Todas las miradas apuntan a Alexis
La ansiedad domina al extremo chileno del Barcelona, gripado en el juego y ante la portería contraria
Voluntad y sacrificio. Ansiedad y pifias. Todo, en proporciones similares, describe la actualidad de Alexis Sánchez. Las miradas apuntan al chileno, que después de cosechar esperanza con sus dos goles ante el Córdoba, volvió a sembrar dudas ante el Málaga.
La temporada pasada llegó al Barça con el ruido de un fichaje rutilante. La Gazzetta dello Sport lo había condecorado como el mejor jugador del calcio en la temporada 2010-2011, y los ojos de los grandes equipos de Europa estaban puestos en él. El Barcelona pagó al Udinese 37,5 millones de euros por su pase. Y, aunque en su estreno como azulgrana, ante el Madrid en la Supercopa, ilusionó a toda la afición con su intensidad y recorrido por la banda, su estrella se fue apagando.
Con la apuesta de Vilanova por los cuatro fantásticos en el mediocampo —Xavi, Iniesta, Cesc y Busquets— y con la figura de Messi como inamovible, solo queda lugar para uno. Pedro, Villa y Alexis pujan por ese puesto. El asturiano ofrece un repertorio diferente de juego y sus galardones se los ha ganado de cara a la portería. El fuerte de Villa radica en su capacidad para jugar al espacio y en su sacrificio en favor del equipo. Y, con esas bondades, su carrera es contra Pedro. El canario ha recuperado esta temporada su mejor versión. El chileno, en consecuencia, corre desde atrás. Y lo sabe. La ansiedad comienza a dominarle y se traduce en resbalones o en gritos de gol que se le quedan atragantados.
“En los entrenamientos es de los que más se esfuerza y en los partidos, uno de los que más pelea. No se le puede reprochar nada”, zanja Thiago
El miércoles contra el Málaga, malogró dos situaciones claras que podrían haber cambiado la suerte del Barça en el partido. “Es joven y pone mucha voluntad. Si no le salen las cosas no es porque no lo intente. Le podemos perdonar que falle, pero no que no lo intente”, afirma Vilanova. El entrenador confía en el extremo diestro y cuando el runrún comenzó a resonar por el Camp Nou, el de Bellcaire hizo un gesto a la afición pidiendo apoyo para el chileno. La hinchada respondió tímidamente con gritos de “¡Alexis, Alexis!”. “Es uno de los nuestros y hay que protegerlo para que pueda sacar todo el fútbol que lleva dentro”, pidió Vilanova. Y añadió con contundencia: “Si no, se irá haciendo más pequeño porque este campo se ha comido a cientos de jugadores”.
La música del Barça se hace difícil de captar. Las incorporaciones más exitosas de los últimos años o tenían genética de la Masia (Piqué, Cesc y Alba) o conocían la sintonía de su paso por la selección española (Villa). Alexis cuenta con dos ventajas importantes: la paciencia y cariño de Messi, y el afecto del resto del vestuario. “En los entrenamientos es de los que más se esfuerza y en los partidos, uno de los que más pelea. No se le puede reprochar nada”, zanja Thiago. Pero las estadísticas son elocuentes: Alexis lleva tres goles en 1.320 minutos, dos al Córdoba y uno al Benfica.
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