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natación
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La Natación española, en el buen camino

El presidente federativo resalta el crecimiento en número de medallas en los últimos grandes torneos y el ejemplo de Mireia Belmonte

Belmonte, durante la prueba de 200m mariposa.
Belmonte, durante la prueba de 200m mariposa.CHRISTOPHE SIMON (AFP)

La Federación Española de Natación ha sido, como todo el mundo sabe, la federación española que más deportistas ha aportado al equipo español olímpico en Londres. Cincuenta y uno de nuestros deportistas acudieron a los Juegos a representar a nuestro país, haciéndolo, por primera vez en la historia, en todas las especialidades que componen nuestro deporte, y produciéndose hitos tan significativos como la clasificación del equipo femenino de waterpolo por primera para unos Juegos Olímpicos.

Los deportistas de Natación, escrito con mayúsculas cuando se refiere a los de las cinco especialidades, no sólo han sido mayoría en la delegación olímpica, sino que también lo han sido en el logro de medallas: 5 de 17, lo que representa casi un 30% de las conseguidas por el Equipo Español.

De las 17 medallas logradas, cinco fueron de natación, es decir, un 30% del total

En más de 100 años de historia olímpica los deportistas de Natación españoles habían subido al podio en ocho ocasiones. En una sola, la última, se han sumado cinco medallas más.

Algunas de las cinco medallas de la Natación en Londres contaban entre las que cabía prever. El Waterpolo español es una referencia a nivel mundial, desde que en 1992 se proclamó subcampeón olímpico, y desde entonces siempre ha estado entre los favoritos. Cuando en Londres el equipo ha tropezado en el partido clave del torneo, ahí han estado las chicas para demostrar la fortaleza de esta especialidad y alzarse con una medalla que las coloca con toda justicia como una referencia para los próximos años. Qué decir de la Sincronizada, que con un equipo renovado vuelve a mantener la posición de podio en las dos pruebas del programa. En Aguas Abiertas, con dos nadadores, Erika Villaécija nos dio un diploma y tuvimos la desgracia de que Kiko Hervás se rompió un dedo del pie izquierdo 48 horas de disputar su prueba. Y si hablamos de Saltos, con menos de cien licencias nacionales tener dos representantes en los Juegos y uno de ellos en una final olímpica, es para sentirse feliz.

En cuanto a la natación, escrito con minúscula cuando se refiere a la natación pura, las dos medallas de Mireia Belmonte suponen las primeras desde el bronce de Nina Zhivanevskaia en el año 2000, y se suman a las cuatro que figuraban en el historial de esta especialidad. La natación, hay que reconocerlo, no goza de la posición de liderazgo internacional del waterpolo o la sincronizada, quizás por ello las medallas de Mireia, una nadadora criada y entrenada en España y un ejemplo de dedicación y compromiso, sean tan importantes en el trabajo de desarrollo de esta especialidad en nuestro país.

En más de 100 años de historia olímpica los deportistas de Natación españoles habían subido al podio en ocho ocasiones. Solo en Londres se han sumado cinco medallas más

Con el arranque del ciclo olímpico que terminó al apagarse la llama del pebetero de Londres, la natación cambió de rumbo con un nuevo organigrama técnico y un programa diferente al que se venía aplicando en ciclos anteriores. En el que, además de dar claras indicaciones sobre criterios de selección, hemos potenciado un trabajo en red: RFEN, Federaciones Autonómicas con sus Centros de Tecnificación y clubes para que todos trabajemos en la misma línea en la búsqueda de la excelencia. Las dos medallas de Mireia son, sin duda, el resultado más importante de estos cuatro años de trabajo, pero hay más resultados que nos llenan de razones para mirar el futuro con optimismo.

En cuatro años (2009-2012) los nadadores españoles han conseguido once medallas en Campeonatos del Mundo absolutos, cuando en el ciclo olímpico anterior (2005-2008) se habían conseguido tres y una en el previo (2001-2004). Si miramos a los Campeonatos de Europa de categoría absoluta los números son igualmente esperanzadores: 33 medallas en este último ciclo por 20 y 14 en los precedentes. De las 46 medallas en competiciones internacionales de categoría absoluta, 16 son de campeonatos en piscina de 50 (Europeo, Mundial y JJ.OO.), por 12 y 7 en los ciclos olímpicos previos.

Si echamos un vistazo a la categoría junior, los números nos siguen dando motivos para ser optimistas. Entre 2009 y 2012 los nadadores españoles de categoría junior han conseguido 30 medallas en Campeonatos de Europa; más del triple de las conseguidas en el ciclo olímpico anterior que fueron nueve, y seis medallas en un único Mundial Junior que suponen duplicar las que había conseguido España en los Mundiales precedentes.

Que la Natación española es una referencia en España para el deporte olímpico, es poco menos que una obviedad. Que la especialidad de referencia, la natación en piscina, está dando pasos adelante es algo tan fácil de demostrar como echar una mirada a los resultados internacionales. En estos últimos cuatro años la Natación española ha crecido cualitativa y cuantitativamente, como lo demuestran los números. Todo se presta a interpretación, pero los números son tozudos y difícilmente se pueden desvirtuar. Que todo es mejorable, es obvio. Que estamos en el buen camino, también.

Fernando Carpena es presidente de la Real Federación Española de Natación.

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