Hombrados: “Pensé que era mi último minuto”
El capitán de la selección habla de su primera grave lesión en 22 años de carrera y lamenta perderse el Mundial en España: “Era un sueño y lo sigue siendo”
Antes de viajar a los Juegos de Londres, el pasado mes de julio, Valero Rivera, seleccionador español de balonmano, observaba un entrenamiento del combinado que dirige mientras alababa la figura de José Javier Hombrados, capitán del equipo. “Si le respetan las lesiones, y él quiere, podría llegar a otros Juegos. Es increíble las ganas que tiene de seguir”, decía Rivera. Y aunque es un tanto excesivo hablar de una nueva cita olímpica, esa mentalidad de mirar siempre para adelante es la que le ha llevado a no arrojar la toalla después de la rotura del ligamento que se produjo ante el Vezsprem y que le tendrá alejado de las canchas entre seis y siete meses.
“Pensé que era mi último minuto y que era una manera muy triste de retirarme”, aseguró este martes el portero del Atlético de Madrid, que ha sufrido su primera grave lesión a los 40 años, tras 22 de carrera deportiva. “No quería saber nada de nadie, llegué a casa y le di vueltas, esa noche no dormí, pero me sirvió para poder pensar y ver que tenía que volver a jugar, independientemente de mi edad”, comentó Hombrados.
Aunque los médicos son optimistas tras la operación, lo cierto es que la recuperación va a ser lenta, y ni ellos ni el guardameta quieren especular con una vuelta más temprana. “Sé que voy a volver si hago lo que tengo que hacer, es la mejor forma de afrontar las cosas. La lesión requiere paciencia, no se puede correr. Me preocupa llegar en las mejores condiciones”, explicó el portero, a quien el Atlético renovó automáticamente el contrato una temporada más tras conocerse el alcance de la lesión.
Sé que voy a volver si hago lo que tengo que hacer
Lo que es un hecho es que Hombrados se perderá la que iba a ser su particular fiesta de despedida del balonmano, el Mundial que se disputa el próximo mes de enero. “Era un sueño poder jugar un Mundial en España…y lo sigue siendo. Tenemos que olvidarnos de esto, ser positivo implica no agobiarse. Solo deseo que el equipo pueda hacer algo grande”, aseguró el capitán de la selección, quien agradeció los múltiples mensajes de apoyo, entre ellos los del propio Rivera.
La misma calma y tranquilidad que pidió sobre su recuperación la reclamó Hombrados para su equipo, que arroja muchas dudas en el inicio de campeonato, y especialmente para la portería, que ahora tendrá que salvaguardar Magnus Dahl, incorporado in extremis a una semana de que comenzase la temporada tras el fichaje de Arpad Sterbik por el Barça, y que todavía no acaba de hacerse al juego de la Asobal por completo.
Al igual que ocurrió el curso pasado, del que Sterbik se ausentó hasta la recta final también por lesión, la baja de Hombrados ha forzado que el joven Antonio Díez, de 18 años, se vuelva a convertir en el segundo guardameta rojiblanco: “El mayor handicap que tiene es que es muy joven, y de la misma forma que hay que respetar mi lesión, hay que hacerlo con su proceso de aprendizaje. Para afrontar el calendario que tenemos creo que es necesario traer a alguien”, comentó Hombrados.
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