Guerreras esculpidas en bronce
España logra la medalla con un épico triunfo ante Corea del Sur (29-31), en un partido con dos prórrogas
Las guerreras del balonmano femenino español han esculpido su estampa en bronce y valen su peso en oro. En un partido dramático, extraordinario, que necesitó de dos prórrogas para romperse al final del lado español, las jugadoras de Jorge Dueñas se alzaron con la medalla de bronce de los Juegos Olímpicos de Londres. Derrotaron a Corea por 31 a 29, el equipo que las había doblado a ellas en la apertura de los Juegos.
Fue un partido épico que siempre reflejó el carácter que tiene este equipo: se llaman a sí mismo guerreras, pero lo suyo no es el bombardeo con Drones desde un despacho, sino la guerra a campo abierto, con la bayoneta calada, sufriendo casi tantas bajas como las que provocan al adversario. Un adversario esta vez tan guerrero como ellas, empeñado también en llevarse un trofeo que consolida al balonmano español como una potencia mundial respetable: bronce en Londres, bronce en el Mundial de Brasil del año pasado, plata en el Europeo de 2008. Frente a un rival que habían sido oro en Barcelona 92, plata en Atenas y bronce en Pekín.
COREA DEL SUR, 29; ESPAÑA, 31
Corea del Sur: Ju; Woo (4), Ryu (4), Choi (4, 2p), Cha Youn Kim (3), Gwon (7, 1p) y Jo (5, 2p) -equipo inicial- Moon (p), On A Kim, Migyeong Lee, Cheongshim Kim, Sim, Jung (2) y Eun Bi Lee.
España: Navarro; Alonso (3), Mangué (4), Aguilar (4), Nely Carla Alberto (5, 2p), Eli Pinedo (2) y Begoña Fernández (5) -equipo inicial- Ciobanu (ps), Marta López (-), Barnó (-), Beatriz Fernández (4, 1p), Cuadrado (4), Amorós (-) y Elorza (-)
Marcador cada cinco minutos: 1-3, 4-4, 6-5, 10-6, 11-11 y 13-13 (Descanso) 14-16, 17-20, 19-21, 22-23, 23-23 y 24-24 (Final) 26-27 (1A parte prórroga) 28-28 (2A parte prórroga) 29-30 (1A parte segunda prórroga) 29-31 (Final segunda prórroga)
Árbitros: Olesen y Pedersen (DEN). Excluyeron por dos minutos a Choi y Cha Youn Kim por Corea del Sur; y a Cuadrado (2), Nely Carla Alberto y Mangué por España.
Incidencias: Encuentro correspondiente por la medalla de bronce del torneo femenino de balonmano de los Juegos Olímpicos de Londres disputado en el "Basketball Arena" ante unos 12.000 espectadores
Ambos equipos se han entregado a una lucha sin cuartel en la que los nervios han provocado muchos errores. “Cuando una cometía un error, otra lo rectificaba. Ahí ha salido el grupo que somos”, proclamó, reventada pero inmensamente feliz, Eli Pinedo. “Es lo más grande que he conseguido nunca”. “Qué largo ha sido. Un poco más y estamos aquí hasta mañana”, ironizó.
España pudo cerrar el partido antes de llegar a la prórroga, cuando llegó a tener tres goles de ventaja. Pero como ya le había pasado antes en los Juegos, le pudo la ansiedad. “Sí, nos pasa mucho que nos ponemos arriba en el marcador y en vez de tener calma, lo queremos hacer tan rápido y bien que nos sale mal”, reconoció Pinedo.
La segunda portera, con solo cuatro paradas, cuatro penaltis detenidos, aupó a las españolas al tercer puesto
Marta Mangué, que tras una discreta primera parte volvió a ser una jugadora fundamental, tenía cara de pícara al acabar el partido. “Nuestro sueño se ha hecho realidad. Ha sido el partido más duro y parecía que no iba a terminar nunca”, coincidió con Eli. “No queríamos llegar a los penaltis. Sabíamos que íbamos a conseguir esta medalla”.
