Un problema de puños ‘blandos’
La falta de contundencia al despejar los balones aéreos centra las críticas sobre De Gea
A sus 71 años, a Sir Alex Ferguson no le tiembla la voz cuando se trata de soltar bocados de realidad en sus comparencias públicas. No le importó lo más mínimo la presencia, ayer, de David de Gea a su derecha cuando fue preguntado por el portero. Ferguson hizo un análisis cargado de realismo. “Ha demostrado su carácter porque ha superado muchas crisis. Tiene mucha concentración. En el United somos buenos en el desarrollo de los jugadores, como futbolistas y como personas. David aún tiene que madurar en el fútbol inglés, tiene que crecer físicamente, es joven, está dando sus primeros pasos y ha tenido momentos flojos, a veces de forma reiterada, pero se sobrepuso, ha dado pasos adelante y seguirá avanzando”.
Probablemente ningún futbolista del Manchester United acumule tanta presión ante la cita de esta noche como De Gea. La prensa inglesa y los sectores más críticos de los seguidores del United llevan días preguntándose por la capacidad del portero, de 21 años, para superar una prueba tan exigente como la de defender la portería en un escenario como el Santiago Bernabéu.
“Las complicaciones sirven para mejorar y hacerse fuerte y yo creo que ahora soy mucho mejor portero. Al principio lo pasé mal, siempre se hace complicado adaptarse a otro país y al salir tan joven hubo malos momentos”, reconoce el portero.
Las complicaciones te hacen más fuerte y ahora soy mejor portero” De Gea, portero del ManU
Cuando las críticas han aparecido, Ferguson ha sido el primer defensor del meta, aunque alguna vez se haya visto obligado a relegarle al banquillo para sacudirle la presión y apartarlo de los focos. “No me interesan las discusiones sobre críticas porque son injustas e infundadas. Tienes que escuchar a varios idiotas durante el partido”, le disculpó su técnico cuando un error en una salida ante el Tottenham propició el gol del empate en el descuento. “Los porteros están en una posición clave y se ven más sus fallos, pero un jugador de campo comete muchos más errores a lo largo de un partido. Es una lástima por David, pero vamos a ayudarle”, anunció entonces.
Gran parte de las críticas que ha recibido De Gea en los últimos tiempos tienen que ver con sus salidas de puños en los balones aéreos. Le cuesta imponer su delgada contextura física en una Liga donde los centrales y los delanteros entran al remate de cabeza como camiones. Por eso Ferguson habló ayer de la necesidad de que crezca físicamente. No es un problema de altura —mide 193 centímetros—, es una cuestión de músculos y de hacerse respetar. “Ha tenido altibajos, la Premier es distinta de la Liga española. Ha dejado algunos despejes de puños muy cortos”, dice Ángel Mejías, exportero del Atlético de Madrid y exentrenador de De Gea en las categorías inferiores rojiblancas. “Arconada era bajo, pero salía con la rodilla por delante o ponía los tacos en la cara de los delanteros y estos ya no aparecían por sus alrededores”, prosigue Mejías.
Lo que no se discute o muy poco en Inglaterra es la capacidad de De Gea para detener disparos. “Tiene buenas manos y siempre que pueda bloca los remates”, añade Mejías.
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