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Rami contra la marea roja

El juego del central francés es tan desconcertante en el Valencia como en la Eurocopa

Diego Torres
Rami, durante el entrenamiento de Francia en Kircha
Rami, durante el entrenamiento de Francia en KirchaFRANCK FIFE (AFP)

La Cámara de Comercio e Industria es un palacete decorado al estilo imperio. Se levanta solitario en medio de la difusa sucesión de barrios de casas con techos de latón y monumentos al nuevo hombre soviético que se extienden al norte de la ciudad minera de Donetsk, en el confín oriental de Ucrania. Desde hace dos semanas el edificio ha sido ocupado por los funcionarios de la Federación Francesa de Fútbol, que se pasean por los salones con aire de graciosos húsares de un ejército de ocupación uniformado por Nike.

Alain Boghossian, gentil y sonriente, actúa como el ventilador que refresca la atmósfera caliente del recinto. El ayudante del seleccionador, Laurent Blanc, exjugador internacional, se convirtió ayer en una máquina de lanzar mensajes de optimismo en medio de las sombrías preguntas que le lanzaba la prensa francesa reunida en la sala de juntas. La inminente llegada de la selección española se percibe como una amenazante marea roja frente a la cual más vale poner buena cara. Por escasos que parezcan los recursos defensivos de Francia. Por muy inexperto que sea Adil Rami para enfrentarse al campeón mundial.

La suspensión de Mexès por acumulación de tarjetas le mereció una crítica pública de Blanc, airado por la imprudencia que privará a Francia de un líder cuando más le necesita. La situación deja a Rami sin su compañero habitual y en primera línea de fuego. El central del Valencia es, a sus 26 años, todavía demasiado inconsistente para medirse a un ataque tan difícil de fijar como el que compondrán Torres, Silva, Iniesta o Cesc el próximo sábado en el duelo de cuartos.

“Rami ha evolucionado enormemente en este año en España”, le elogió Boghossian. “Ha estado rodeado de jugadores enormes que le han ayudado a subir un escalón. Automáticamente su nivel se elevó de día en día desde que llegó a la Liga. Ha jugado 70 partidos este año. Ahora está debutando en un gran torneo internacional y aunque es cierto que ha mostrado un gran entusiasmo y un gran empuje también a veces se le ha visto inseguro porque esto es una Eurocopa y se tiene que adaptar a un nivel nuevo”.

El defensa, de 1,90m, y debutante en un gran campeonato, formará tándem con Koscielny

El espigado central del Valencia (mide 1,90) hizo partidos memorables en la primera mitad de la Liga pasada. Se desplegó con una agresividad en la marca, con un brío en la zancada, con una determinación a la hora de salir jugando, que hasta llamó la atención del Barcelona. No perduró en ese nivel. De pronto, comenzó a dar muestras de distracción. Perdió la colocación demasiadas veces, se le escaparon los delanteros con más frecuencia, y mandó “a la mierda” a un árbitro en Mallorca. En la selección francesa, su proyección en esta Eurocopa se ha revelado igual de desconcertante que en Mestalla. Comenzó implacable contra Inglaterra y Ucrania y se sumió en la perplejidad en el último partido, contra Suecia. Su equipo recibió un tiro entre los tres palos contra Inglaterra, dos contra Ucrania y siete frente a Suecia.

Blanc ha insistido en los últimos meses que la espina dorsal de Francia comienza por dos vértebras: Rami y Mexès. “Mi idea de partida fue la asociación Mexès-Rami”, explicó Blanc a France Football, “porque además de saber defender bien hace falta saber sacar el balón jugado”.

La habilidad de Rami para iniciar las jugadas y, sobre todo, para decidir cómo y cuándo debe hacerlo, es objeto de controversia tanto en el valencianismo como en los alrededores del equipo de Francia. La imagen que Rami tiene de sí mismo se parece mucho a la de Beckenbauer aunque sus condiciones no le amparen del todo. La ausencia de Mexès le expondrá un poco más a su inexperiencia. Para acompañarle, Blanc ha elegido a Koscielny, el zaguero del Arsenal, otro central diestro de 26 años, con el cartel de sabueso bien ganado, pero con menos fama de pelotero que Rami, con el que nunca ha jugado. Chris Waddle lo dijo a las claras: “Koscielny es principalmente un defensa que mete muchísima presión a los atacantes. Los aprieta cada vez que puede porque tiene una velocidad terrible”.

En fin. Que los cuarteles de Francia son un hervidero desde que la derrota ante Suecia (2-0) condenó a esta selección a enfrentarse a España en los cuartos de final, mañana sábado. “Hay un poco de tensión”, admitió Boghossian, “y esperemos que produzca algo positivo”.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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