Un cacique en entredicho

“Es un jugador que conoce la Liga, ha jugado un número importante de partidos y viene a competir con los dos centrales que tenemos. Es diferente, contundente, y aportará el plus de motivación que necesitan todos los jugadores”, decía Caminero, director deportivo del Atlético de Madrid, en la presentación de Cata Díaz (Catamarca, Argentina, 33 años). Su fichaje se relacionó con la necesaria llegada de uno de esos centrales cortantes que marcan la raya, un cacique ahora en entredicho por algunas de sus últimas actuaciones como rojiblanco.

Con Godín sancionado, el Cata Díaz formará pareja con Miranda en el duelo de esta noche en el que el Atlético se juega su pase a la final de Copa en Sevilla. La cita no le llega en su mejor momento a este central al que su padre bautizó como Daniel Alberto en homenaje a Passarella, otro cacique implacable en el cruce y en el gobierno del área. “¿Pero el Cata juega solo? Pensé que era un partido de tenis. Para mí es un jugador extraordinario, con mucha personalidad. Jugó en Boca Júniors, jugó muchas finales en estadios llenos... Es un jugador importante”, le defiende Diego Pablo Simeone cuando se le pregunta por las críticas que últimamente ha recibido.

“Jugó finales con Boca, tiene personalidad, es importante”, le defiende Simeone

Al Cata le aguarda esta noche un partido que reúne todos los grandes condicionantes que mitifican la Copa: un ambiente cargado, una ventaja mínima (2-1), el pase a la final en juego y un delantero como Negredo.

Por su rendimiento en las cinco temporadas en el Getafe, por su paso por Boca, donde incluso se le recuerda un caño antológico al Muñeco Gallardo en un clásico con River, o por su condición de internacional, no se esperaba que el Cata Díaz fuera a estar señalado por la hinchada colchonera debido a una frecuencia de errores que no se le habían visto antes.

Ha estado involucrado en goles encajados por el Atlético en algunas de las derrotas más dolorosas. En el derbi con el Madrid, en el que Simeone le hizo jugar de lateral izquierdo, se quedó enganchado en el segundo gol, obra de Özil. Ante el Rayo, en Vallecas, después de que Piti se colara entre Juanfran y Miranda no acertó a despejar el centro raso que acabó empujando Lass. En San Mamés, picó en el arrastre de Ibai Gómez que permitió que Susaeta entrara solo por el centro para hacer el segundo tanto. El Calderón terminó por hacerle saber su malestar la noche del Rubin Kazan (0-2), en la que Rondón le sacó de punto unas cuantas veces, incluido en el primer tanto. En la vuelta en Moscú ya controló mejor al venezolano, pero en el duelo de Madrid, Simeone le reemplazó a la hora de juego.

Puede que acuse la falta de continuidad, que en un central es un aspecto muy importante"

“Sus condiciones defensivas son muy buenas, es muy competitivo, puede que acuse la falta de continuidad, que en un central es muy importante. En el Getafe estaba acostumbrado a jugarlo todo”, esgrime Toni Muñoz, director deportivo del Getafe. “Quizá porque he sido defensa no soy partidario de culpabilizar a un solo jugador en los goles encajados. El Cata siempre ha sido excepcional en la marca, siempre muy concentrado. He jugado más de 400 partidos con el Atlético y esa camiseta tiene mucha exigencia, puede que acuse eso”, dice el excentral rojiblanco Miguel Ángel Ruiz.

En el club hablan de un futbolista que “disfruta con los entrenamientos” y de un tipo “reservado e introvertido”. Fichó por el Atlético avalado por su trayectoria y por la fe que le tiene Simeone, que ya lo quiso contratar cuando dirigía al Racing de Avellaneda. Fue una operación relámpago que evitó que recalara en el Sevilla. Míchel le había dirigido en el Getafe y el Cata estaba conforme con ese destino hasta que se cruzaron el Atlético, Simeone y la posibilidad de seguir viviendo en Madrid.