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Expectación y respeto en Lezama

El medio y Llorente se entrenan sin reproches de los aficionados

Llorente y Javi Martínez durante el entrenamiento de ayer en Lezama
Llorente y Javi Martínez durante el entrenamiento de ayer en LezamaAlfredo Aldai (EFE)

En medio de las noticias de las últimas 48 horas sobre su fichaje por el Bayern Múnich, Javi Martínez se entrenó ayer con el Athletic, aunque no participó en el partidillo y se limitó a hacer carrera continua. Junto a él estuvo Fernando Llorente, quien, según ha trascendido esta semana, tampoco quiere continuar en el club. El público asistente fue respetuoso, en general, con ambos y apenas se dirigió a ellos durante la sesión preparatoria. No hubo pancartas ni silbidos, pero tampoco gritos de ánimo.

Con la rumorología disparada en Bilbao, la afición esperaba ansiosa cualquier dato que pudiera confirmar o desmentir definitivamente si el Athletic, además de perder a Llorente en una fecha indeterminada (ahora o en junio de 2013, al término de su contrato), se quedará también sin Martínez.

A la publicación de noticias contradictorias en la prensa se suman los silencios de Martínez y el Athletic. Por la tarde, el club informó a este periódico de que ni el Bayern se ha puesto en contacto con ellos ni el futbolista les ha informado de su intención de marcharse.

Por eso había tanta expectación por ver qué ocurría en el entrenamiento. Por un lado, era la primera vez que Llorente aparecía en público desde que el presidente, Josu Urrutia, anunciara el lunes que no quiere seguir en el Athletic. Y, sobre todo, la gente quería comprobar si Martínez se presentaba. Una ausencia del medio habría certificado que su traspaso estaba hecho.

El detalle de que Martínez había abandonado a la carrera el partido amistoso del día anterior había desatado los rumores

El detalle de que Martínez había abandonado a la carrera el partido amistoso del día anterior había desatado los rumores sobre un hipotético viaje suyo a Alemania para cerrar la operación. Sin embargo, desde el club confirmaban a media tarde que el jugador estaba convocado para el entrenamiento y que tanto él como Llorente iban a ponerse a las órdenes de Marcelo Bielsa.

En una tarde soleada, las instalaciones deportivas de Lezama reunieron a varios centenares de personas, sobre todo familias con niños, para presenciar en directo la sesión.

En ese ambiente, los rojiblancos saltaron al césped y pronto se despejó la principal duda: Martínez estaba allí, vestido de corto. Hubo respiros de alivio y algunos lo interpretaron como una prueba de que la noticia de su marcha era un bulo. “Decían que estaba en Alemania, pero aquí está”, resaltaba Mikel, un joven socio.

Llorente, recién llegado de jugar con la selección española en Puerto Rico, también apareció. Sin embargo, ninguno de los dos participó en el partidillo organizado por Bielsa. Simplemente, hicieron carrera continua por los circuitos aledaños al terreno de juego, pasando así muy cerca de la gente.

Salvo excepciones a contar con los dedos de las manos, unas veces en forma de aplausos y otras en forma de gritos (“¡peseteros!”), el público fue respetuoso con los dos jugadores y apenas se dirigió a ellos, aunque es probable que el perfil de los asistentes tuviera mucho que ver.

La presencia de la Ertzaintza, que alarmó a algunos, no se trataba de una medida excepcional, según fuentes del club.

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