España ha perdido muchas oportunidades, le reprocharon. “Ellas también”, replicó, como queriéndole dar aún más valor a la victoria. “Creo que ya me puedo retirar”, bromeó. ¿Lo vas a hacer? “¡No!”, replicó de inmediato. No aclaró si piensa cumplir su promesa de tirarse en paracaídas si ganaba el bronce.
“Los que hayan visto el partido habrán disfrutado, del balonmano y la emoción, pero para los que estamos abajo es de infarto”, bromeó el entrenador español, Jorge Dueñas. “El éxito ha sido mantener la concentración. Si lográbamos mantener el nivel defensivo podríamos sentenciar”, añadió.
Que la Liga española de balonmano languidezca, comercialmente herida casi de muerte por la crisis económica, parece mentira al lado de espectáculos como el ofrecido por estas chicas ante Corea. Un partido que tuvo de todo: ventajas significativas, recuperaciones del rival, toma y daca en el marcador. Y héroes quizás inesperados, como la segunda portera española, Mihaela Ciobanu, de 39 años, que paró cuatro penaltis en el tramo final del partido y dio alas a sus compañeras para alzarse con el bronce.
Hubo también un duelo vibrante entre las porteras titulares. Ju Hui detuvo 16 de los 46 remates que le hicieron. Silvia Navarro replicó con 15 paradas de 43 tiros. En España destacó el juego de equipo, con los goles muy repartidos. Cinco hicieron Nely Carla Alberto y Begoña Fernández. Cuatro marcaron Beatriz Fernández, Verónica Cuadrado y Marta Mangué. Son un equipo. Y a ese equipo aplaudía, admirado y encantado, su entrenador, Jorge Dueñas, mientras ellas yacían formando un círculo a su alrededor, tiradas en la pista, muertas de gusto y de gloria. Gloria de guerreras.
Un equipo obligado a emigrar
La mayoría de las jugadoras que ayer lograron la primera medalla olímpica de la historia del balonmano femenino español jugarán el año en el extranjero, obligadas a salir por la situación económica que vive este deporte en España.
Silvia Navarro, la soberbia portera titular deja el hasta ahora todopoderoso Itxako para viajar a Rumanía, donde defenderá la portería del Oltchim Valcea. Mihaela Ciobanu, clave en la final de ayer, milita en el Alcobendas, pero a sus 39 años, y tras una retirada, puede que vuelva a dejar las canchas. Carmen Martín, que se lesionó en la primera fase del torneo, jugará en el Krim esloveno tras haberlo hecho en el Itxako, mientras que su sustituta en Londres, Marta López, lo hará en el Fleury, francés. Vanessa Amorós y Eli Pinedo, en el Mar Alicante la primera y en el Bera Bera la segunda, serán de las pocas que sigan compitiendo en España. En el Zajecar de Serbia jugarán la próxima temporada tres de las guerreras olímpicas de Jorge Dueñas, la extremo Jessica Alonso, Marta Mangué (que lleva un año allí después de tres en DInamarca) y la capitana Begoña Fernández. En la misma línea que el conjunto serbio, también pescará en España el Fleury, francés, que se lleva, además de a López, a Beatriz Fernández y a Nely Carla, que hace un año que emigró a la liga francesa, misma competición en la que jugará Eli Chavez, jugadora reserva estos Juegos, que militará en el Nice después de tener que abandonar el Sagunto. El Itxako, el club más laureado de España, mantendrá en sus filas a Andrea Barnó, pero no ha conseguido retener a Macarena Aguilar, que se instalará en la todopoderosa liga danesa, en el Randers, el mismo equipo que Verónica Cuadrado. Entre tanta salida habrá un movimiento interno, el de Patricia Elorza, que deja el Castro Urdiales para jugar en el Bera Bera.
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