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29ª JORNADA DE LIGA | MALLORCA, 2 - DEPORTIVO, 3
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Deportivo ve la luz y deja en tiniebla al Mallorca

El equipo coruñés vuelve a ganar fuera de casa en Primera División tras 24 visitas sin lograrlo

Los jugadores del Depor celebran un gol
Los jugadores del Depor celebran un golMONTSERRAT T DIEZ (EFE)

El fútbol moderno ha cambiado la competición. Antaño, no hace tanto tiempo, casi todos los partidos se jugaban el domingo a las cinco, en un carrusel en el que las noticias transitaban de campo en campo y modelaban partidos teñidos por el encanto de lo espontáneo e imprevisto. Desde que no se juegan siquiera dos partidos a la misma hora, los equipos varían el libreto antes de salir al campo. Ocurrió esta jornada en Palma. En la víspera Zaragoza y Celta habían arañado sendos empates ante los dos grandes, por la mañana Osasuna sacó los tres puntos en su visita a Valladolid. El desparrame en la cola de la tabla obligaba a Mallorca y a Deportivo todavía más de lo que intuyeron durante los últimos quince días a la espera de su duelo. Ganaron los coruñeses, que siguen colistas, pero se quedan a un punto de Mallorca y Celta y a cuatro del Zaragoza, que marca la salvación y al que recibirán el sábado en Riazor.

La tensión atenaza, la responsabilidad abruma porque las aficiones se vuelcan, apoyan pero a la vez exigen, hacen ver a los futbolistas que en juego están algo más que unos puntos, que se dilucidan muchos futuros, intangibles como el orgullo de una ciudad o incluso tangibles como puestos de trabajo. Bajo ese tejado el fútbol se convierte en un ejercicio doliente en el que cualquier vuelco adquiere características dramáticas. Incluso aquellos que favorecen. Le ocurrió al Mallorca, que llegó al gol apenas pasado el cuarto de hora y acabó padeciendo un calvario, perdió la leve iniciativa que había adquirido sobre el césped y en el marcador y lamentó una derrota que puede acarrearle funestas consecuencias .

Mallorca, 2 - Deportivo, 3

Mallorca: Aouate; Hutton, Geromel, Nunes, Luna; Martí (Nsue, m. 56), Pina, Tissone (Márquez, m. 77); Alfaro, Víctor (Hemed, m. 56) y Giovani. No utilizados: Calatayud; Kevin, Bigas y Pereira.

Deportivo: Aranzubía; Manuel Pablo, Aythami, Marchena, Silvio; Abel Aguilar, Juan Domínguez; Bruno Gama (Salomão, m. 74), Valerón (Zé Castro, m. 88), Pizzi; y Riki (Nelson Oliveira, m. 79). No utilizados: Lux; Álex Bergantiños, Assunçao y Camuñas.

Goles: 1-0. M. 18. Víctor. 1-1. M. 26. Silvio. 1-2. M. 47. Marchena; 1-3. M. 59. Riki; 2-3. M. 85. Nsué.

Árbitro: Ayza Gámez. Amonestó a Martí, Pina, Geromel y Marchena.

Unos 18.000 espectadores en son Moix.

Marcaron los locales en una acción en la que les sonrió la fortuna, en la que se sucedió un error mayúsculo en el despeje de Marchena para habilitar a Víctor ante la frontal. Su disparo, timorato, tocó en Silvio y entró manso hasta la red, pero el Mallorca se derrumbó, cedió la pelota. La recogió el Deportivo. Habría que ver que mecanismos se activan en los equipos y en sus integrantes en estas situaciones, quizás tengan que ver con que la desesperación desinhibe. También con la fortaleza de quienes ya se han visto en guerras similares, como Valerón, al que encontraron sus compañeros cuando más lo necesitaban.

El Depor mejoró con el gol en contra, pero el empate estuvo lejos de ser una acción colectiva, fue un arrebato de Silvio, que animado por la inacción mallorquinista encontró un pasillo para engatillar un disparo colocado que desbordó a Aoaute. Sin mayores exhibiciones, el colista fue más que el Mallorca, se acomodó sin mayor sobresalto que un libre directo de Giovani que se fue junto al palo al filo del descanso, un nuevo error de Marchena, que se redimió al regresar del receso con un gol en el que tres jugadores del Deportivo tocaron la pelota en el área tras centro de Pizzi. Entonces la desesperación cambió de barrio y se tamizó con la prisa. El Mallorca se destapó en medio campo y concedió una contra de Pizzi que acabó en gol de Riki, fruto de otro rechace afortunado. Cargó el Mallorca con todo, con Hemed, sorprendente suplente de inicio, y el Deportivo se mantuvo alerta para dar respuesta, pero topó con Ayza Gámez, que obvió una mano de Hutton al filo del área local y acabó por permitir un gol en flagrante fuera de juego de Nsue.

Para entonces el equipo coruñés había crecido tanto que se permitía hasta algún rondo, dotado como estaba por Fernando Vázquez por peloteros como Valerón, Juan Domínguez o el propio Abel Aguilar, colosal también en la resta. Pero el equipo arbitral convirtió el final en un drama en el que el Mallorca, que estaba descosido y derrotado, olfateó la igualada. Más junto, algo más recio de lo acostumbrado en defensa, tras encontrar la justa mezcla que con Oltra sobraba y con Domingos faltaba, el Deportivo tocó un cielo que tampoco estaba tan alto: sumó por primera vez en la Liga su segunda victoria consecutiva y tras 24 visitas infructuosas volvió a ganar en un campo de Primera División.

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