El despertar de Contador

Pasaron los días seguramente más lentos de lo que jamás hubiera imaginado pero terminaron por marcharse. Alberto Contador, sancionado con seis meses de inhabilitación por dopaje, volvió a subirse a una bicicleta para disputar la primera de las siete etapas del Eneco Tour, que se disputa en Holanda y Bélgica, como preparativo para la Vuelta a España. “Mis compañeros me han protegido en todo momento y creo que estos días me vendrán muy bien para coger ritmo”, declaró el de Pinto tras completar los 200 kilómetros del recorrido.

Lo demostró durante todo el parón en un anuncio de televisión en el que aseguraba que nada le haría quedarse sobre el colchón esperando que pasase el tiempo. Embutido con ropa de abrigo, recorría una gélida carretera asegurando que esa era la etapa que le había robado. Una odisea que se inició hace dos años cuando aparecieron restos de clembuterol en sangre tras un control en el Tour de Francia de 2010 y que ha culminado por fin.

En un día lluvioso y con fuertes rachas de viento, Contador, para el que el único objetivo según confesó tras la prueba era “no sufrir ninguna caída”, se mostró satisfecho de su rendimiento. “He tenido bastantes buenas sensaciones teniendo en cuenta que no era el mejor día para debutar”, confió el líder del Saxo-Bank Tirkoff.