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Una primera parte para olvidar

Simeone no reconoció su equipo en los 45 minutos inciales de Vallecas en los que recibió el mismo número de remates que promedia por partido

Ladislao J. Moñino
Falcao se lamenta durante el encuentro.
Falcao se lamenta durante el encuentro.Andres Kudacki (AP)

“Si el partido se divide en dos, se puede decir que el Rayo nos ganó en el primer tiempo porque hizo dos goles y en el segundo ganamos nosotros porque hicimos un gol y ellos ninguno”. La derrota en Vallecas le dolió a Diego Pablo Simeone por el cómo llegó. De alguna manera, el técnico argentino quiso separar intencionadamente lo que había sucedido en el terreno de juego. De lo que fue su equipo antes y después de que en el vestuario dejara a Adrián y su arenga corrigiera esa actitud desconocida.

Simeone no reconoció a sus futbolistas en esa primera mitad en la que la puesta en escena retrató a un conjunto despistado, sin la intensidad y la concentración con la que acostumbra a entrar en los partidos. Fue golpeado desde el inicio del primer periodo, en el que recibió 9 remates, los mismos que promedia por partido en este curso.

Los goles encajados radiografiaron la baja atención con la que los rojiblancos saltaron a Vallecas. En el primero, Piti se coló entre Juanfran y Miranda para recibir a la carrera. Cata Díaz no acertó a despejar el pase raso del capitán franjirrojo y Filipe Luis no se enteró de que Lass acudía a su espalda, sin marca alguna, al remate. En el segundo, el propio Lass tuvo tiempo de controlar la pelota, levantar la cabeza y atisbar el desmarque de Leo Baptistao, que se anticipó al Cata Díaz.

No está acostumbrada la defensa rojiblanca a tanta actividad como a la que fue sometida por el Rayo en la primera mitad. No logró el Atlético frenar la salida limpia del Rayo con esa presión arriba que tantos réditos le ha dado durante el curso y que tanto le evita tener que elaborar el juego para crear situaciones de gol. La charla y las correciones de Simeone en el descanso provocaron que el Atlético mostrara una cara más reconocible, aunque no le diera para empatar. Casi duplicó el robo de balones en las inmediaciones del área rayista, 20 por 11 en el primer tiempo.

En total, en el segundo periodo recuperó 42, 10 más que el primero y el aumento de la intensidad también se vio reflejado en el número de faltas cometidas, cinco en la primera mitad y 11 en la segunda. Esa recuperación de las constantes que definen gran parte de su juego dejó al Rayo con un solo disparo tras la reanudación y un aumento considerable de los del Atlético, que pasó de 7 a 13, aunque solo Falcao, en el descuento acertara a marcar.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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