“Buscábamos marcar y no encajar”

Los siete partidos que el Real Madrid llevaba encajando al menos un gol y la presencia de Drogba y Yilmaz en el ataque del Galatasaray provocó que en los días previos al partido José Mourinho sobrecargara de información a sus defensas sobre cómo parar a una pareja tan rocosa como poderosa en el juego aéreo. La dupla de Terim sometió a Sergio Ramos y a Varane a una prueba principalmente física en los balones aéreos y en sus desmarques hacia los costados. “El míster nos dijo que no teníamos que dejarles espacios”, aseguró Varane. El central francés volvió a estar imperial en el cruce y en los duelos en los que se citó con Drogba y Yilmaz. En uno de los arrastres para rebañar el balón del que salió ganador ante Drogba, el Bernabéu se le volvió a entregar. “Sé que juego en un equipo grande y no me preocupa la presión”, espetó con tono de veterano resabiado que contrastaba con el aire juvenil que le daba la camisa vaquera que lucía. Los discursos de Varane, de 19 años, son sosegados, con un tono lineal y una visión analítica de todo lo que sucede a su alrededor. “Drogba es un jugador muy especial, muy fuerte y juega muy bien de espaldas a la portería. Se trataba de que no recibieran la pelota con espacios para maniobrar y había que estar muy pendientes para anticiparse”, abundó. Varane solo cometió una falta, Ramos dos, en su tarea de parar a una delantera que hace del choque en los balones largos un arte. Fue el futbolista del Madrid que más balones recuperó (11) y volvió a dejar la sensación de que es inamovible en el eje de la defensa. “El míster dice que tengo que estar serio”, continuó el central francés, que en el último mes ha tenido que medirse a Van Persie, a Messi y a Drogba. “Son futbolistas distintos, los tres han sido complicados de marcar”. “Es el resultado que buscábamos. Marcar y no encajar”, confirmó Xabi Alonso, que forzó la amarilla para no presentarse limpio en las semifinales.

Si el equipo de Mourinho alcanzó el objetivo de no ver su puerta perforada, también logró otro que tenía que ver con su ataque. Los tres goles se los repartieron entre los tres delanteros que jugaron. Cristiano, Benzema e Higuaín. “Que llevo menos goles que el año pasado es una realidad, pero esto es fútbol. El mister no presiona a los delanteros para que marquemos, quiere que trabajemos para el equipo”, dijo Higuaín, autor del tercer tanto en un cabezazo a un saque de falta de Xabi Alonso que supuso su primer gol en la competición. “El gol fue importante porque con 2-0 un tanto de ellos nos complicaba mucho. Afortunadamente lo hicimos nosotros, fue un tanto importante, aunque nos queda un partido jodido”.

“Yo siempre espero jugar, trabajo para ello”, decía sonriente Benzema mientras se ajustaba la mochila de colegial que le colgaba a la espalda. Desplazó a Higuaín de la titularidad para un partido en el que Mourinho le prefirió porque necesitaba menos trabajo que juego arriba. El delantero francés lleva 30 goles en 50 partidos en Liga de Campeones. “Es una competición que se me da bien”, aseguró antes de congratularse también por los goles de sus compañeros de línea: “Que los tres delanteros marquemos en un partido tan importante es bueno paras el equipo”. Tras ser abucheado en Saint Denis por sus propios compatriotas en el Francia-España de la semana pasada, Benzema dijo “necesitar este gol”, pero “siempre necesito marcar”. “Lo de París ya pasó, y no quiero pensar más en ello”, abundó. Ninguno de los jugadores del Madrid quiso dar por sentenciada la eliminatoria, aunque Ramos y Alonso forzaran perderse el partido de vuelta. “En el fútbol pueden ocurrir muchas cosas. Quedan 90 minutos y hay que seguir con intensidad y con tensión competitiva”, concluyó Alonso. “En el fútbol nunca es bueno ir a lo loco, pero tenemos que intentarlo”, advirtió el español Riera, que salió en defensa del planteamiento de Terim: “Hicimos una propuesta valiente”.