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Agarrados a Mireia

La talentosa nadadora catalana es el remolcador de un grupo español marcado por el aislamiento y la tensión

Diego Torres
Mireia Belmonte, ayer en el Centro Acuático de Londres.
Mireia Belmonte, ayer en el Centro Acuático de Londres.Michael Sohn (AP)

La natación española nunca dispuso de mejores recursos. El apoyo del CSD ha facilitado que el equipo haga más concentraciones y que incorpore un escuadrón de auxiliares entre los que destacan nuevos fisioterapeutas, un biomecánico, asesores externos de coaching, psicólogos y una directora de márketing. En el centro de las operaciones destaca una nadadora extraordinaria, Mireia Belmonte, a la que se aferra toda la expedición para justificar el esfuerzo realizado. A los 21 años, la catalana de Badalona es el remolcador del proyecto. El éxito o el fracaso depende de lo que haga Mireia, que aspira a ganar su primera medalla mañana en los 400 metros estilos. Será el primer escalón de un programa individual que, según los primeros planes, incluye los 200 estilos, los 200 mariposa, los 400 y 800 libre y los relevos del 4x200.

“Desde el punto de vista cronométrico, Mireia ha mejorado en todas las pruebas”, asegura Fred Vergnoux, su entrenador, “pero la evolución más grande es en el 800. En diciembre, en Eindhoven, nadaba en 8m 22s, un tiempo al nivel de las medallas de Shanghai. Pero todo ha mejorado. Los estilos, el 400… Está más fuerte físicamente y también mejor técnicamente, sobre todo en la especialidad de espalda, que era la parte más difícil”.

Está más fuerte en lo físico y mejor en lo técnico”, dice el entrenador de Belmonte

Vergnoux trabaja para el CN Sabadell. Dirige en él un grupo de élite que encabeza Mireia, pero que incluye a Lydia Morant, Conchi Badillo, Claudia Dasca y Judith Ignacio, las dos últimas campeonas mundiales júniors. En torno al club, que corre con gran parte de los gastos, ha florecido lo más prometedor de la natación española. El programa del francés, moderno e innovador, ha impulsado a la propia selección, al punto de que el director deportivo de la federación, Luis Villanueva, le ha concedido un poder de decisión pocas veces visto en un entrenador del equipo nacional. En los últimos días, Vergnoux se ha hecho responsable incluso de la estrategia del 4x200, prerrogativa que, tradicionalmente, correspondía al director técnico.

El progreso en el entorno del Sabadell contrasta con la depresión de la natación masculina y el agotamiento de los centros de alto rendimiento. Duane Rocha, Patricia Castro y Melanie Costa, con margen de progresión, han abandonado la Blume de Madrid o se plantean hacerlo. En el de San Cugat, la única de jerarquía que queda es Erika Villaecija. Pero la auténtica abanderada del equipo, que nadará los 800 libre y los 10 kilómetros de aguas abiertas, no se siente cómoda en la estructura federativa. La competidora más veterana y más regular de la expedición sigue en manos de Joan Fortuny, un técnico a quien Villanueva no ha querido acreditar para Londres.

La natación es un deporte de gente solitaria y la atomización es inherente a muchos equipos. Estados Unidos, por ejemplo, presenta un conjunto de nadadores geográficamente dispersos que, cuando se juntan, actúan en armonía. En España, la federación se ha esforzado por concentrar a los nadadores durante años y, sin embargo, en las grandes competiciones se han observado tensiones internas y externas que traslucen una débil unión.

Vergnoux, que trabaja en el CN Sabadell, ha alcanzado gran poder en el equipo nacional

Antes de viajar a Londres, Villanueva envió un correo electrónico a todos los integrantes de la delegación ordenándoles que, en lo posible, evitaran a la prensa. Los directivos españoles promueven la idea de asedio, de claustro, de puño cerrado frente a amenazas indefinidas. Ningún responsable del equipo ha ofrecido una conferencia pública. Los portavoces no han dado explicaciones al respecto y el comité se encoge de hombros. Reina la perplejidad.

El contraste resulta asombroso respecto a la natación estadounidense. USA Swimming organizó ayer una rueda de prensa multitudinaria con Phelps, Lochte, Soni, Coughlin, Franklin y los responsables técnicos. En ningún equipo de nadadores hay más competencia interna que en el norteamericano, pero ahí estaban todos, soportando la presión como una parte del juego, deportivamente unidos, hablando de su actividad sin complejos.

Hasta ahora, el aislamiento y la superprotección no han reportado beneficios significativos a ningún nadador. Mireia deberá emplear todos sus recursos anímicos para llegar a las carreras en el mejor estado posible. Dicen sus compañeros que la ven mejor que nunca. Física y mentalmente. El éxito o el fracaso de la natación española depende de lo que haga a partir de mañana.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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