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Nadal, más fácil que nunca

El español, en transformación desde su título de 2005, arrolla a Ferrer y jugará la final con Djokovic

Juan José Mateo
Nadal consuela a Ferrer tras la semifinal.
Nadal consuela a Ferrer tras la semifinal.PASCAL GUYOT (AFP)

"¡Pero qué demonios estáis haciendo!", sonríe Robert Federer, el padre de la estrella suiza, mientras zarandea a Toni Nadal, que acaba de ver una exhibición de su sobrino: Rafael Nadal abruma (6-2, 6-2 y 6-1) a David Ferrer y se planta con zancada de gigante en la final de Roland Garros, que disputará mañana contra el serbio Novak Djokovic (6-4, 7-5 y 6-3 a Federer). Es el resultado de una transformación sorprendente. Al contrario que la mayoría de los campeones, refractarios a abandonar las partituras que les han llevado al éxito, el mallorquín ha hecho de su carrera un aprendizaje continuo.

De 2005 a 2012, los márgenes de sus participaciones en París, Nadal ha pasado de ganar defendiéndose a vencer desde la iniciativa. De 2011 a 2012, el paréntesis del dominio de Djokovic, ha dado un paso más adelante: ya embruja a sus rivales hasta con el servicio. Ferrer, uno de los restadores más acreditados, solo se apuntó 17 puntos sobre su saque.

"Tengo la sensación de estar en continua progresión, de tener una intención continua de aprendizaje, y eso me hace feliz", analizó el seis veces campeón de Roland Garros, con más armas, con más capacidad de decisión y con menos desgaste que nunca. Está a un paso de superar a Borg, que se impuso seis veces entre 1974 y 1981

Ferrer, uno de los restadores más acreditados, solo se apuntó 17 puntos sobre su saque.

Camino del duelo decisivo, el manacorense es el tenista que menos breaks ha concedido en París (uno) desde que se apunta la estadística (1991). Ha ganado los 51 sets que ha jugado sobre tierra roja en 2012. Solo se parece al Nadal que ganó su primer título parisiense (2005) en su voracidad de caníbal y su increíble capacidad de recuperación defensiva.

Así, si en 2005 salvaba un 67% de las bolas de break, en 2012 defiende el 74%. Si en 2005 ganaba el 84% de sus saques, en 2012 se impone en el 88%. Si en aquel año de su primer título, con 19 años, empleó 13h 31m en recorrer el camino a la final, ahora, con 26, solo ha estado compitiendo 12h 22m. Nadal suda menos, gana antes, pasa menos tiempo en la pista.

Nadal ha pasado de ganar defendiéndose a vencer desde la iniciativa

"La mayor satisfacción es recoger el fruto de trabajar para jugar distinto, más agresivo", resumió. "Quizás, con respecto a 2005, he perdido la energía desmesurada de ser tan joven, de que sea todo nuevo, pero mi nivel en todas las superficies es bastante mejor que entonces", argumentó. "La posición en la pista [más agresiva y menos retrasada], el servicio, el revés, todo es bastante mejor. Aprendo constantemente", siguió. Luego, repasó el camino recorrido frente al número uno, que le ha ganado en siete de sus últimos nueve enfrentamientos, pero ha perdido contra él los últimos dos, disputados sobre arcilla: "De 2011 a 2012 he dado un paso adelante de nivel". "En la final del Abierto de Estados Unidos [la perdió en 2011 contra Djokovic] di un paso mental, fui al límite, algo que no había conseguido en otros partidos contra él. En la del Abierto de Australia 2012 también le llevé al límite a él, pero no solo por correr y luchar, sino también por juego. La situación ya era diferente: allí estaba mucho más fresco mentalmente". Djokovic y Nadal se cruzaron en las tres últimas finales grandes y todas las ganó el serbio. En la cuarta, Nole se encontrará ante un adversario distinto. Las cifras dicen que Nadal debería levitar en complacencia. La realidad, y eso es lo peligroso para el serbio, es distinta.

"Pegamento en los pies", dijo Nadal hace unos días. "Los pies, en el suelo", insistió ayer mientras le arrullaban con todas esas estadísticas increíbles. Al cabo, aclaró el origen del hechizo. "Todas esas cifras", avisó, "me provocan la humildad de saber que esos números no vienen del cielo, sino que vienen del trabajo diario, por la clara ilusión de querer mejorar día a día".

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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