Tremmell Darden, algo más que un remiendo
El Madrid ficha a coste cero al alero estadounidense del Zalgiris para suplir la baja de Pocius y apuntalar una posición estratégica
Hace una semana en Kaunas se disputaron varios partidos en uno. Por un lado el que el Madrid ganó al Zalgiris en la prórroga (104-105) para consolidar el liderato de su grupo del top 16 de la Euroliga; por otro, el que libró la afición del Zalgiro Arena contra Rudy Fernández y que acabó en la condenable agresión al escolta mallorquín; y, en tercer lugar, la exhibición que firmó Tremmell Darden contra el que sabía que iba a ser su próximo equipo. Aquel día el alero estadounidense firmó 20 puntos (con un solo fallo en el tiro), cinco rebotes y dos asistencias para un 24 de valoración y fue el único capaz de seguir la estela de un excelso Mirotic.
Como ya ocurriera con Kalnietis o Jabber, la crítica situación económica del Zalgiris, cuyos impagos a jugadores y cuerpo técnico se prolongan más allá de los tres meses, ha forzado al club lituano a abrir la puerta a otra de sus estrellas, que recala en el Madrid a coste cero por lo que resta de temporada y una más hasta el verano de 2014.
Darden, de 31 años y 1,94 metros, era el cuarto jugador más utilizado por Joan Plaza y hasta la fecha promediaba 9,9 puntos y 3,9 rebotes en la Euroliga. No podrá disputar la competición europea con el Madrid porque su incorporación llega fuera de plazo, pero en el club blanco se le considera un fichaje estratégico, no un parche. En primera instancia, llega para cubrir el hueco de Martinas Pocius, de baja durante al menos dos meses por una fractura de estrés en la epífisis distal del tobillo derecho, pero su contratación responde a la idea de la dirección deportiva madridista de apuntalar una posición en la que creen que ha estado la clave de sus últimos títulos perdidos ante el Barcelona.
El conjunto blanco quiere fortalecer la posición de tres y tener un antídoto para Pete Mickeal
Ni Carlos Suárez, ni Singler (el curso pasado), ni el propio Pocius han sido capaces de encontrar el antídoto para sujetar a Pete Mickeal. El azulgrana se coronó ante los blancos en el playoff por el título de la pasada Liga y en el partido de cuartos de la última Copa del Rey en Vitoria. Ahora se confía en la capacidad atlética, la intensidad defensiva y la versatilidad de Darden para consolidar el puesto de tres. Con buena mano para el tiro de media y larga distancia y una meritoria capacidad reboteadora, el californiano cumple además dos de los requisitos que marca la política de fichajes madridista: una vida ordenada y el conocimiento de la Liga ACB.
Darden jugó la pasada temporada en el Unicaja de Málaga, donde promedió 8,3 puntos y 3,3 rebotes por partido sin acabar de cuajar en un equipo que se destartaló en el tramo decisivo de la competición. Antes de recalar en España, el estadounidense, formado en la Universidad de Niágara, dio el salto a Europa para jugar en las filas del Erdemirspor Belediyesi de Turquía. Dos campañas más tarde, fichó por el Spirou Charleroi, belga, con el que conquistó la Liga y disputó la ULEB. Posteriormente se fue a Australia, donde se proclamó campeón de la NBL con el Melbourne South Dragons. Pero el punto de inflexión que le postuló para llegar a la élite del baloncesto europeo llegó en su etapa en el Nancy. Allí ganó el campeonato francés promediando 17,1 puntos, 6,5 rebotes, 2,3 asistencias y 19,7 de valoración en 35 minutos de juego, lo que le permitió fichar por Unicaja y un año después por el Zalgiris Kaunas, con el que conquistó la Supercopa lituana en 2012.
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