Mano de santo
El día de su regreso al Camp Nou, Vilanova cedió el protagonismo a Abidal, Cesc y Alexis
Tito Vilanova, reo de su compromiso, reapareció el sábado en el Camp Nou, por donde no asomaba desde el 16 de enero de 2013, noche en la que el Málaga empató a dos en partido de la Copa del Rey. El club azulgrana no le organizó ninguna fiesta de recibimiento, seguramente porque el técnico no quiso un mayor protagonismo; hay cosas que se saben sin necesidad de preguntar. “Conociéndole, si le montamos algo nos retira el saludo”, admitía ayer un veterano empleado de la entidad barcelonista. Tan valiente como vergonzoso, Vilanova convirtió su vuelta a casa en la inolvidable noche en la que Eric Abidal regresó al fútbol. La única referencia la dejó su amigo y mano derecha, Jordi Roura, al comparecer en la rueda de prensa posterior al partido. “Estamos muy contentos por el regreso de Abi… y también por ver otra vez ocupado el asiento de Tito en el banquillo”.
Vilanova siempre fue mejor en el pase que en el regate, pero lo de ayer, lo hubiera firmado el mismo Garrincha. El entrenador del Barcelona, con mano de santo, recuperó a Cesc Fàbregas y a Alexis Sánchez, no para la causa, que ni el chileno ni el catalán han dimitido nunca, sino para el afecto de los aficionados, quienes terminaron aplaudiendo a dos futbolistas malqueridos. Tito se salió del foco con la misma naturalidad que va y viene del campo de entrenamiento. Vilanova sabía mejor que nadie lo importante que era para el jugador francés su familia y para el equipo vivir una noche como la que le regaló contra el Mallorca después que le hubiera convocado ya para Vigo, viaje que no realizó el entrenador.
“Conociéndole, si le montamos algo de bienvenida nos retira el saludo”, admitía ayer un veterano empleado de la entidad barcelonista
El técnico sabía que Abidal estaba listo y le dio el empujón; ayer, la prensa de medio mundo habló de Abi porque la noticia de su vuelta a los terrenos de juego trasciende lo futbolístico.
Pero también el regreso al banquillo del Camp Nou de Vilanova tiene su trascendencia, por mucho que él y el Barcelona lo vistan de normal. A Tito, el día que se presentó en Barcelona procedente de Nueva York, el presidente Sandro Rosell y el director deportivo Andoni Zubizarreta le invitaron a irse a casa y a descansar, pero él se tomó un día para estar con sus hijos y sus padres y a la mañana siguiente ya asomó por el vestuario. Hasta última hora estuvo a punto de subirse al avión camino de Vigo, pero entre la familia, los médicos y su equipo de colaboradores le convencieron de que no valía la pena, que era mucho mejor que tomara resuello Y eso hizo, descansar el sábado; el domingo volvió al trabajo y el lunes se fue con el equipo a París para afrontar un partido de importancia capital contra el PSG.
“Cualquier persona en su situación estaría en casa”, aseguran en el vestuario y en el club
El entrenador del Barcelona está haciendo un esfuerzo tremendo. Por mucho que las secuelas del tratamiento sean evidentes, más allá de lo que esconde la bufanda con la que se cubre el cuello, Vilanova insiste en que le viene bien regresar a la rutina del trabajo. Lo mismo hizo hace hace poco más de un año, cuando era el segundo de Guardiola y regresó al trabajo a las dos semanas de abandonar la clínica, cuando lo normal es pasarse dos meses de baja tras ser intervenido de la glándula parótida. Así que en el club han asumido que su entrenador es de una pasta especial. “Cualquier persona en su situación estaría en casa”, aseguran en el vestuario y en el club. Tito no, Tito ha vuelto al banquillo y canta de nuevo las alineaciones y los cambios a su manera, sin pensar en el que dirán. El sábado había temor porque se pudieran lesionar Alves, Piqué e Iniesta, imprescindibles para el miércoles contra el PSG, y al final resultó que el Barça goleó al Mallorca con Cesc y Alexis como figuras; Dos Santos y Deulofeu como complementos: y Abidal como héroe. Tito ni siquiera compareció en la sala de prensa. No quiere focos solo aspira a que gane el Barça.
Adriano y Pedro, antes que Messi
Messi continúa en manos del fisioterapeuta, recuperándose de su lesión en el bíceps femoral de la pierna derecha, lesión que se produjo el martes pasado en París. Ahora mismo su alineación es más que dudosa en el partido del miércoles contra el PSG. A la espera de su evolución, podría darse el caso que el delantero argentino fuera convocado mañana y se sentara en el banquillo del Camp Nou, para saltar a la cancha solo en caso necesario.
Adriano y Pedro, en cambio, mejoran de sus dolencias y se les supone a punto para el encuentro de la Liga de Campeones. Ambos podrían ser incluso titulares: Pedro debería competir con Alexis y, en cierto modo, con Villa por dos plazas en el once titular —el Guaje descansó ante el Mallorca— mientras que Adriano podría formar pareja con Piqué en el eje de la defensa, como ya pasó contra el Madrid. Ausente Mascherano por lesión, la otra alternativa defensiva es Bartra, que completó una buena actuación frente al Mallorca.
Los azulgrana gozan hoy de día de fiesta y se entrenarán mañana antes de quedar concentrados en un hotel de Barcelona.
“Fue una desgracia que en París nos empataran en la última jugada, pero el resultado de 2-2 no es malo sino bueno”, afirmó Xavi en una entrevista a la UEFA. “Llevamos cuatro o cinco años excelentes y creo que esta generación todavía puede hacer grandes partidos y conseguir más éxitos”. Y, preguntado por el regreso de Vilanova, añadió: “Tito regresó y lo ha hecho animado y motivado, con confianza y mentalidad positiva”.
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