Tremendo fiasco de los Lakers

Se alzó el telón de la NBA y allá donde los focos debían apuntar a las estrellas más rutilantes, las que han juntado esta campaña los Lakers, quedó expuesta la decepción mayúscula que provocó su juego y su concluyente derrota ante Dallas Mavericks: 91-99. Nadie se salvó de la quema en el equipo de Los Ángeles. Especialmente desdibujados estuvieron sus dos fichajes más llamativos esta temporada, Dwight Howard y Steve Nash. Pero el batacazo fue general. La defensa de los Lakers fue tan deficiente que los Mavericks, sin su estrella, Nowitzki, lesionado, y también sin Kaman, anotaron casi todo el tiempo con impunidad.

Casi nada funcionó en el equipo construido para plantar batalla a los grandes favoritos, Miami y Oklahoma. El primer partido oficial siguió la estela de los ochos que disputaron los Lakers en la pretemporada, saldados todos con derrotas. Nash fue una sombra del Nash que llevaba tantos años maravillando en Phoenix. Como si estuviera desubicado, fuera de forma o acomplejado por la situación, apenas dejó ver algún detalle de calidad y se quedó en tres asistencias y siete puntos.

19 tiros libres fallados

Howard, que sale de una larga lesión en la espalda, denotó falta de energía y no consiguió marcar la línea bajo el tablero. Pero lo peor fue su contumacia en el error desde la línea de tiros libres. Estuvo horroroso y los Mavericks no dudaron en hacerle falta para que acudiera a la línea. Como si subiera al cadalso, tuvo que lanzar 14 tiros libres y solo anotó tres. Además, fue él quien acabó siendo eliminado por faltas personales.

Jordan Hill, el tercer pívot de la rotación ya que Mike Brown parece decidido a utilizar a Antawn Jamison en la posición de tres, tampoco acertó en los tiros libres, con un acierto en seis intentos y los Lakers sumaron un sonrojante 12 de 31, es decir un 38% de acierto, impropio de un equipo de la NBA. Y en los triples, el desacierto fue aún mayor con solo tres anotados de los 13 que intentaron.

Meta World Peace estuvo muy gris. Solo anotó una canasta en sus ocho lanzamientos y los reservas de los Lakers, como ya sucedió la pasada campaña, tampoco aportaron apenas nada. Llevaron el peso de la ofensiva, como casi siempre, Kobe Bryant, con 22 puntos, y Pau Gasol, con 23 puntos, 13 rebotes, seis asistencias y tres tapones.

La defensa de los Lakers fue nula especialmente a la hora de frenar al base de los Mavericks, Collison, que sumó 17 puntos. El equipo de Dallas, además, acabó plantando batalla también en el interior de la zona gracias al esfuerzo constante y por momentos el acierto de Brand y Wright.

Fiesta de Ray Allen y Miami ante los Celtics

Después de cinco temporadas en los Celtics y a sus 37 años, Ray Allen, se erigió en el protagonista del partido en el American Airlines de Miami. Insatisfecho por su situación en Boston, decidió fichar por los Heat y en su primer partido oficial, ante su exequipo, brindó una demostración de lo que es capaz de hacer. Sumó 19 puntos, con dos triples en sus tres intentos, cuando el partido estaba más igualado. La grada coreó su nombre y, antes de salir por primera vez a la cancha, saludó a su exentrenador, Doc Rivers, y a varios de sus excompañeros. Garnett, que había declarado que después de que dejara el equipo le borró de su agenda telefónica, le hizo un feo y evitó cualquier tipo de gesto amistoso o de saludo.

El partido resultó muy intenso, como si en lugar de ser el primero de la larga temporada regular, correspondiera a un encuentro de playoff, como si prosiguiera la larga serie de la final de la Conferencia Este librada la pasada campaña con victoria para los Heat por 4-3. El Big Three de Miami se mostró pletórico. Wade no pareció tener la más mínima secuela de la operación a la que se sometió este verano y que le impidió estar en los Juegos Olímpicos. Sumó 29 puntos. Chris Bosh consiguió 19 puntos y 10 rebotes.

Y a LeBron James le bastaron 28 minutos para aportar 26 puntos, 10 rebotes y tres asistencias. Aquejado de calambres, las mismas molestias que ya padeció en algunos partidos de los playoffs de la pasada temporada, no disputó el último cuarto. Su presencia no resultó necesaria porque el partido se rompió en el tercer cuarto, cuando los Heat llegaron a dominar por 19 puntos. No obstante, los Celtics recuperaron algunas opciones hacia el final del partido cuando llegaron a reducir a seis puntos su desventaja, 113-107.

Rondo, que cometió una falta técnica por agarrar agresivamente a Wade, concluyó con 20 puntos, 13 asistencias y siete rebotes. Pierce logró 23 puntos, cinco rebotes y cinco asistencias, y el brasileño Barbosa se lució en su estreno con los Celtics y aportó 16 puntos. Jason Terry, en cambio, estuvo muy desacertado, al igual que Jeff Green y la actuación de Garnett fue discreta. Los Heat no tuvieron mayores problemas en los últimos minutos para sumar su primer triunfo en el partido con el que empezaron la defensa del título. En los prolegómenos del partido, David Stern, entregó los anillos de campeones a los componentes del equipo que dirige Erik Spoelstra.

Superlativo Varejao

Anderson Varejao disputó uno de los mejores partidos de su carrera. Su equipo, Cleveland, venció por 94-84 a Washington. El pívot brasileño logró 23 rebotes, 12 de ellos en ataque, y nueve asistencias, los máximos registros de su carrera en la NBA, además de nueve puntos. Kyrie Irving , el base de los Cavaliers, fue el máximo anotador del partido con 29 puntos. Washington notó las ausencias de tres de sus mejores jugadores, lesionados: Nene, John Wall y Seraphin.