Falcao solo cambia de calzado
El colombiano, un ariete que “transmite energía”, vive con naturalidad su debut en el Bernabéu
Durante la semana, en el vestuario del Atlético no han apreciado ningún síntoma que denote alteración alguna en el comportamiento de Falcao ante un partido que le señala como personaje principal. Tampoco los empleados del Cerro del Espino le han visto salirse de sus rutinas en el día a día. “Se ha parado o se ha bajado del coche para firmar autógrafos a los aficionados como hace siempre. No ha perdido la compostura pese a que esta semana los cazaautógrafos han aumentado porque hay derbi. Se le ha visto tranquilo, amable y educado como siempre”.
Se estrena el goleador colombiano en el Bernabéu, un estadio que la rumorología le ha asignado como uno de sus posibles destinos de futuro. Le medirán Ramos y Pepe, pero nadie le ha visto especialmente motivado por ello, aunque con él de por medio emerja la sensación de que la de hoy es una de esas noches en las que tiende a agrandar su figura y el cartel de mejor delantero del mundo dentro del área.
A tenor de lo que cuentan unos y otros, el cambio más significativo de Falcao durante los días previos al derbi ha sido el de su calzado. Cada día el colombiano ha aparecido con un par de zapatos o de deportivas distinto. “Es un mito que los jugadores nos preparamos de forma especial para partidos como este, es importante, pero uno más”, asegura un jugador. Dicen sus compañeros que Falcao “transmite energía en el área”. Les tranquiliza su capacidad para aparecer puntual en las grandes citas. Y no hablan solo de goles, también del trabajo de desgaste que ocasiona en las defensas rivales. “En esta clase de partidos aparece su mejor versión”, advierte uno de los futbolistas rojiblancos que mejor conoce a Falcao.
“En este tipo de duelos, Radamel ofrece su mejor versión”, dice uno de sus compañeros
En el vestuario no se olvidan de sus dos grandes demostraciones como jugador del Atlético, la final de la Liga Europa en Bucarest y la de la Supercopa de Europa en Mónaco. Los centrales del Athletic y del Chelsea padecieron su instinto afilado y su brega. Con el Oporto también apareció para darle la Liga Europa con un gol.
En sus dos finales de rojiblanco, Falcao firmó cinco goles en total, pero su participación en el juego, jugando de espaldas, presionando o cayendo a los picos del área también fue muy alta. Si defensivamente Simeone ha diseñado un partido para un un equipo corto —“seremos intensos y compactos”— que no deje aparecer entre líneas a Benzema, Di María, Özil y Modric y para que Cristiano no encuentre espacios para sus carreras, ofensivamente buscará el punto débil en los flancos de la defensa madridista. “Ni Ramos ni Pepe pierden la posición, de todo el Madrid son los dos que nunca se mueven”, aseguran desde el cuerpo técnico rojiblanco. En este sentido, la apuesta de Diego Costa será fundamental como acompañante de Falcao. Las caídas de uno y otro a banda para descargar el juego se antojan fundamentales en el plan ofensivo de Simeone. Las entregas del balón en las combinaciones en corto para salir rápido a la contra también han sido trabajadas por el técnico argentino. Simeone no dudó en parar un ejercicio destinado a perfeccionar las combinaciones cuando vio que sus futbolistas no estaban ejecutando los pases “tensos y con precisión” como les reclamaba con insistencia.
Sabe Simeone que el Madrid vive mucho de los errores del rival en las entregas, que cualquier pérdida de balón tratando de armar el juego desde atrás o una contra pueden transformarlas los jugadores de Mourinho en una ocasión de gol.
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