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Alonso es de goma

El español demuestra con su tercer triunfo ser el piloto mejor adaptado a los nuevos neumáticos

Oriol Puigdemont
Alonso celebra la victoria en el Gran Premio de Alemania.
Alonso celebra la victoria en el Gran Premio de Alemania.SRDJAN SUKI (EFE)

En un campeonato deliciosamente zarandeado por los neumáticos que Pirelli ha introducido con la intención de alterarle el pulso al personal, Fernando Alonso ha demostrado ser el piloto que más y mejor se ha adaptado a estos caprichosos compuestos que poseen la virtud de desquiciar a genios del volante como Michael Schumacher, indignado con la compañía italiana porque, según sostiene El Kaiser, se ve obligado a conducir a medio gas para no fundirlos. Alonso es un tiburón que esconde unos dientes como punzones y que lleva demasiado tiempo sin comerse un rosco, así que no le ha quedado más remedio que ponerse a analizar el comportamiento del caucho con los técnicos de Ferrari, para tratar de buscar una ecuación que le permita sacarles el máximo rendimiento sin comprometer su esperanza de vida.

Esta hoja de ruta solo es apta para tipos como él, un corredor que es capaz de levantar el pie del acelerador a lo largo de un determinado número de vueltas, permitiendo que los corredores que circulan por detrás se le echen encima, para después, cuando todo parece perdido y él, agonizando, volver a subir el ritmo y salir zumbando. Más que hacer la goma, el español parece serlo en sí mismo, una cualidad que en Alemania le vino de perlas para acumular su tercera victoria de la temporada, primero frente a los ataques de Sebastian Vettel y después frente a los de Jenson Button. Este resultado, combinado con los gatillazos de sus rivales más directos en la lucha por la corona, le asegura mantener la batuta del Mundial, al menos, hasta después del verano. El segundo en cruzar la meta fue el alemán, por más que lo hizo después de adelantar al británico en el penúltimo giro, en una horquilla a la derecha y por el exterior de la pista, una zona donde no se permite hacerlo. Baby Schumi fue penalizado por los comisarios con 20 segundos de tiempo extra, una sanción que le desterró hasta la quinta plaza. De esta forma, Button concluyó el segundo y Kimi Raikkonen volvió a subirse al podio.

Los dos triunfos que el asturiano había logrado hasta ahora llevaban consigo algunas incógnitas que impedían hacerse una imagen clara del potencial de unos y otros

Los dos triunfos que el asturiano había logrado hasta ahora llevaban consigo algunas incógnitas que impedían hacerse una imagen clara del potencial de unos y otros. La lluvia desnaturalizó el Gran Premio de Malasia y el bochornoso calor que hizo en España a finales de junio también tuvo su incidencia en Valencia. Esta última, en Alemania, es una conquista indiscutible, o sea, en condiciones más o menos normales, sin agua ni coches de seguridad en la pista, elementos de esos que abonan el terreno para que aparezcan las justificaciones y las excusas. En Gran Bretaña, hace 15 días, Alonso también arrancó el primero, aunque entonces fue incapaz de contener los arreones de Mark Webber en las últimas vueltas. Gracias a un nuevo chasis y al paquete de mejoras aerodinámicas, la marca de Maranello parece haber corregido esta flojera que sobrevenía al F2012 a última hora, equilibrándolo cuando circula ligero de combustible.

En un par de meses, la Scuderia ha dado un doble salto mortal con pirueta para satisfacer a su empleado más ilustre

En un par de meses, la Scuderia ha dado un doble salto mortal con pirueta para satisfacer a su empleado más ilustre, que ha podido mantener a flote el equipo de los bólidos rojos cuando más negras pintaban las cosas por culpa de un coche lento y sin tracción. En Hockenheim, los tifosi han visto un Ferrari potente y con empaque, un prototipo a la altura del Red Bull y el McLaren, tan afilado como para que Alonso mandara de cabo a rabo, desde la pole hasta la meta, esquivando los problemas que se tragaron los demás. La maniobra ilegal de Vettel, la falta de ritmo de Webber (finalizó octavo) y el mal fario que persigue a Hamilton (pinchó y se retiró), despejan el camino del bicampeón del mundo, que viaja embalado y ya acumula 22 citas consecutivas puntuando, una carrerilla que le coloca a solo dos del récord absoluto que Michael Schumacher estableció entre 2001 y 2003, cuando, como ahora le ocurre al de Oviedo, era la brújula que marcaba el camino de Il cavallino rampante.

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