Pedrosa redobla su confianza

No parecía haber empezado con muy buen pie la temporada: las primeras sesiones libres en Losail, sobre un trazado cubierto de arena y polvo, en tardes desapacibles con un viento muy propio de escenarios desérticos como este, las completó con tiempos más bien discretos. Al final, la clasificación combinada de las tres prácticas (una el jueves y dos el viernes), la que determinará a partir de este año la pelea por los mejores puestos en busca de la pole el sábado, lo coloca en sexto lugar -a 0,4 segundos de Márquez, que le birló el primer puesto a Lorenzo por una milésima de segundo en la última vuelta- gracias a una última sesión en la que mejoró sus sensaciones en frenada y con el agarre de la pista. Con problemas o sin ellos, Dani Pedrosa es uno de los grandes favoritos al título. Por cómo acabó la temporada el año pasado y por la pretemporada que ha realizado. Claro que no caminará solo en busca de su objetivo.

Si en 2012 Pedrosa tenía que batallar inicialmente con Stoner -descartado de manera prematura por una terrible fractura de tobillo- y con Lorenzo, en lo que terminó siendo un duelo excelso, este año ve como se le multiplican los rivales: a Lorenzo debe añadir a su nuevo compañero de equipo, Márquez, tan atrevido y talentoso; a Rossi, de nuevo competitivo con una Yamaha; e incluso, quién sabe si no se sumarán a la fiesta pilotos como Crutchlow o Bradl. Los contrincantes crecen en paddock y Pedrosa, que completó un final de temporada brillante en el 2012, deberá enseñar los dientes desde la primera carrera del año, algo a lo que no está tan acostumbrado.

Hasta ahora el piloto de Honda nunca se ha estrenado con una victoria en la temporada. 2008 fue el año en que logró un triunfo más pronto: en la segunda carrera del curso, en Jerez; la temporada pasada no ganó hasta la octava cita del calendario: Sachsenring. Su objetivo, según él mismo confesaría, era llegar al ecuador del campeonato con opciones de pelear por el título: quería evitar las caídas, ahuyentar la mala suerte, esquivar las lesiones, que tantas temporadas le han amargado. "Puedo ser más agresivo ahora que en la primera parte de la temporada. Ese era el plan, ser más conservador al principio e intentar no cometer errores", explicaría entonces.

Ya no solo pelea contra Lorenzo y Rossi, sino ante su nuevo compañero, Márquez

Y lo consiguió. Y demostró que su plan era coherente cuando se plantó en Misano a 13 escasos puntos de Lorenzo. Ocurrió que hay contratiempos que uno no puede controlar, como que te arrolle otro compañero -como hizo Barberà con él en el primer giro- por mucho que la prudencia haya marcado tu trayectoria. Al final, el empuje de Lorenzo al inicio del Mundial pudo más que el excelente final de campeonato de Pedrosa, que veía como su rival contemporizaba en carrera y sumaba un podio tras otro camino de su segundo título mundial. Pero aquello no puede más que insuflar confianza a Pedrosa, que, cree su jefe de mecánicos, Mike Leitner, todavía puede pulirse algo más: "Su actuación en la segunda parte del campeonato del año pasado hace pensar que realmente está en su mejor forma. Cuando ganas seis de las últimas ocho carreras estás en el nivel máximo. Sin embargo, siempre hay un poco de margen de mejora". De momento, el piloto de Castellar del Vallés cree en él y en su moto: "El trabajo durante la pretemporada está bien hecho", dice sin dudarlo.

El curso pasado dio un salto de calidad: mejoró en las frenadas y bajo la lluvia, aprendió a derrapar mejor y a ser más competitivo cuando los neumáticos se degradan, y se convirtió, en definitiva, en un piloto más agresivo. Lo demostró en la República Checa, donde firmó un final de carrera como nunca antes se le había visto: corajudo y poderoso en el cuerpo a cuerpo con Lorenzo. "Evidentemente aquello me dio un poco más de confianza a la hora de afrontar situaciones parecidas, pero ha sido algo que ha llegado con la constancia. Aquella carrera demostró que también podía ganar así, pero el auténtico cambio fue la progresión vista a partir del verano", reflexionaba. No tiene más que seguir en la misma línea. La confianza que ganó en 2012 ya no la perderá: "No fue solo un factor el que determinó el cambio. Eres tú, la gente que hay detrás de ti, cómo logras tus objetivos y los efectos que esos logros tienen en ti, y, por supuesto cómo estás físicamente. Es un todo. Aquí no se trata de dos más dos. La confianza no es algo palpable. Y llega con el paso de los días, del trabajo, los resultados y las sensaciones", concede ya en Catar, donde el Mundial ya está en marcha.