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“Hay muchos botones nuevos en el manillar”

Marc Márquez aprende cómo va su nueva Honda de MotoGP, aunque no llega a rodar en el circuito de Cheste por las malas condiciones meteorológicas

Nadia Tronchoni
Marc Márquez, en los boxes de Cheste, con su nueva Honda.
Marc Márquez, en los boxes de Cheste, con su nueva Honda.MANUEL BRUQUE (EFE)

Asomó por el taller del equipo oficial de Honda, a la derecha del lado ocupado por Dani Pedrosa, vestido de calle. Pasaban unos minutos de las diez de la mañana. Y Marc Márquez le rebatía el protagonismo a Valentino Rossi, que volvía al garaje de Yamaha dos años después. La jornada pretendía ser histórica. Pero la lluvia y el frío empañaron un día de entrenamientos libres en el que se rodó muy poco. El primer paseo de Rossi con la M1 terminó con un par de sustos: la moto le hizo un extraño hasta en dos ocasiones en aquel primer giro: la pista estaba helada y aquellos neumáticos parecían un par de esquís. Fue el italiano, ansioso por iniciar una nueva etapa algo más exitosa que la que ha vivido con Ducati, uno de los pocos atrevidos. Se enfundó el mono Jorge Lorenzo, pero no se subió a su moto. Y tampoco lo hizo Pedrosa. Ni Márquez. No le faltaban ganas, pero se armó de paciencia.

“El scooter va bien –bromeaba–. Da rabia, tenía muchas ganas de probar la moto, pero hay que ser conscientes de que es una MotoGP y hay mucho tiempo por delante; no hay que rodar hoy sí o sí. Tengo que saber que lo mejor es probar la moto en las mejores condiciones posibles”, declaró ante decenas de periodistas. La expectación por asistir al día del estreno del campeón de Moto2 en Honda era máxima. La misma que genera en su nuevo equipo: “Hay mucha gente cuando hablo. Antes solo estaban Santi [Hernández, su jefe de mecánicos, también ahora en Honda] y Hugo [Bucher, el telemétrico] y ahora hay por lo menos tres o cuatro personas más”, concedía el piloto. Pese a todo, dijo, no le faltó trabajo: “Aunque no lo ha parecido ha sido una mañana de trabajo, de mirar cosas, entender la telemetría... Aunque no he rodado, ya he visto que con la MotoGP hay más trabajo que con la Moto2 fuera de la pista”.

Valentino Rossi, con su nueva Yamaha, en Cheste.
Valentino Rossi, con su nueva Yamaha, en Cheste.MANUEL BRUQUE (EFE)

Se enfundó el mono solo para las cámaras. Se subió a la moto e incluso hizo una simulación de arrancado. Y aunque se quedó con las ganas de salir a la pista, no paró de asimilar conceptos: “Nada más subirme a la moto vi en la mano izquierda una de botones... y pensé 'esto no me lo aprenderé nunca'; hay muchas cosas nuevas juntas: electrónica, potencia, frenos, neumáticos... Y muchos botones nuevos en el manillar, pero ya me los sé todos”, explicó. Esta RC213V, que, de momento, ha heredado de Casey Stoner –que estuvo de espectador y se despidió de su equipo pues ya es, formalmente, un piloto retirado– es algo más ancha que la Suter con la que ha conquistado el Mundial de Moto2.

“Que sea grande no es un problema”, espeta él, que ya ha empezado a ponerla a su gusto: cambió las manetas, la palanca del cambio y la del freno, “pero el manillar está más o menos como lo llevaba Casey”, explicaba, con aquellos que fueron los mecánicos del dos veces campeón del mundo como espectadores de excepción, al fondo del taller, y ante la atenta mirada del vicepresidente de Honda, Shuhei Nakamoto. El japonés espera mucho de él, tanto que declaró que espera verlo en el podio ya en Catar, la primera carrera del año. “No quiero pensar en ello; creo que si voy con esa mentalidad no acabaremos muy contentos. Hay muchas cosas por aprender y muchos tests por delante. El primer objetivo es empezar a disfrutar de la moto lo antes posible. A partir de ahí, veremos. No descarto nada”.

Yamaha cambia Cheste por Alcañiz

El tiempo y las previsiones para el segundo día de tests, este miércoles, dio al traste con los planes de muchos equipos. Rossi dio 30 vueltas con la Yamaha, poca cosa para lo que podría haber sido un primer día de pruebas, más de las que las condiciones de la pista, mojada y fría, permitían. Y Lorenzo ni siquiera salió a la pista. Por eso Yamaha, que tiene el trazado de Alcañiz, a unas pocas horas de Cheste, como circuito de pruebas –solo les está permitido rodar en tres circuitos señalados con anterioridad–, decidió empaquetar todas sus cosas y marcharse con la fiesta a otra parte en busca de mejores condiciones para que sus pilotos puedan empezar a trabajar este miércoles en la temporada de 2013.

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Sobre la firma

Nadia Tronchoni
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

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