A los pies de Cristiano
El madridismo apela al goleador, decisivo en el triunfo ante el Getafe (4-0), para el tramo decisivo de la temporada
Si el madridismo se manifestó en el rugido que el Bernabéu emitió ayer, rompiendo así una hora de silencio pesado, para aclamar a Cristiano Ronaldo a intervalos, durante diez minutos, entonces cabe concluir que el madridismo se puso a los pies de su ídolo. Se avecinan semanas terribles para el Madrid. Llega la época de los actos irrevocables, de los partidos decisivos, de los tres clásicos, y de la Champions. El público lo siente e impulsivamente hace lo mismo que su presidente. Florentino Pérez se encomendó a los futbolistas cuando celebró un cónclave con los capitanes, la semana pasada, y la hinchada ovacionó al que mete los goles, a Cristiano. Sin olvidarse de Özil, el hombre que mejor sabe mover la pelota.
R. MADRID, 4; GETAFE, 0
REAL MADRID: Adán; Ramos, Coentrao, Carvalho, Albiol (Khedira, min.46); Essien, Modric, Di María, zil (Callejón, min.68); Ronaldo (Benzema, min.72) e Higuaín. No utilizados: Diego López; Varane, Marcelo y Xabi Alonso.
GETAFE: Moyá; Alexis, Torres, Lopo, Valera (Fraile, min.65); Gavilán, Sarabia, Borja, Xavi Torres (Míchel, min.68); Castro, Colunga (Álvaro, min.75). No utilizados: Codina; Rafa, Diego y Paco Alcácer.
GOLES: 1-0. M. 43. Sergio Ramos. 2-0. M. 62. Cristiano Ronaldo. 3-0. M. 65, Cristiano. 4-0. M. 71. Cristiano, de penalti.
Árbitro: González González. Amonestó a Albiol (min.12) y Ózil (min.27), por parte del Real Madrid y a Sarabia (min.14), Torres (min.18), Gavilán (min.30), Moyá (min.53) y Lopo (min.55), por parte del Getafe.
Unos 70.000 espectadores en el Bernabéu.
A falta de juego, el partido contra el Getafe exhibió la grandeza de los jugadores. El Madrid tiene algunos de los mejores del mundo. Son suficientemente buenos como para superar cualquier crisis. Sobre todo si se adelantan en el marcador. Eso es lo más complicado. El Madrid lo intentó durante una hora. Dirigido por un clarividente Özil, el equipo provocó un par de remates desde 30 metros, un tiro libre, y un disparo de Cristiano en el área que despejó Moyá. Poca cosa. Bien cerrado atrás, el Getafe negó los espacios que le permiten a Cristiano y sus compañeros desarrollar sus famosos contragolpes. Hasta que Ramos aprovechó una mala salida de Moyá, quizá una falta de Carvalho sobre el portero, para sacar provecho del enredo con un golpe de espinilla. El 1-0 abrió brecha. La subsiguiente marea, el pulso firme de Özil y las carreras de Cristiano hasta completar un hat trick al contragolpe, fueron la consecuencia natural de tener en la nómina a tantos futbolistas veloces y precisos.
En el palco, donde la directiva asiste impaciente a los acontecimientos, se ha extendido la nueva orden general mediática: hay que decir que el Madrid ha vuelto a ser el mismo equipo vigoroso del récord de la Liga de los 100 puntos. La consigna circula de móvil en móvil. Hay que difundirlo. De este modo, Florentino Pérez argumenta ante el público su apuesta definitiva por el controvertido José Mourinho. Si entre noviembre y diciembre el presidente albergó la idea de un despido fulminante del mánager, los acontecimientos, y algún consejero atrevido, le han acabado por convencer de que la suerte está echada. A Mourinho conviene mantenerlo para ahorrar dinero y juicios públicos. De los resultados, ya se encargarán los jugadores.
Karanka ve una “mejoría” y cree que el equipo ha recobrado la confianza
Aitor Karanka, el auxiliar, anunció la buena nueva por delegación de Mourinho, en la sala de prensa: “Creo que se está notando la mejoría del equipo… En el primer tiempo quizá tuvimos ocasiones que el año pasado entraban y ahora nos están costando un poco más... Pero una vez que metimos el primer gol el equipo ha tenido esa solidez del año pasado, y arriba se ha recuperado esa confianza que hace que se ganen los partidos”.
Autor del gol más importante del partido, al capitán Ramos le faltó poco para mostrarse pesimista cuando habló de la eliminatoria de Copa que comenzará a jugarse pasado mañana frente al Barça. “Será raro que llegue un clásico y no podamos estar Iker, Pepe, Di María, Coentrão o yo, que habitualmente hemos tenido la oportunidad de estar ahí”, dijo, evocando lesiones y sanciones. “Pero tendremos que esperar. Y aquí no debemos volvernos locos. Tenemos que tener la cabeza muy fría e intentar mantener la portería a cero para después ir a meter ahí los goles. Va a ser complicado”.
“La esperanza es lo último que se pierde”, dijo Ramos, interrogado por las posibilidades en la Liga. La esperanza de la hinchada, sin embargo, se fija en la Copa y en la Champions. Dos trofeos que comenzarán a dilucidarse en los días venideros con ayuda de los jugadores más que de Mourinho, otra vez objeto de pitos aislados ayer. Así lo ve el presidente. Y así lo ve la hinchada que le cantó a Cristiano (33 goles esta temporada) con más ganas que nunca.
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