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“Es una satisfacción tener el balón en el otro campo”

Del Bosque defiende la idea que les ha llevado al éxito y Bento asegura querer la pelota y que les “causarán problemas inmensos”

Del Bosque observa a Piqué en el entrenamiento.
Del Bosque observa a Piqué en el entrenamiento.alejandro ruesga

España se cita con la historia. Asoma la nariz en la tercera semifinal consecutiva, la segunda en la era Del Bosque, y aparece Cristiano Ronaldo liderando a la selección portuguesa, un martillo. De vuelta a Ucrania, España ha heredado la infraestructura de su último rival, Francia. Ocupa La Roja desde ayer la ciudad deportiva del Shakhtar, el equipo local, propiedad del magnate Rinat Akhmetov, que primero puso al equipo de los mineros en el mapa futbolístico europeo con sus millones y que ha traído a Donetsk, pagando la construcción, más de 300 millones de euros, del estadio que albergará la primera semifinal de este campeonato a caballo entre Polonia y Ucrania. El mundo espera a La Roja, criticada por muchos, elogiada por otros tantos, en medio de cierta polémica generada por su fútbol de control. Para algunos una aburrida amalgama de pases; para otros, un referente en la historia de este juego, un revolucionario desde la idea.

“El fútbol es tan grande porque no a todos nos tiene que gustar lo mismo”, terció ayer Iniesta. El juego que maravilló, ahora genera suspicacias incluso entre los seguidores españoles. “Mucho amor, le falta sexo”, ha dicho estos días Bixente Lizarazu, el exinternacional francés. “Este estilo nos ha llevado al éxito, a los títulos, y es nuestra manera de hacer...”, subrayó Iniesta. “Es una satisfacción tener la pelota en el otro campo. Pero eso no va a ocurrir siempre. Portugal tiene argumentos para hacerlo diferente”, anunció Vicente del Bosque. A eso aspira el técnico Paulo Bento: “El partido tendrá momentos en que nosotros dominemos. Queremos tener la pelota, coraje para atacarlos y paciencia para no desestabilizarnos cuando ellos tengan la posesión. Nuestro objetivo no es pasarnos el partido defendiendo y vamos a crearles unos problemas inmensos”.

No se puede parar a Cristiano durante los 90 minutos” Arbeloa

Confía Bento en que el duelo llegue a penaltis, como vaticinó varias veces en su rueda de prensa, y desconfía España de la ruleta decisiva, por lo que al final del entrenamiento de ayer practicaron los lanzamientos desde los 11 metros. Pero Del Bosque sabe que se miden a un rival que funciona como un reloj: “Paulo Bento ha dado con la tecla. Si hacen algo nuevo nos amoldaremos”. “Van a intentar cerrar los espacios interiores y que no tengamos fluidez”, avisó Iniesta al hablar de Portugal, que busca el premio que se le escapó a la generación de Figo en 2000 y, sobre todo, en la final de Lisboa contra Grecia, en 2004, ya con CR en la alineación. “Estamos a punto de disputar la cuarta semifinal de nuestra historia en este campeonato y quizá la segunda final europea de nuestra historia. Mayor motivación que ese no existe”, convino Bento. “Motivos para sentir la presión tenemos todos”, recordó Del Bosque.

Desde que terminó el partido contra Francia, los españoles se esfuerzan por rehuir la obsesión por Cristiano Ronaldo, pero no es fácil. “Cristiano exige más, mental y físicamente. Y sabes que durante los 90 minutos habrá acciones que en la que no le vas a poder parar”, dijo ayer Arbeloa. Del Bosque, por su parte, se acordó del lluvioso día en Ciudad del Cabo en el que España alcanzó los cuartos de final del Mundial apartando del camino a los ibéricos. “Entonces no fue el Cristiano de siempre porque hubo muchas ayudas”, dijo, pero tampoco ignoró el último precedente, un amistoso en Lisboa en 2010, cuando los lusos se los zamparon (4-0): “Ahí se mostraron muy superiores”.

En una de esas extrañas decisiones de la UEFA, Portugal comparece con dos días más de descanso que España. “Es lo que hay y es secundario, pueden las ganas de estar en la final”, señaló Iniesta. Pero Bento no escapó al victimismo imperante en algunos medios portugueses, que insinúan conspiraciones arbitrales a favor de España. “Han ocurrido algunos episodios en partidos anteriores, con dos selecciones, entre ellas la española y la alemana, que hacen que quien está fuera del fútbol pueda pensar que hay condicionamientos para satisfacer algunos deseos”, dijo en referencia a Michel Platini, presidente de la UEFA, quien aseguró que le gustaría ver en la final a España y Alemania.

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