchos jóvenes, no les están pagando. Es triste. Tengo un año más de contrato y si todo va bien seguiré aquí, es mi intención. Pero en la cabeza, ya no en la mía, en la de todos, entra la posibilidad de tener que salir. También por vivir una experiencia fuera. Nunca se sabe.
P. ¿El Barça es el peor rival que les podía tocar?
R. De los cuatro posibles, yo era el que no quería. Es el que está más fuerte, al que menos se puede sorprender. Últimamente siempre nos han ganado, pero eso puede ser un arma de doble filo: cuantas más veces ganas a un rival más cerca estás de la derrota. Evidentemente son favoritos. Partimos de que a la final four no vamos y todo lo que surja será positivo. Ahí radica nuestra fuerza. El Barça está muy bien, no tiene nadie lesionado, repasas su plantilla y piensas a quién quitarías y a quién pondrías, por no decir que no cambiarías nada. Lo de que nos tenga minada la moral… hasta cierto punto: cuando les ganábamos antes muchas veces seguidas yo no quería jugar contra ellos, porque cada vez era más complicado vencerles.
Partimos de que a la final four no vamos y todo lo que surja será positivo. Ahí radica nuestra fuerza
P. Como campeón del mundo que es, ¿qué le parece la marcha de Valero?
R. Cada uno tiene sus motivos. Solo le deseo que le vaya bien. Ha construido una selección que es un equipo. Espero, y creo, que el que venga, si tiene dos dedos de frente, siga esa línea. El bloque debería ser el mismo, aunque también pueda entrar gente joven que lo está haciendo bien, o gente no tan joven que también. Pero hay que seguir este camino. Parece fácil, pero cuesta mucho llegar hasta ahí.
P. ¿España está por encima de un entrenador?
R. Espero que sí, porque si no estamos jodidos. Evidentemente Valero ha ayudado mucho. No quiero menospreciar su trabajo ni mucho menos. Pero parece que cuando un entrenador se va es el fin del mundo y eso no es así. Nosotros nos hemos empapado de su calidad. Confío en que el equipo siga con la mentalidad que nos ha transmitido. Veo un bloque fuerte en lo personal, somos una piña que veo difícil que vaya a cambiar porque llegue un nuevo entrenador. Si es así, mala señal.
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