Ídolos impagables
El Atlético celebra el título europeo ante miles de seguidores que corean a Falcao y al resto de estrellas El club, con problemas económicos, espera la ‘Champions’ para retenerles
El Atlético celebró por todo lo alto, ante unos 30.000 seguidores, su segundo título de la Liga Europa en un trayecto que llevó el trofeo por las instituciones, calles y la fuente de Neptuno, punto final de la gran fiesta rojiblanca después de la final ganada al Athletic en Bucarest. Las celebraciones transcurrieron también en medio de la incertidumbre sobre la continuidad de algunos de los principales artífices del éxito. La presencia del goleador Radamel Falcao en el próximo curso, junto a la de Diego, es la más cuestionada de todas. Ambos llegaron el pasado verano y pueden emprender la marcha en el que está por venir. Si es así, serían ídolos efímeros, impagables para las debilitadas arcas del club rojiblanco. Impagables también para su masa social, muy agradecida siempre con sus futbolistas a nada que les hagan disfrutar.
En las céntricas calles de Madrid por las que circuló el autobús del Atlético, tronó unánimemente el nombre de Falcao por encima del resto. Durante los ofrecimientos en La Almudena, el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, el goleador colombiano también fue el más aclamado por los seguidores rojiblancos, que iban aumentando en número en las aceras a medida que pasaban las horas. La apoteosis llegó en la plaza de Neptuno, lugar de peregrinación colchonero cuando el Atlético caza títulos. Allí, los atléticos inundaron la tórrida tarde madrileña con ese ¡Radamel, Radamel, Radamel Falcao! que han convertido en grito de guerra. La continuidad de El Tigre, como advirtió el dueño del club, Miguel Angel Gil Marín, en la Cope, al poco de concluir la final, no puede garantizarla: “Es difícil que Falcao se quede si no logramos la clasificación para la Liga de Campeones. El club, que está por encima de cualquier jugador, se metería en un problema de ingresos”. El conjunto de Simeone necesita ganar el domingo al Villarreal y que el Málaga no pase del empate ante el Sporting para alcanzar la Champions.
El Atlético compró a Falcao del Oporto por 40 millones de euros el pasado verano. Y asegura que la propiedad del jugador le pertenece por completo. Según también manifestó recientemente el club en El Larguero, por boca de Gil Marín, ya ha desembolsado 20 millones y solo podría hacer frente a los otros 20, a pagar en dos plazos iguales, si obtiene la clasificación para la próxima Liga de Campeones.
Cuando se produjo la operación de Falcao, este periódico informó de que la mitad del coste del fichaje había sido financiada por un fondo de inversión. El mismo que, según fuentes cercanas al Atlético, ahora pretendería forzar la salida de Falcao ante las dificultades económicas que impiden hacer frente a los pagos acordados.
El goleador colombiano, Simeone y Diego fueron los más aclamados
El brasileño Diego es el otro ídolo cuyo futuro en rojiblanco también está muy condicionado a lo que suceda en la última jornada de Liga. “Si no está en Champions, El Atlético no puede pagar los cinco millones de euros que cobra” recalcó Gil Marín. En la Puerta del Sol retumbó el sentido ¡Diego quédate, Diego quédate!
Ante estos contratiempos, el presidente, Enrique Cerezo, apunta al estricto control económico: “El fútbol es un negocio importante en el que hay que tener responsabilidades, no podemos ir a la bancarrota, tendremos que administrarnos según los ingresos que tengamos”.
El Atlético vive una realidad cuanto menos novedosa. Su situación económica le ha llevado a construir dos equipos campeones totalmente distintos en apenas tres años. Eso conlleva el riesgo de la idolatría efímera.
Los aficionados atléticos se dividen entre los resignados y los que reprochan, como ayer a su llegada al aeropuerto, la gestión económica del club de sus dueños, que se agarran a los títulos más recientes pese a las marchas de estrellas como Torres, De Gea o Agüero. Mientras, la afición vivió una tarde de gloria, entregada a Simeone y a Falcao.
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