Mourinho hace un guiño al futuro

Tenía contrato hasta 2014. Pero hasta la eliminación en la Champions contra el Bayern, el 26 de abril, no disipó las dudas sobre su futuro. “Voy a continuar”, dijo esa noche. Ayer, el Madrid anunció que el técnico portugués ha ampliado su contrato hasta 2016 (el mandato del presidente, Florentino Pérez, termina en 2013). Mourinho nunca ha estado más de tres años en el banquillo de un equipo. Se marchó del Oporto tras ganar la Copa de Europa en su tercera temporada. En el Chelsea decidieron prescindir de él seis partidos después de que comenzara la que iba a ser su cuarta campaña. En el Inter había firmado un contrato de cuatro años y dijo adiós (previo pago de 16 millones por su cláusula de rescisión) a mitad de camino tras conseguir la Champions.

Mourinho amplía su contrato, según contó ayer en una entrevista en la web del club, por deseo de Florentino Pérez. “Por el deseo del presidente de tener lo que no es muy común en el fútbol actual, que es pensar a largo plazo”, dijo el portugués. Con él se quedan también todos sus ayudantes. La familia, como la llama el técnico y de la que ya forma parte, como un hermano más, Aitor Karanka. Del organigrama del primer equipo desparecerán Zinedine Zidane y Carlos Díez, el jefe de los servicios médicos. Los dos, por decisión del entrenador y, a la vez, director deportivo del Madrid.

El portugués controlará también los servicios médicos del club

Zidane, nombrado el verano pasado director del primer equipo, trabajará en la cantera. El doctor Díez, que llegó al club en 2008 (termina su contrato en 2013) y con el que Mourinho no mantenía relación alguna desde la operación de Higuaín, deja Valdebebas como ya tuvo que hacerlo el doctor Juan Carlos Hernández el año pasado. Mou lleva meses reclamando más poder en la parcela médica (los partes ya los decidía él y en el caso de algunos jugadores, como Di María, también decidió que no pasara por los servicios médicos del club, sino por los de su confianza) y la temporada que viene quiere que los máximos responsables sean él y su preparador físico, Rui Faria.

Hace un mes preguntaron a Mourinho si, con la salida de Jorge Valdano, consideraba que la estructura del club este año era la adecuada o si tenía previsto cambiar algo más. Llevó el discurso a lo deportivo y contestó en torno a lo mucho que ha crecido el equipo. Fue después de caer eliminado contra el Bayern y confirmar su continuidad cuando volvió a retomar su antiguo discurso. “Los clubes se tienen que adaptar a la evolución de los tiempos. Un coche fantástico de los años 80 no es lo mismo que un coche de los 90 o de 2000. Las mentalidades tienen que cambiar poco a poco con dedicación y empatía”, explicó.

El año pasado, Florentino Pérez dio su brazo a torcer con Valdano. Ahora lo ha hecho con el jefe de los servicios médicos, pero sobre todo con Zizou (tendrá un cargo en la cantera), el jugador por el que más debilidad ha sentido y que hasta ejerció de asesor presidencial.

Durante el pasado invierno hubo rumores sobre la marcha de Mourinho del Madrid. Él siempre se negó a responder cuando le preguntaban si se iría o se quedaría. “De mi futuro ya he dicho que no hablo”, decía. Tenía contrato, argumentaba, y no tenía por qué no cumplirlo. Pero desde que llegó al Madrid siempre ha sostenido que los contratos no cuentan. “Tener un contrato de uno o diez años no es lo importante en el fútbol. Si todos están contentos, el entrenador sigue. Si no están contentos, no va a seguir”, dijo en enero de 2011. “Cuenta el feeling entre técnico, club, jugadores y afición”, ha vuelto a subrayar este año. De hecho, el día que anunció que seguiría en el Madrid dijo que su empatía “con el club y con los chicos” crecía “día a día”.

Mourinho nunca ha estado más de tres años en el banquillo de un equipo

La empatía se selló ayer con la ampliación del contrato. Un guiño entre el técnico y el presidente y un mensaje de puertas afuera. “El presi, José Ángel Sánchez y la directiva piensan que soy el entrenador ideal para este proyecto que tenemos hasta 2016”, afirmó a los medios del club; “me parece el reto perfecto. En este momento de madurez de mi carrera, necesito retos grandes que me obliguen a intentar ser cada vez mejor. Hay que mejorar y jugar un fútbol que no sea solo para ganar partidos, sino que sea también para ganar aficionados”.

Por otro lado, el padre de Higuaín se reunió ayer con la dirección del club. Le trasladó que su hijo necesita, con todos los años que lleva en Madrid, sentirse indiscutible en el equipo.