Viñales cierra el triplete

Es callado. Pero tiene las ideas muy claras. Y casi siempre se sabe en condiciones de ganar. Tan bueno se cree, tanto talento tiene. Aunque sabía que sus rivales no le dejarían ni a sol ni a sombra por las curvas de Silverstone. A pesar de que había conseguido la pole la mañana del sábado. En esta categoría, explica Maverick Viñales, cada día asoma un nuevo piloto capaz de pelear por el podio. En Gran Bretaña el grupo, que existió hasta la mitad de la prueba, se redujo finalmente hasta quedarse en solo tres pilotos, bien pegaditos, cada cual soñando con la victoria. Pero él, aunque con una pequeña diferencia, tenía mejor ritmo que Luis Salom y Sandro Cortese, así que, a pesar de tener que pelearlo con uñas y dientes, fue, de nuevo, suyo el triunfo, Y ya van tres victorias en seis carreras. Solo tiene 17 años, pero su ambición es mucha.

Había salido Viñales desde la pole position. Y no perdió de vista el primer puesto más que cuando tuvo que vérselas con Salom, atrevido, deseoso de lograr su primera victoria en la categoría. Un hueso duro de roer, además, pues rara vez se da por vencido, una frenada tras otra, y tiene una moto que vuela en las rectas. Así que le disputó la primera plaza en diversas ocasiones. Pero siempre fue capaz de recuperarla el chico de Roses (Girona), que sueña con el título en su segundo año en el Mundial.

El tercero en discordia, Cortese, el más experimentado de los tres, tan favorito al título como Viñales, llegó más tarde, pero tuvo casi tantas opciones de llevarse el triunfo como ellos. No asomó por la cabeza hasta pasadas diez vueltas, cuando apenas quedaban siete para el final. Pero había ido recortando distancias y llegó a rodar, a falta de dos giros, a solo dos décimas del español, que trataba sin demasiado éxito de desprenderse de Salom en los últimos minutos para asegurarse de que la fiesta terminaría en paz. Vio cómo el mallorquín le retaba con un adelantamiento por el interior, pero, emparejado con él en la recta, le recuperó la posición a final de recta y en la última vuelta. Poco después, su insaciable perseguidor cometió un error y fue cazado por el alemán. Solo a partir de entonces Viñales pudo respirar tranquilo.

No lo hicieron los otros dos hasta que no pasaron por la meta. Pues, tozudo, Salom, se empeñó en recuperar su sitio. Y lo hizo. Su segundo puesto, el segundo de este 2012, le echó, además, una mano a Viñales, que, al clasificar Cortese en el tercer puesto, recupera el liderato del Mundial de Moto3 con dos escasos puntos de ventaja respecto al piloto de KTM.