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El ‘cuatro’ inglés

Cleverley, medio del Manchester, representa el intento del giro británico hacia el toque sin perder la pasión por la ida y vuelta

l. j. moñino
Cleverley conduce el balón ante dos jugadores del Everton.
Cleverley conduce el balón ante dos jugadores del Everton. a. yates (AFP)

Tras el primer entrenamiento de Tom Cleverley (Basingstoke, Inglaterra, 1989), durante su cesión al Wigan en la temporada 2010-2011, Roberto Martínez decidió reunir a su cuerpo técnico. Intuía el potencial de ese veinteañero que rompía con el estereotipo del centrocampista inglés, pero aquella primera toma de contacto removió el pensamiento del técnico español. “Buscábamos un jugador que nos ayudara a terminar bien los partidos, con energía y con técnica. Tras aquel primer entrenamiento llegamos a la conclusión de que iba a ser nuestra referencia. Nos obligó a modificar nuestro esquema para adaptarlo a él. Nos dimos cuenta de que nos iba a incrementar mucho la velocidad de circulación del balón”, rememora el técnico, impresionado por su seguridad en el golpeo con el interior y su manera de presentarse con soluciones vertiginosas y rápidas a un toque en cada circuito del balón: “Su golpeo en el pase es similar al de grandes como Guardiola, De la Peña o Beckham, es muy seguro, pero también es bueno en la finalización de las jugadas”.

El impacto del juego de Cleverley en el Manchester United tampoco lo pasa por alto Michael Laudrup, técnico del Swansea: “Parece que no hace nada, que no está, pero mucho juego del United y su equilibrio en el medio pasan por él”. “Sus conceptos técnico-tácticos no son de la tradicional escuela británica, sino que pertenece a una nueva generación de jugadores ingleses que tienen una gran condición técnica”, abunda Roberto Martínez, que no duda en situarlo en la línea de fabricación de la escuela holandesa o de La Masia. Cleverley contribuye al inicio del juego desde atrás, ofreciéndose constantemente con la certeza de saber qué hacer con la pelota antes de recibirla. La inequívoca seña de identidad de la escuela del 4 que instauró Cruyff para crear una cadena evolutiva: Milla, Amor, Guardiola, Arteta, Xavi... “Si quieres hacer un juego en ataque más organizado puede jugar por delante de los dos centrales, pero también tiene mucha llegada, visión y pase y puede jugar más adelantado. Es muy dinámico, completo y, pese a su juventud, entiende muy bien el juego”, le describe Luis Milla, que aún conserva las notas sobre él del Europeo sub-21 de 2011, en el que España tuvo que medirse a Inglaterra: “Era el jugador de más talento de aquella generación. Ha progresado mucho”.

Es fuerte de piernas, va al choque y a la pelea, y tiene llegada"

Piqué

Cleverley representa como ningún futbolista de las nuevas generaciones inglesas el aperturismo del fútbol británico hacia un juego más elaborado sin perder esa pasión por el juego de ida y vuelta que representaron Steven Gerrard y Frank Lampard.

Eric Harrison, el tótem de la cantera del Manchester, no dudó en señalar que “es el mejor jugador joven” que ha visto formarse en Carrington “desde Scholes, Giggs y Beckham”. En el vivero, Cleverley coincidió con Piqué, que lo describe como “un jugador fuerte de piernas, que va al choque, a la pelea, tipo Essien”. “En España no hay uno parecido, quizá Senna. Ahora es más ofensivo. Tiene toque y llegada. Es divertido, muy inglés”. “Es muy potente y fuerte, y cubre mucho campo”, añade Cesc.

Pertenece a una generación de jóvenes de gran técnica”

Roberto Martínez

El miércoles, el Bernabéu medirá la capacidad de Cleverley para resistir el planteamiento de alto voltaje que Mourinho propondrá en el centro del campo con Xabi Alonso y Khedira. También si ya está hecho para soportar la presión del escenario y la altura de la competición: “En el fútbol inglés la transición es muy importante tanto en defensa como en ataque. En esos momentos hay jugadores que se salen del partido, pero Tom aguanta ese ritmo, se adapta bien a los partidos con una gran presión. El problema para los chicos jóvenes del United es adaptarse a esa mentalidad ganadora y competitiva que ha inculcado Ferguson”, analiza Roberto Martínez; “los 25 partidos que jugó con nosotros bajo la presión de luchar por no descender le vinieron muy bien. Debutó en el United y en la selección. Y su mejor fútbol aún está por llegar”.

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Sobre la firma

l. j. moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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