Pedro se da un festín

El segundo partido clasificatorio de la selección española camino de Brasil, donde defenderá el título mundial conquistado en Sudáfrica, le llevo anoche al Estadio del Dinamo de Minsk para medirse a Bielorrusia. Sin centrales, pero con las ideas claras y el pie fino, España se zampó a los locales, que sucumbieron desde el mismo momento del pitido inicial. Un gol de Alba, y tres más de Pedrito, sus primeros goles oficiales con España, llevan a La Roja hasta los seis puntos, empatada en la cabeza del grupo con Francia, que visita el Calderón el martes.

Del Bosque usó a Busquets, chico para todo, como pareja de Sergio Ramos, que lleva galones de capitán general en la defensa española ante la ausencia de Puyol y Piqué, los dos lesionados. El de Badía, como es costumbre, jugó bien, también formando una inédita dupla con Albiol, cuando el valenciano reemplazo a Ramos.

La decisión del seleccionador de jugar con Busi atrás rompió el matrimonio eterno que mantienen el jugador catalán y Xabi Alonso, inalterable en partidos oficiales desde el Mundial de Sudáfrica. Respecto a la última alineación contra Georgia, faltaron, además de Piqué, Soldado e Iniesta, sentados de inicio en el banquillo. Entraron Cazorla, Pedro y Fábregas, que volvió a jugar en esa posición de falso nueve que tan buen resultado le está dando a Del Bosque. Lleno el centro del campo, España no especuló, jugo rápido y se volcó al ataque; el equipo de Kondrátiev no existió.

La puesta en escena de La Roja fue una declaración de principios y el desarrollo inicial del partido dejó patente que los de Del Bosque tenían prisa por resolver el duelo; demasiado sufrieron contra Georgia como para repetir angustias.

Así que salió España a por Bielorrusia y se la zampó en tres bocados. A la primera, minuto 1, Xabi Alonso sirvió a Silva, caracoleó el canario al llegar al área y apareció como una exhalación Fábregas, que regateó al portero y remato al palo. A los cuatro, fue una genialidad de Xavi la que dejó solo a Silva, que, solo, remató al lateral de la red.

España no dio tregua: a los 11 minutos, un taconazo de Pedrito, que recibió en la frontal el enésimo pase de Xavi, habilitó la carrera de Alba, que regateo al portero Veremko y la muralla se venció. El propio Pedrito, 10 minutos después, se coló entre los blancos para recibir de Silva y fulminar a Bielorrusia. Suyo fue también el tercero, culminando su buen partido

El seleccionador llenó el centro del campo y La Roja no especuló: rápida y al ataque

España abrió el campo con Silva y Pedro y estiró mucho el juego, con pases largos a la espalda de la poblada defensa de los bielorrusos, cinco hombres que no atinaron nunca a cerrar espacios, que siempre encontró Xavi. No le fue mejor el desdoblamiento ofensivo, por mucho que se fueran en oleadas de a cinco jugadores camino de Casillas. Pese a que España jugó muy adelantada, y a menudo con los dos laterales muy cerca del área rival, se tapó con la ayuda de Xabi Alonso a los dos centrales. El trío se bastó para frenar intentos en las contras, que a lo sumo, murieron en la frontal de Casillas, que ayer batió un récord de imbatibilidad: 725 minutos sin recibir un gol.

A España, sobrada en el mando del partido, le falto un punto de instinto para dejar sentenciado el duelo en el primer tiempo pero era cuestión de tiempo que el tercer gol cayera como fruta madura. En esas apareció Pedrito, listo como un ratón colorado, para culminar su buen partido y el de su equipo. Villa pudo marcar el quinto, pero tiró al larguero.

Busquets, de central, jugó bien tanto con Ramos como con Albiol

Bajo un mismo patrón discurrió el duelo de principio a fin, marcado por el mando de Xavi, la inspiración de Silva —al que reemplazó Iniesta en el minuto 60— el buen momento de Cazorla y el trabajo gris de Alonso atrás y de Fábregas como falso nueve. El instinto de Pedrito hizo el resto.