El Madrid luce el mono de trabajo

Camina con garbo el Madrid en Europa hasta cuando le toca sufrir. Con la clasificación para el top 16 en el bolsillo antes de saltar a la pista, los blancos sudaron tinta para doblegar a un correoso Fenerbahçe pero acabaron organizando otro guateque en el Palacio. Durante 29 minutos jugaron el partido que propuso el conjunto turco y en el último cuarto se desataron hasta zarandear a su rival. Con oficio y sacrificio, los de Laso apelaron a la defensa para compensar su falta de puntería (5 de 24 en triples) y demostraron que el mono de trabajo les sienta igual de bien que el esmoquin. Dejaron a los de Pianigiani en 22 en el segundo tiempo (con un parcial de 23-9 en el último cuarto), capturaron 43 rebotes, repartieron 18 asistencias y recuperaron 10 balones en una actividad tan firme como frenética que desarboló a su enemigo. Mirotic (18 puntos y seis rebotes) equilibró las prestaciones de un inspirado Bogdanovic y dio lustre a la apuesta madridista que se ha manejado con autoridad en el grupo de más quilates resolviendo pasadas afrentas.

McCalebb y Pianigiani regresaban al Palacio de los Deportes con el cartel de cocos. El pasado 25 de enero, al frente del Montepaschi, cortocircuitaron a los de Laso (69-88) en un patinazo que les costó jugar a contrapié el resto de la fase decisiva de la Euroliga. Aquella tarde, el base de Nueva Orleans, nacionalizado macedonio, firmó un recital con 25 puntos, seis asistencias, tres rebotes y ocho faltas recibidas para un 37 de valoración. En nada se pareció la historia a la de anoche. Llegaba algo mustio en esta ocasión. Un fuerte esguince de tobillo en el segundo partido de la competición ante el Olimpia y una ajetreada recuperación cargada de sobresfuerzos como la del choque de ida ante el Madrid le tienen renqueante.

Fueron Bogdanovic y Batiste los que comandaron la decidida puesta en escena del Fenerbahçe. Entre ambos anotaron 15 de los 19 primeros puntos de su equipo en el primer acto. Martillearon por dentro y por fuera sin que sus parejas de baile consiguieran sujetarlos y anunciaron un duelo de altura. El conjunto turco no tuvo reparos en retar a los blancos a la carrera sin perder un ápice de carácter en defensa. Ante el primer estirón del bando enemigo (20-28, m. 13), Laso tuvo que recurrir a la versión más abnegada de su repertorio. Suárez, Pocius, Slaughter y Felipe aportaron su cuota de sacrificio a la causa para atajar el impulso visitante.

A pesar del tino de Andersen, los locales lograron enderezaron el pulso (30-32, m. 19). Pero en cuanto se tomaron un leve respiro apareció McCalebb. Cinco puntos consecutivos del base castigaron la dosificación de los blancos en la persecución y dieron ventaja al Fenerbahçe al descanso (36-39).

Solo Mirotic afinaba ante el aro, respaldado por esporádicas apariciones de Llull, Carroll o Suárez. Sin brillo en ataque, los blancos apretaron los dientes en defensa para agarrarse al partido. Una vuelta de tuerca a la vuelta de los vestuarios bastó para sujetar a la tropa de Pianigiani. A todos menos a uno. Bogdanovic era una pieza indescifrable. Canterano madridista entre los 17 y los 20 años, el alero yugoslavo mostró lo mejor de su catálogo, esquivó la pegajosa marca de Suárez, los saltos de Slaughter y las ayudas de todas las piezas blancas. Pero metidos en faena, los de Laso no entienden de distensión ante su público.

Un tiro libre de Llull le dio al Madrid la primera ventaja tras el 2-0 inicial (52-51, m. 29). Hasta ahí le llegó el depósito al Fenerbahçe. Sergio Rodríguez y Llull subieron las marchas, Carroll desenfundó y Mirotic elevó sus prestaciones. Un parcial de 12-1 puso el colorín colorado mientras el conjunto turco se apagaba impotente, incapaz de aguantar la intensidad de la rotación madridista, desatada con el viento a favor.