La eterna promesa de Wayne Rooney

Buenas noticias y malas noticias para la selección inglesa, que hoy se juega el pase a los cuartos de final de la Eurocopa contra Ucrania. La buena es que Wayne Rooney, el mejor jugador de Inglaterra con diferencia, aparece en el torneo por primera vez tras dos partidos de suspensión. La mala es que hizo algo que no se le suele dar muy bien: abrió la boca; habló.

Rooney dijo: “Creo que somos lo suficientemente buenos como para ganar la Eurocopa”. Error. Parece que alguien falló y no le explicó el guion. Si Inglaterra ha tenido una sorprendente Eurocopa hasta la fecha —cuatro puntos en dos partidos— es en buena parte porque por primera vez en su historia los jugadores de la selección y la totalidad del entorno futbolero inglés se han comportado con humildad. En vez del triunfalismo de siempre ha habido un sobrio reconocimiento de que el equipo no es como para lanzar cohetes. Lo cual ha reducido los nervios que acecharon a los pobres jugadores ingleses en el Mundial de Sudáfrica, durante el desafortunado reino de Fabio Capello, y les ha permitido desplegar su rudimentario fútbol con cierta soltura. Veremos esta noche si las palabras de Wayne actúan como un maleficio sobre sus compañeros.

En vez del triunfalismo de siempre ha habido un sobrio reconocimiento de que no están para lanzar cohetes

Quizá no. Quizá tengan la suficiente inteligencia como para no hacerle ningún caso; quizá ni él mismo se lo crea. Si es así, lo interesante será ver si Rooney es capaz por fin de redimirse con su selección de la misma manera que últimamente lo han hecho Cristiano Ronaldo y Leo Messi con las suyas. Porque la verdad es que en los 74 partidos que lleva vistiendo la camiseta de su país, Rooney ha estado muy por debajo del nivel que exhibe —en su mejor versión— con los colores del Manchester United.

Ya es hora de que Rooney juegue un papel decisivo en la selección inglesa. Además, le debe al país un buen partido, una racha decente, tras la absurda acción —una patada como la de John Terry contra el Barcelona en la Champions— que provocó su expulsión en su último partido internacional, el que acarreó la sanción de dos partidos.

Nadie duda hoy de que Messi y Ronaldo están por encima de cualquiera, pero hace cuatro años se mencionaba a Rooney como si fuera un digno rival para el célebre dúo

Nadie duda hoy de que Messi y Ronaldo están por encima de cualquier otro jugador, pero hace cuatro años se mencionaba a Rooney como si fuera un digno rival para el célebre dúo, como si el debate sobre quién era el mejor fuese cuestión de tres. Pero Rooney sigue siendo un gran talento. Es el único jugador inglés que tendría serias posibilidades de entrar en el once inicial español, y en el de cualquier otro equipo del mundo. Cuando Rooney exhibe su mejor cara es como una especie de versión rústica de Leo Messi. Más macizo y menos rápido que el argentino, Rooney tiene un excelente primer toque, es difícil quitarle el balón, marca goles memorables, es pícaro, se sacrifica por el equipo y, ante todo, tiene una muy buena visión del juego. Elige bien, y coloca bien, los pases. No es elocuente a la hora de expresarse fuera del campo, pero es un jugador listo dentro de él.

Sin embargo, a sus 26 años no ha estado a la altura de las enormes expectativas que se han generado a su alrededor, especialmente en Inglaterra, donde realmente llegaron a pensar en su momento que estaba al nivel de Messi y Ronaldo. Todo hasta la fecha indica que Rooney ni siquiera pasará a la historia como uno de los grandes de la selección inglesa. Esta noche, y en lo que le quede a Inglaterra de Eurocopa, se le presenta una oportunidad más de intentar burlar su destino.