La exigencia alemana
La selección de Löw, tan joven como brillante, reivindica el triunfo a través del toque y la posesión
Alemania ya no es lo que era. Todo empezó en 2004, cuando el entonces seleccionador Jürgen Klinsmann instauró su frase de cabecera: “El jugador germano se desprende de la pelota un segundo más tarde que el inglés”. Desde entonces, su empeño pasó por la circulación del balón, por tener más ritmo, dinamismo y precisión a costa de la altura, físico y contundencia. Fue un cambio de estilo, puesto que los delanteros estuvieron más arropados. El problema es que tiró de la manta y la zaga quedó a la intemperie. Un contratiempo que solucionó su segundo y sucesor, Joachim Löw, que tiene al Barça y a la selección española como referentes por su toque y juego posicional. “Yo diría que nuestro fútbol tiene un aire latino”, sostiene Löw; “nos gusta la posesión y acelerar el juego cuando se dan las circunstancias. La clave está en el movimiento continuo”.
Hemos mejorado porque los jugadores entienden nuestra filosofía, cómo queremos jugar
La fórmula de Löw funciona, como se demostró en la anterior Eurocopa y el pasado Mundial, solo apeado en la final y en las semifinales, respectivamente, siempre ante España. Ahora, sin embargo, parece un equipo más fortalecido, sin bajas notorias, con una hoja de servicios en la fase de clasificación impoluta, con tantos partidos como victorias. “Hemos mejorado porque los jugadores entienden nuestra filosofía, cómo queremos jugar. Esta nueva generación de los últimos dos años es extremadamente joven, pero muy vital, ambiciosa y con hambre de éxito”, expone el seleccionador de la nationalmannschaft. Se refiere a futbolistas capitales en el equipo, como el portero Neuer, el central Badstuber y el interior derecho Müller, todos del Bayern. Pero también al engarce Özil (Madrid), y a jugadores que podrían tener presencia en el torneo como el central Hummels (Dortmund), el medio Kroos (Bayern) y los mediapuntas Götze (Dortmund) y Schürrle (Leverkusen). El remate corre por parte de Mario Gómez (Bayern) y Klose (Lazio), toda vez que la defensa se mueve al grito de Mertesacker (Arsenal) y la media al ritmo de Schweinsteiger (Bayern).
El amistoso previo al torneo ante Suiza, sin embargo, hizo saltar las alarmas porque el equipo germano perdió por 5 a 3. “Yo no estoy preocupado”, señaló Löw, quizá porque sabe del currículo de su selección, campeona de la Eurocopa en tres ocasiones, además de otros tantos subcampeonatos. Alemania, además, nunca ha tenido que esperar más de cuatro ediciones para alcanzar la gloria. “Nuestro objetivo es ganar el título y creo que podemos hacerlo”, reflexionó Özil. “Hemos crecido con la convicción de que Alemania puede ganar”, recordó Löw. Es su hora.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.