El Castilla es de Segunda

Han pasado 16 meses desde que Alberto Toril cogiera al Castilla. Sustituyó a Alejandro Menéndez en enero de 2011 y se encontró con un equipo de capa caída. Hoy esos jugadores son de nuevo un equipo de Segunda División. Recupera la categoría que perdió en 2007. La recupera con otra gran victoria contra el Cádiz, por 5-1 (0-3 en la ida el domingo pasado), con un grupo sólido y maduro, como lo ha definido su técnico, y con una gran regularidad. Y con la chispa de jugadores como Joselu, Juanfran, Jesé y Morata.

Los chicos de Toril solo han perdido un partido en casa este año, y nunca cayeron por más de dos goles de diferencia en todo el campeonato. En esta eliminatoria le han metido ocho tantos al Cádiz, que durante toda la temporada había encajado 20. Han marcado 77 goles. Desde 2004-05, el Castilla no terminaba primero el campeonato. Aquella vez subió a Segunda para mantenerse allí dos años. López Caro era el entrenador, el equipo todavía se llamaba Real Madrid B y jugaban Diego López, Arbeloa, De la Red, Javi García, Juanfran y Soldado, entre otros.

Toril ha armado un equipo solvente y sólido atrás con Carvajal y Nacho Fernández. Ha jugado con un once más o menos fijo (solo ha rotado en defensa en búsqueda de la pareja ideal para Nacho Fernández en el centro de la zaga) sin mover apenas los cuatro de arriba: Jesé, Morata, Juanfran y Joselu, el pichichi del equipo. A ellos se juntó en el mercado de invierno Mosquera (rescatado del Getafe, donde no contaba para Luis García). El medio aportó la pizca de experiencia que necesitaba el equipo.

Se puso líder muy pronto. Mantuvo la regularidad durante todo el año. Igual que ya hiciera en la media temporada que dirigió Toril el año pasado. Llegó a principios de enero de 2011 para sustituir a Alejandro Ménendez e hizo despegar al Castilla, tanto que lo metió en los playoffs tras cerrar invicto los 19 partidos que dirigió.

Toril tiene 39 años, fue futbolista, y jugó en la cantera blanca entre 1991 y 1994. De allí se fue al Celta, Espanyol y Albacete, entre otros. Hasta colgar las botas en el Numancia en 2004. Dos años después se apuntó al curso de entrenadores, en el que compartió clases con Alejandro Menéndez y Pantic.

El técnico acabó manteado por todos sus jugadores, mojado de los pies a la cabeza, bajo la mirada de José Mourinho (en el palco junto a Aitor Karanka y José Ángel Sánchez). En la sala de prensa irrumpieron un par de jugadores para tirarle una bufanda. Con ella al cuello contestó a las preguntas de los medios. “Las claves de la temporada creo que han sido la experiencia que hemos ido acumulando a lo largo del año y el crecimiento que ha tenido este equipo, tanto colectivamente como individualmente”, explicó Toril.

Sobre su renovación, el técnico dijo sentirse muy tranquilo. “Estoy tranquilo con mi trabajo. Ya no solo este año, sino por la trayectoria que llevo. Me encantaría seguir, pero no es una decisión mía. Aun así creo que seguiré porque el club me ha transmitido que se ha hecho un buen trabajo y que no hay razón por la que no tenga que continuar”.