Courtois, de Cech a Casillas

“No sé”, responde serio Thibaut Courtois cuando los aficionados le detienen su flamante deportivo a las puertas del Cerro del Espino de Majadahonda y le preguntan por su futuro. Desde hace varias semanas, el Atlético intenta que su joven guardameta permanezca una temporada más como guardián de la portería rojiblanca antes de regresar al Chelsea, club al que pertenecen sus derechos. “Todo dependerá de lo que haga Cech a final de temporada. El chico no está para que su carrera se estanque en un banquillo. Está muy a gusto en el Atlético”, aseguran en el club. Cech termina contrato en 2016, pero el Chelsea pretende que Courtois se familiarice con los tics que debe manejar un portero en la Premier y pretende que su siguiente cesión sea bajo los palos de un club inglés.

Es precisamente en esa adquisición de hábitos y costumbres donde Courtois puso la temporada pasada su foco de progresión en la Liga española, especialmente en la lectura del juego para los pases interiores. A esto pretendía sumar el conocimiento de rivales y el clima que se cuece en cada uno de los estadios. “Yo fui el que le hizo la presentación oficial, ya le conocía y solo tenía dudas de cómo se movería por su envergadura [mide 1,99 metros], pero ha demostrado que es ágil. Cualidades buenas ya las traía, lo que más se nota en su progresión es que ya conoce el fútbol español, cómo atacan los rivales”, admite el exportero rojiblanco Pepe Navarro. “Thibaut ha progresado en todo, está muy coordinado”, dicen en el cuerpo técnico, donde se asombran de su tranquilidad: “No trabajé con De Gea, pero he visto pocos porteros que a esa edad [20 años] tengan esa tranquilidad”, aseguran en el Cerro del Espino. “Por edad, tiene que superar el nivel de Casillas”.

El Chelsea pretende que Courtois se familiarice con los tics propios de un portero en la Premier

Courtois viene de encajar tres goles en San Mamés antes de recibir esta noche al Sevilla, pero también de una de las actuaciones con más intervenciones resolutivas, ante situaciones claras de gol del contrario, que se le recuerdan. Hasta el partido de Bilbao, el Atlético registraba una media de nueve remates recibidos por partido. En la Catedral, Courtois soportó un fuego de 21 disparos. “Ha sido un partido raro, he recibido muchos remates muy cerca de la portería, que no es habitual, pero también estoy para parar esos tiros”, explicó.

En una de esas paradas, Courtois salió al mano a mano contra Susatea con una salida emulando el cristo arrodillado, un gesto muy de la escuela argentina de porteros. Entre el cuerpo técnico rojiblanco, Courtois tiene al Mono Burgos y a Pablo Cervellone, el preparador de porteros que llegó de la mano de Simeone. “Pero es instintivo me que salga así”, asegura el portero. En el club elogian “su capacidad para absorber todo con celeridad y aprender constantemente”.

La Copa siempre ha sido una prioridad en el proyecto de este curso, para el club y para Simoene, que no le ha concedido la titularidad al meta suplente, Asenjo, como hacen otros técnicos. Courtois fue decisivo en la reciente eliminatoria ante el Betis, sobre todo en el duelo de ida disputado en el Vicente Calderón, donde evitó dos goles y dejó la portería a cero. “Contra el Sevilla tenemos que hacer lo mismo que ante el Betis, al menos dos goles de ventaja y ningún gol en contra”, advierte Courtois.