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“Mis baterías están en rojo”

Schumacher anuncia su segunda retirada, esta vez “para siempre”, sin haber conseguido con Mercedes los objetivos que se marcó en su regreso a la fórmula 1 en 2010

Oriol Puigdemont
Michael Schumacher, ayer en Suzuka tras anunciar su retirada.
Michael Schumacher, ayer en Suzuka tras anunciar su retirada.DIEGO AZUBEL (EFE)

Una semana después de que Lewis Hamilton diera un paso adelante y anunciara su marcha de McLaren a final de temporada y su fichaje por Mercedes para la que viene, las réplicas de ese movimiento siguen produciéndose en un efecto dominó que debe dejar la parrilla configurada para el 17 de marzo de 2013, fecha prevista para el inicio del próximo Campeonato del Mundo de F-1.

Si el hueco dejado por el piloto británico motivó la reacción inmediata de la escudería de Woking, que en su lugar dará la bienvenida a Sergio Checo Pérez, la contratación de Hamilton ha tenido como consecuencia la retirada definitiva de Michael Schumacher. Así lo anunció ayer él mismo, en la carpa que Mercedes ocupa en la trastienda del circuito de Suzuka, donde el domingo se disputará el Gran Premio de Japón (8.00, Antena 3 y TV3). Es la segunda vez que el alemán anuncia su adiós y parece la definitiva después de haber dejado la fórmula 1 a finales de 2006, cuando corría para Ferrari, un retiro que duró tres años, hasta que le repescó Ross Brawn, el director de la estructura de Las Flechas de Plata.

“Aún me siento capaz de competir con los mejores, pero toca decir adiós”

Sentado en un taburete con Norbert Haug, el máximo responsable del área de competición del fabricante de Stuttgart, a su derecha, y Brawn, a su izquierda, Schumacher leyó una nota con la voz entrecortada por la emoción: “Todavía me siento capaz de competir con los mejores, pero llega un punto en el que es bueno decir adiós y es lo que haré cuando termine este curso. Esta vez debería ser para siempre”. La indecisión de Schumi a la hora de renovar el acuerdo por tres años que comenzó a cumplir en 2010 y que expirará en diciembre fue la que impulsó a Mercedes a contratar a Hamilton, que había sido ofrecido a la firma por parte de XIX Entertainment, la empresa que le representa.

Schumacher celebra uno de sus victorias con Ferrari en 2006
Schumacher celebra uno de sus victorias con Ferrari en 2006Vladimir Rys (Bongarts/Getty Images)

“A lo largo del mes pasado me surgieron dudas acerca de si todavía me quedaba la motivación y la energía necesarias para seguir adelante. Y no es mi estilo hacer algo si no estoy al ciento por ciento para ello. En 2006, mis baterías estaban agotadas. Ahora están en rojo y no sé si hay tiempo para recargarlas. Con esta decisión me siento liberado”, prosiguió El Kaiser, que en enero cumplirá 44 años, antes de reconocer que no ha conseguido los objetivos que se marcó en su regreso. “No hemos alcanzado nuestra meta de desarrollar un coche capaz de pelear por el título, pero puedo estar muy contento de todo aquello que he logrado en mi carrera”, concedió el corredor de Kerpen, que actualmente ocupa la 12ª posición en la clasificación, a 151 puntos de Fernando Alonso, el líder, y cuyo mejor resultado en estos casi tres años ha sido el podio que arañó en el último y accidentado Gran Premio de Europa, corrido en Valencia en junio pasado.

“Estamos delante del mejor piloto del siglo”, le piropeó Brawn. “He tenido el privilegio de trabajar con él desde el principio. Durante este tiempo hemos pasado por momentos duros, pero también por otros repletos de éxitos. En esta segunda etapa, Michael ha aportado mucho más de lo que la gente puede ver”, prosiguió el brillante ejecutivo, ese que en 2009 compró el equipo Honda por un euro y se lo revendió un año después a Mercedes por más de 200 millones. “No hemos logrado lo que habíamos planeado y eso es frustrante, pero lo haremos en el futuro y él habrá contribuido a ello de forma decisiva”, esgrimió el ingeniero británico.

“Creo que Michael se ha divertido y que lo ha hecho lo mejor que ha podido a pesar de que su coche no ha sido competitivo. Le echaremos de menos”, dijo Alonso, el encargado de poner fin a la racha de cinco coronas del germano cuando corría para Ferrari (de 2000 a 2004 inclusive). “Es una gran pérdida”, opinó Sebastian Vettel. “Mucha gente tenía ganas de que continuara, incluido yo mismo. Espero que se quede por aquí aunque sea en otra función”, convino el actual campeón.

“De ahora en adelante, quiero centrarme en disfrutar de las seis carreras que quedan”, concluyó entre aplausos Schumacher, el piloto más laureado de la historia, monopolizador de la mayoría de los récords de la fórmula 1, desde el número de títulos acumulados (siete) hasta los de victorias (91), podios (155), poles (68) y vueltas rápidas (77) en las 19 temporadas en que ha competido. Un palmarés de leyenda, de otra época, prácticamente imposible de igualar por nadie en un escenario tan equilibrado como el actual.

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