Talento concentrado

Juega Polonia con el balón como amigo aunque de vez en cuando lo mire de reojo. Clasificado para la Eurocopa como uno de los anfitriones del torneo, el grupo de Franciszek Smuda se ha medido ante Portugal y Letonia en los partidos de preparación sin dejar demasiadas pistas que dulcifiquen su posible futuro. Soportaron defensivamente a los portugueses (0-0) y sobrepasaron por la mínima a los letones (1-0). Un recorrido del que se extrae cierta sobriedad defensiva y una notable falta de gol. Responsabilidad que recae, sin embargo, en una de sus principales armas, el delantero de moda en la Bundesliga: Robert Lewandoski, ariete del Borussia Dortmund.

La mayor estabilidad de Polonia reside en los guantes de Szczesny

La aportación del bicampeón de la Liga alemana condiciona la manera de juego en Polonia. Con un representante alemán por fila, Piszczek en defensa, Blaszczykowski en el medio y Lewandowski arriba, la transición no se entiende por filas, sino por fracciones. Esas zonas concretas por las que se siente algo cómoda Polonia, como jugando hacia el centro con el zurdo Obraniak. El jugador del Lille, con buen golpeo de media distancia, se mueve por detrás de Lewandowski sin centrarse demasiado en la batalla personal. Otro recurso habitual pasa por arrimarse a los quiebros de Grosicki. Habilidoso en el baile de cintura y con buena visión para encontrar los espacios, el centrocampista del Sivasspor turco, que ascendió a la selección absoluta tras ser un fijo en las inferiores, podría partir de inicio desde el banquillo a la espera de que el partido requiera un impulso algo más sofisticado.

Sin embargo, la mayor estabilidad de Polonia reside en un par de guantes entre tanta bota. Los rellena el portero ingles del Arsenal, Szczesny, encargado de alejar el recuerdo de Boruc, un fijo en la selección hasta la aparición de la última promesa bajo los palos. Su compatriota en el conjunto de Arsène Wenger, Lucas Fabianski, número dos bajo los palos también para Smuda, no estará en Polonia tras lesionarse el hombro. Su lugar lo ocupará Grzegorz Sandomierski, del modesto Jagiellonia Bialystok polaco, que en el momento de la llamada del seleccionador se encontraba de vacaciones en Tenerife.

Como anfitriona, Polonia se encuentra en la tesitura de agradar a su público, de superar al menos la primera ronda. De su poder en las áreas depende.