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“Armstrong, arrinconado”

Los medios estadounidenses recogen de forma discreta el desenlace del 'caso Armstrong' mientras en Europa cuestionan "la mentira y la caída" del exciclista estadounidense

El País
Armstrong, en el podio del Tour de 2005.
Armstrong, en el podio del Tour de 2005.FRANCK FIFE (AFP)

La mayor convulsión que ha conocido la historia del ciclismo, la caída en desgracia del ganador de siete Tours, Lance Armstrong, y su intento de borrarlo de la historia por parte de la Unión Ciclista Internacional (UCI) y la Agencia estadounidense Antidopaje (USADA), encuentran un reflejo moderado en la prensa estadounidense. El castigo al tejano encabeza discretamente la versión digital del neoyorquino The New York Times: “Lance Armstrong es despojado de sus siete Tours”. El artículo recopila la comparecencia de Pat McQuaid, el presidente de la UCI, la del director del Tour, Christian Prudhomme, el silencio de Armstrong y la pérdida de confianza de sus patrocinadores, entre casi mil comentarios de los lectores. A la noticia le acompaña una reconstrucción de la investigación que llevó a la Agencia Antidopaje estadounidense (USADA) a destapar la trama de dopaje más profesional que haya conocido el deporte. Todo comienza con Floyd Landis, despojado del Tour de 2006 por fallar un control, en una comida con el director del Tour de California y una grabadora: “Por fin Landis quería contar la verdad […] en lo que se vería como el punto de inflexión en la búsqueda de los equipos antidopaje por entrar en el secretismo que soportaba el ciclismo”.

Los siete Tours desaparecen del Twitter de Armstrong

Un día después de haber sido sancionado de por vida por la UCI y de desposeerle de sus siete Tours, Armstrong ha borrado en su cuenta de Twitter cualquier referencia a sus triunfos en la ronda gala. La mención al Tour figuraba en la breve descripción de su perfil, pero hoy ha sido eliminada. Este acto parece indicar una aceptación de las sanciones por parte del exciclista estadounidense. Ahora los casi 3,8 millones de seguidores de Armstrong pueden leer que sus intereses son ‘Criar a mis cinco hijos. Luchar contra el cáncer. Nadar, montar en bici, correr y jugar al golf cuando puedo”. Un detalle que desaparece de su perfil digital, en contraste con cómo se presentaba el pasado agosto en una asamblea mundial sobre el cáncer: “Me llamo Lance Armstrong. Soy un superviviente de cáncer. Tengo cinco hijos. Y sí, gané siete veces el Tour de Francia”.

“Además de perder sus títulos, Armstrong ha sido excluido del ciclismo profesional de por vida”, explica The Wall Street Journal, periódico que se desmarca con guasa con otro artículo de ficción: “Descubre a tu nuevo ganador del Tour”. Una entrevista a un tal “Vacated” (vacante, desocupado), “un misterioso pero talentoso ciclista del que nadie había oído hablar” hasta ayer, cuando parece que el ganador de los siete Tours va a ser “Vacante”. “Es un logro asombroso. ¡Siete Tours de una tirada! ¿De verdad?”, responde el personaje antes de dejar paso a la imaginación. “¿Sospechabas que los del US Postal se dopaban? Algo me olía. Cuando llegábamos a las montañas, esos muchachos arrancaban con furia”, explica el supuesto heptacampeón, que asegura que solo tomaba mantequilla de almendras.

Hay que rebuscar entre la maraña de noticias de la web del USA Today para encontrar la historia del exciclista. “Armstrong siempre ha negado vehementemente que se dopaba, incluso llamando mentirosos a los que se lo preguntaban. Esta estrategia ha funcionado durante años, hasta hace dos semanas, cuando se le ha arrinconado sin posibilidad de volver”, explica el periódico.

Portada del diario 'L'Équipe'.
Portada del diario 'L'Équipe'.

En los medios de Texas, hogar de Armstrong, la noticia apenas encuentra repercusión. Houston Chronicle o Dallas Morning News dedican sus ediciones al fútbol americano y reservan el caso Armstrong para las agencias de noticias. El Statesman de Austin, lugar de nacimiento del exciclista, explica cómo el tejano desaparecerá de los registros del ciclismo desde agosto de 1998.

En Europa, sin embargo, el desenlace del escándalo protagonizado por Armstrong encabeza los periódicos. El francés L’Équipe titula: “Armstrong toma nota”. El ciclista “no ha reaccionado a su suspensión de por vida y a la pérdida de sus títulos, pero lo ha reconocido indirectamente cambiando su biografía en la red social Twitter”, explica el medio francés. “Ni una declaración, ningún comunicado […], pero ha retirado de su cuenta la mención a que sus siete trofeos del Tour.

Los titulares en la prensa impresa europea van por el mismo camino. “En La mentira y la caída”, expresa el francés Le Figaro. “Armstrong suspendido”, el italiano La Gazzetta dello Sport. “Todo se va”, el alemán Die Welt...

El británico The Guardian, además de recoger la decisión de la UCI o la desaparición del palmarés en Twitter, aporta un análisis exhaustivo de las palabras que utilizó Pat McQuaid en la rueda de prensa que dio ayer. Un ejemplo: A McQuaid se le hicieron tres preguntas sobre el dinero que Armstrong donó a la UCI para luchar contra el dopaje. “En la segunda pregunta, McQuaid se cuidó de corregir la palabra ‘sospechoso’ por ‘positivo’ al hablar de un test por EPO de Armstrong”. El tejano nunca había dado positivo, pero Martial Saugy, director del laboratorio suizo, ha declarado que la UCI sabía que existía una prueba sospechosa, explica el rotativo, y sigue analizando el discurso: “En la tercera respuesta, McQuaidni siquiera negó que conocía que aquellos resultados de Armstrong eran sospechosos de dopaje”.

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