Murray busca su ‘grande’

Es lunes, pero es día de final en Flushing Meadows. Por quinto año consecutivo, el Abierto de Estados Unidos se resolverá el primer día de la tercera semana, y no el domingo con el que finaliza la segunda. Se juegan el título Novak Djokovic y Andy Murray, serbio y escocés. Uno, Djokovic, colmado de éxitos, acumulados especialmente durante la temporada pasada, tan brillante que ni Federer ni Nadal pudieron hacerle sombra. Otro, Murray, hasta ahora maldito en los grandes torneos, huérfano de una victoria de lustre hasta que se llevó el oro en Londres y de paso barrió a dos demonios, Federer y Djokovic.

Ambos pertenecen a la generación de 1987, los dos nacieron en mayo con una semana de diferencia (el 15 Murray y el 22, Djokovic), pero el serbio llegó dos años antes al tenis profesional, en 2003. Desde que sus caminos se cruzaran en el Masters de Madrid de 2006 (1-6, 7-5 y 6-3 para el serbio), se han enfrentado 14 veces, con ocho victorias para Djokovic y seis para Murray. Esta temporada, en cambio, marchan a la par. Djokovic ha bajado el pistón y ya no ofrece el descomunal rendimiento que le hizo casi imbatible en 2011; y Murray ha dado un paso al frente, de modo que opta con más determinación que nunca a ganar un Grand Slam en su quinta final, segunda en Estados Unidos. En la anterior, en 2008, fue barrido por Roger Federer y comenzó a labrarse una leyenda de perdedor en las grandes ocasiones.

Los dos tenistas se han enfrentado 14 veces, con ocho victorias para Djokovic y seis para Murray

Será el quinto enfrentamiento del año entre Murray y Djokovic y deshará el empate a dos victorias que registra su tabla de resultados en 2012. Djokovic dio primero en Sidney: venció a Murray en semifinales en un partido extenuante de casi cinco horas de duración, y salió campeón del Abierto de Australia. A la siguiente, Murray le devolvió la moneda, pero no es lo mismo Sidney que Dubai; además, tras la victoria en semifinales el escocés se llevó el chasco en la final, en la que fue derrotado por Federer. Murray también cayó en la final del Masters 1000 de Miami, ante Djokovic. Pero se tomó cumplida venganza en la central de Wimbledon hace algo más de un mes. Primero, derrotó al serbio en las semifinales del torneo individual de los Juegos Olímpicos, y luego, por fin, le llegó la gloria. Pasó por encima de Federer (6-2, 6-1 y 6-4), se llevó el oro y se liberó de un buen puñado de cadenas, esas que le lastraban para ganar a los mejores en torneos con partidos a cinco sets. En Londres 2012 ganó a los dos primeros de la clasificación mundial, a Djokovic y luego a Federer. Hoy tendrá la oportunidad de confirmar que se ha deshecho, definitivamente, de aquel peso.