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El Madrid aprieta los dientes

Los de Laso, sin margen de error tras su derrota en el primer encuentro, se imponen al Caja Laboral (73-64) gracias al trabajo de Llull y Velickovic

Faustino Sáez

Sin perder el pulso ni la paciencia, el Madrid logró escapar de la telaraña de Dusko Ivanovic para equilibrar la eliminatoria de semifinales contra el Caja Laboral. Apretando los dientes en la defensa, cerrando el rebote —38 a 28 a favor de los blancos— y esprintando en cuanto el rival bajaba la guardia, los de Laso salieron del atolladero tras otra aguerrida pugna.

El conjunto madridista anotó 73 puntos, solo dos más de los que consiguió el pasado jueves en el primer encuentro y lejos de los 83,2 de media que le acreditaron como el mejor ataque de la temporada regular. Pero rebajó la productividad ofensiva del Caja Laboral a 64, 17 menos de los que sirvieron al cuadro vitoriano para asaltar el Palacio dos días antes.

R. Madrid, 73 - Caja Laboral, 64

Real Madrid: Llull (16), Suárez (10), Singler (7), Velickovic (16) y Begic (2) -quinteto inicial- Reyes (4), Sergio Rodríguez (3), Tomic (6) y Carroll (9), Pocius (0)

Caja Laboral: Prigioni (0), San Emeterio (10), Nemanja Bjelica (16), Milko Bjelica (1) y Lampe (3) -quinteto inicial- Heurtel (0), Ribas (4), Teletovic (16) y Oleson (14)

Árbitros: Hierrezuelo, García Ortiz y Martínez Díez. San Emeterio, eliminado por cinco faltas.

Parciales: 13-20; 18-11; 23-16; y 19-17.

Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid: 8.262 espectadores. Segundo partido de esta semifinal (1-1 en la serie). El próximo, el martes 29 (20.45, Tdp).

Hoy, el segundo del Barcelona Regal y el Valencia (1-0) (12.00, Autonómicas).

Mientras encontraba resquicios para tomar vuelo, el Madrid se aplicó en la defensa y la película cambió de protagonistas. Lampe, excelso en el primer capítulo con 21 puntos y 11 rebotes, retomó su papel secundario y solo anotó una canasta en juego y Llull, pasmado por el cloroformo de Prigioni en el estreno, volvió a destacar en el elenco blanco. Pero si alguien dio impulso a los de Laso fue Velickovic.

Habitual del parte médico durante gran parte de la temporada e incapaz de huir del diván al que le empujó Messina, el serbio se había convertido en un desdichado actor de reparto. Pero, menos cascado que sus compañeros y aprovechando el hueco y los minutos que le concedió la lesión de Mirotic, Nole ha dado un paso al frente ahora que se acerca el desenlace del curso.

Ayer lució muñeca, se fajó en la pintura y sus 16 puntos y cinco rebotes fueron capitales para los madridistas, que vivieron acongojados los dos primeros cuartos. El primero y el segundo fueron como el quinto y el sexto del primer encuentro y al descanso se llegó con empate a 31. El Caja Laboral había cogido el tranquillo y el Madrid seguía sin encontrar el interruptor. La partida de ajedrez que proponía Ivanovic cortocircuitaba a los de Laso, pero estos, en un elogio de la paciencia, hallaron la salida de la ratonera.

A la vuelta de los vestuarios, el Madrid recompuso la figura, el brío y la fluidez en el ataque. Con la carrera como catarsis, Sergio Rodríguez y Llull encontraron varias fugas en el dique de contención vitoriano. Ni los puntos de Nemanja Bjelica y Oleson ni la aparición de Teletovic, que había dimitido en el primer partido, pudieron frenar al Madrid. El dominio del rebote y la conexión entre Llull, Suárez y Velickovic propiciaron el segundo y definitivo tirón de los blancos, que les sirvió para dejar la serie igualada camino de Vitoria. El martes, el tercer episodio. Con la dudas de Nocioni y Mirotic. Con la certeza de otra contienda reñida.

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Sobre la firma

Faustino Sáez
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

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