Un retorno arriesgado

Gregorio Manzano comienza hoy su tercera etapa en el banquillo del Mallorca, donde dejó un sabor de boca agridulce. En 2003, y como colofón a su primer período en la isla, el técnico jienense fue el artífice de la única Copa del Rey lograda por el club, con un equipo liderado en el campo por Samuel Eto’o, Ariel Ibagaza y Miquel Àngel Nadal. Su segunda estancia en Son Moix entre 2006 y 2010 acabó mucho peor: Manzano interpuso una denuncia contra la directiva por el impago de más de un millón de euros.

Aquello fue el inicio de una serie de acciones judiciales cruzadas entre el entrenador y la entidad, entonces presidida por Mateu Alemany. Meses después, Manzano decidió no apoyar la aprobación del convenio de acreedores del club, negándose a rebajar la cantidad que se le adeudaba. El Mallorca lo demandó entonces por una supuesta falsificación de contrato, denuncia que fue desestimada.

La afición es sabia y soberana, y sabe lo que nos estamos jugando"

Con el adiós de la anterior directiva y el fin del concurso de acreedores -un acuerdo por el que el Mallorca pagará la mitad de sus deudas a plazos durante cinco de años-, todas las disputas parecen haber quedado zanjadas. El Mallorca, hoy en manos de Serra Ferrer, marcha penúltimo en la Liga y ha obtenido un pírrico saldo de seis puntos en las últimas quince jornadas. La situación demandaba un revulsivo urgente y el máximo accionista no ha dudado a la hora de depositar en Manzano sus esperanzas de lograr la permanencia.

La decisión se antoja audaz para las dos partes. Serra Ferrer, cuestionado por su tardanza en apartar a Caparrós del banquillo cuando el equipo hacía semanas que daba señales de estar quebrado, se la juega poniéndose en manos de un hombre al que un sector de la afición le guarda rencor. No le perdonan que atacara al club por la vía judicial, cuando éste atravesaba una situación económica tan delicada que la disolución era algo más que una amenaza lejana. En su presentación, Manzano ha afirmado que sus acciones no fueron contra el club, sino contra el anterior propietario” y ha asegurado que “la afición es sabia y soberana, y sabe lo que nos estamos jugando”.

Es el más cualificado para mantener al equipo en Primera división” Serra Ferrer

El entrenador se enfrenta al reto de conseguir la reacción de una plantilla desmoralizada, y lo hace sin margen de error: las matemáticas le acuciarán en lo que resta de temporada, y una parte de la grada no estará dispuesta a mostrar clemencia si los resultados no son inmediatos. Ello no ha impedido que, en su presentación, el técnico haya afirmado que siente que viene “a su casa”. “Conozco a gran parte de la plantilla, es un reto apasionante, bonito, difícil, queda poco (en la Liga), pero lo vamos a sacar adelante porque esta plantilla tiene calidad suficiente para seguir en Primera”, ha señalado. Por su parte, Serra Ferrer ha explicado que este no es “ni el momento ni el lugar” para abordar las acciones legales emprendidas por el sustituto de Caparrós, y ha insistido en que Manzano era el entrenador “más cualificado para mantener al equipo en Primera división”.

El Mallorca, que se ha reforzado en el mercado de invierno con las incorporaciones de Luna, Hutton y Tissone, tiene por delante una tarea titánica para cumplir su objetivo de celebrar diecisiete temporadas consecutivas en la máxima categoría.