Masoud firma una belleza de gol

El partido se agotaba y parecía condenado a las tablas firmada por la brillante actuación de los porteros, Keylor Navas y Andrés Fernández. Pero entró Masoud y rompió todos los esquemas. En su primera intervención, el delantero iraní, de 28 años, pifió un control muy fácil. Podía pensarse en una falta de concentración. O quizá estaba buscando la inspiración. Le apareció poco después en una belleza de gol. Desde el callejón del 10, tiró una cola de vaca para deshacerse de Iborra, avistó a Keylor en lontananza y le clavó la pelota combada al segundo palo. El vuelo del meta costarricense resultó inútil. Masoud, un artista con botas, volvía a marcar dos años y medio después, machacado este tiempo por las lesiones. Osasuna confirma su línea ascendente, en su segundo triunfo fuera de casa, ya lejos de las calderas del descenso. Y el Levante, que perdonó en el primer tiempo, se hundió en el segundo, tal vez cansado de sus avatares europeos. Perdió, además, a uno de sus jugadores más valiosos, el mediocentro senegalés Diop, que abandonó el estadio conmocionado tras un choque con Armenteros.

 Andrés Fernández y Martins mantuvieron un duelo casi personal. Ambos entendieron que de él dependía el resultado del encuentro. El portero murciano venció en los dos envites, rapidísimo para cortar los remates del nigeriano, ambos con su pierna mala, la derecha. Hay que ser muy veloz para frenar a Martins. El conjunto de Mendilibar ha crecido a partir de la consistencia de chileno Silva en la medular. El centro de De Las Cuevas se encontró con un brutal choque de cabezas entre Armenteros y Diop. El senegalés fue retirado en camilla ante la cara asustadas de sus compañeros.

El partido se abrió y Keylor voló para parar un tiro ajustadísimo de Armenteros. Fatigado el Levante por su desacostumbrada aventura europea, Mendilibar puso toda la artillería con Kike Sola y Masoud aunque después se tapara con la presencia de Puñal. Entre los tres acribillaron al Levante. Al gol de Masoud se sumó un robo posterior de Puñal coronado por un trallazo de Kike Sola. En una noche áspera, de viento y frío en Valencia, afeada todavía más por la lesión de Diop, Masoud convirtió la poesía en gol.